Santa Cruz

La otra pandemia 

Familia Grande Hogar de Cristo dio a conocer un documento titulado “La otra pandemia”, que advierte el incremento de consumo de drogas y la falta de espacios de contención durante la pandemia. La complicada situación en Río Gallegos, según uno de los integrantes del Hogar de Cristo, dedicado a capacitar y asistir a jóvenes con consumos problemáticos.

  • 25/06/2021 • 11:45
El aislamiento y consumo es una bomba de tiempo que lo veremos más adelante  y la pregunta es si estamos preparados para dar respuesta a esta situación
El aislamiento y consumo es una bomba de tiempo que lo veremos más adelante  y la pregunta es si estamos preparados para dar respuesta a esta situación

Familia Grande Hogar de Cristo, Cáritas Argentina y la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia (Argentina) dieron a conocer ayer un documento titulado “La otra pandemia” a dos días del Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas, en el que, entre diversos puntos, advirtieron cómo la cuarentena afectó el trabajo de asistencia en consumos problemáticos, sobre todo en los barrios, pero también la situación social que hoy por hoy es “desesperante”.

En Río Gallegos el “Hogar de Cristo”, conjuga tres espacios que contiene y capacita a jóvenes con consumo problemático y que debieron readaptarse por la cuarentena desde el marzo del año pasado. Por ejemplo, comenzaron a entregar viandas con alimentos ante la imposibilidad de ofrecer el comedor. 

El primero es el Centro Barrial, ubicado en Mendoza y Costanera, el segundo es el dispositivo ubicado en Avda. Kirchner, y el tercero la Casa Amigable Residencia, que se había proyectado para un espacio terapéutico -y que quedó trunco por la pandemia- ubicado en la calle Tucumán.

De estos tres espacios, actualmente solo funciona la Casa Taller.

“En Argentina no hay estadísticas en general, pero lo que uno observa es mayor consumo de alcohol y otras drogas”, sostuvo Héctor Silva, Licenciado en Dirección y Supervisión Educativa, y miembro del equipo de coordinación del “Hogar de Cristo”.

Silva señaló que como advierte el documento “las restricciones y el aislamiento afectaron mucho a los más vulnerables, como las personas en situación de calle y eso lo vemos nosotros”.

La no apertura de los espacios de contención “para acompañar a que los pibes puedan tener un desarrollo humano más integral, como que nos ha afectado”.

El grupo siguió trabajando “con un acompañamiento cuerpo a cuerpo como externo, no pudiendo abrir las puertas, sobre todo los lunes, miércoles y viernes, pero también los talleres socioeducativos y recreativos del Centro Barrial que funciona casi todos los días y varias horas”.

Con el reparto de viandas, contó Silva, pudieron “llegar a personas que no se acercaban al Centro Barrial para alimentarse y notamos que hay que abrir espacios para que las personas se capaciten, se desarrollen y ocupen el tiempo”.

En este lugar, cerca de 50 jóvenes desayunaban, almorzaban y participaban en talleres.

En la Casa Taller, entregan entre 300 y 400 viandas, pero en su mayoría no se trata de personas con consumos problemáticos, sino “padres o madres de familias desocupados”.

 

TS: Con la apertura que hubo desde comienzo de año, ¿notaron mayor cantidad de chicos o adultos con problemas de consumo de alcohol?

Creo que sí. Si uno va a un almacén o supermercado, antes se veía cómo se compraba los fines de semana, ahora es increíble la cantidad de personas que compran alcohol, sobre todo jóvenes. Es los lunes, martes o miércoles, ni siquiera a los fines de semana.

Cuando son menores de edad no deja de ser consumo problemático por lo que presenta el consumo cuando es adolescente, sobre todo pensando a la hora de hablar de una proyección, los adolescentes tienen más predisposición a consumir alcohol y más cuando la edad de inicio es más temprana, lo cual es más complicado.

El aislamiento y consumo es una bomba de tiempo que lo veremos más adelante, cuando abran las escuelas y se abra todo y la pregunta es si estamos preparados para dar respuesta a esta situación. Uno observa, los que trabajamos en territorio y acompañamos, que no hay una proyección para dar una respuesta. Observamos que los tratamientos de salud, o son menos, o no dan abasto y a veces son poco efectivos.

-¿De qué manera se puede ayudar?

Siempre hablamos que la respuesta es comunitaria. Decimos que hay una sociedad y Estado que piensan a las políticas públicas de manera fragmentada, y no se atiende la complejidad. Por ejemplo, un adicto lo atiende un psicólogo por su adicción, pero no se sabe si tiene trabajo y no se tiene mucha idea. No hay articulación interna estatal, ni organización en cómo acompañamos el proceso de recuperación para que una persona que atraviesa un consumo problemático se ponga de pie y que se siente excluido. Vemos respuestas fragmentadas.

El consumo es transversal, es una mancha de aceite que impregna todo, en el ámbito laboral, educativo, en adultos, jóvenes y como sociedad debemos organizarnos para acompañar esto. Con dispositivos, estrategias, de un área de salud, de desarrollo, con ONGs, con la justicia… Hay que pensar sin olvidarse del territorio y con una mirada más comunitaria y es un poco lo que manifiesta el documento, que es lo que vemos que pasa acá.

El documento

“La otra pandemia”, documento antes mencionado destaca, entre otros, los siguientes puntos:

-“En lo cotidiano nos dimos cuenta cómo, con las restricciones de todo orden generadas por la pandemia de COVID-19 y las medidas políticas que se implementaron para abordarla, quedaron

huérfanos nuestros barrios.

-En el estado actual, creemos, el problema ya no se resuelve con Trabajo y Vivienda porque no existe la red de apoyo de la comunidad organizada y se vive en el desesperado “sálvese quién pueda”.

-Advertimos además que, lo que hasta el 2019 era sostenido de un hilo, hoy explotó en nuestros pueblos ante la crisis 2020/2021 y actualmente la situación social es desesperante.

-En estos años pudimos ver una Sociedad y un Estado cada vez más fragmentados en sus respuestas. Esto permite sospechar que no se comprende la complejidad y gravedad constitutiva del problema.

-Nos inquieta la post pandemia y el aumento del HIV, la Tuberculosis y otras enfermedades asociadas al consumo de paco y otras drogas dado que no hay controles ni respuesta terapéutica y claro es que

las consecuencias afectarán a nuestra sociedad en su conjunto”.