Columna

La Educación del futuro está presente

Por Juan Szymankiewicz

  • 22/09/2020 • 16:50

La humanidad entró en una era donde todo se transforma. La 4ta Revolución Industrial no es algo que afecte sólo al trabajo o a la educación, sino que nos transformará como seres humanos, obligándonos a pensar de una manera diferente, en donde deberemos entender a la educación a través de la nueva alfabetización, que son los algoritmos y en ver al mundo con otra estructura mental.
Existe un amplio consenso, de distintos actores del campo del conocimiento tecnológico, en caracterizar al actual desarrollo e innovación tecnológica como un proceso que configura y organiza los procesos productivos de bienes y servicios sobre la base de conocimientos emergentes centrados en los saberes digitales (automatización programable, robótica, inteligencia artificial, Big Data, Internet de las cosas, realidad virtual y ampliada, diseño y fabricación digital).

En este contexto, no solo se necesitan nuevos contenidos que involucren tecnologías digitales, sino que, además, es necesario replantear la forma en la que se trabaja con ellos. El motor de crecimiento será el cambio permanente en un mundo, donde lo virtual y lo real se bifurcará cada vez más ante el nuevo escenario, donde las corporaciones tecnológicas cada día son más poderosas y quienes tienen hoy el manejo de datos son los que tienen el control. 

La tecnología es una herramienta en función de las personas. Frente a ello buscamos el conocimiento a partir de su diseminación y del acceso abierto, a fin de contribuir una sociedad centrada en lo humano equilibrando el progreso económico, científico y de innovación. 

Los Saberes Digitales comprenden el pensamiento computacional (entendido como una metodología para formular y resolver problemas con la ayuda de las Ciencias de la Computación), la robótica o el diseño y creación de objetos digitales interactivos (entendido como la capacidad para crear prototipos de artefactos eléctricos, mecánicos, electrónicos), y la fabricación digital (entendido como la utilización de herramientas o diseños asistidos por computadoras para la materialización de los diseños digitales).

El desafío consiste en impulsar y sensibilizar conocimientos

Existe la necesidad de fortalecer conocimientos en áreas como: Ciberseguridad, Ética robótica, Trasformación Económica y Política de la Sociedad, Educación Siglo XXI, Ciudades del Conocimiento, Computación Cuántica, Sociedad Digital, Movilidad Inteligente, Equidad y Paridad Digital, Conciencia Climática, Bioeconomía y Salud Medio Ambiental, entre otras.

 Nuestro sistema educativo tiene la responsabilidad de enseñar habilidades y    competencias en las que seamos mejores que las máquinas y apoyarnos en ellas y no competir con ellas, debemos evitar que nos convirtamos en robots de segunda categoría; por esa razón la tecnología nos tiene que facilitar a que nuestros trabajos sean más humanizados.

 

 Debemos trasformar la educación, porque el mundo ya cambió, los docentes deben trasformase en científicos de la educación, y no solo basarse en sitios virtuales de libre acceso (Google, Wikipedia y otros).

Para poder formar ciudadanos del futuro con las competencias para desenvolverse en un entorno digitalizado, los centros educativos deben dar respuestas a las necesidades y demandas que la sociedad y el mercado laboral cambiante demandan, con nuevas profesiones que aún desconocemos.? Se trata de un marco de acción que permita acordar y coordinar diversos aspectos como políticas de Estado, que afectan al uso de las tecnologías en la educación: desde aquellos relacionados con cuestiones organizativas, hasta otros más pedagógicos y propios de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Todo esto teniendo en cuenta que partimos de la escasez de infraestructuras tecnológicas, diferencias notables en términos de competencia digital docente y del alumnado, reticencia a la actualización de metodologías por parte del profesorado y otros.
La infraestructura tecnológica debe ser definida de manera coherente con el marco pedagógico y el proyecto educativo, y sólo esta subordinación de la tecnología a la pedagogía garantizará una integración sostenible que promueva los aprendizajes. 

 

Podríamos distinguir las siguientes vertientes de infraestructura tecnológica:
•    Las infraestructuras: el equipamiento tecnológico, la conectividad, las plataformas y servicios digitales.
•    El proceso de enseñanza y aprendizaje: metodologías y estrategias didácticas acordes a la planificación educativa del desarrollo de las competencias digitales del alumnado.
•    El desarrollo profesional: uno de los pilares básicos para conseguir que la organización sea digitalmente competente es que sus miembros sean competentes digitalmente a todos los niveles. 
•    Contenidos: accesibilidad y criterios de calidad, recursos educativos abiertos y niveles de aprendizaje acordes a los perfiles profesionales de los egresados.
•    Evaluación: Se debe tener en cuenta aspectos de qué y cómo evaluar, los criterios de evaluación, los indicadores de logro y los instrumentos de evaluación.
•    Redes de apoyo y colaboración: redes de centros educativos y docentes, alfabetización digital y apoyo a familias, o cooperación con entidades del entorno como museos, asociaciones, fundaciones, ONG… 
No debemos olvidar que para que la tecnología pueda contribuir a potenciar la enseñanza y el aprendizaje es necesario que la infraestructura digital esté operativa y sea fiable y segura, además de escalable, a lo largo del proceso de desarrollo. Sin esto no será posible su integración, y en su ausencia o sus limitaciones encontramos uno de los problemas más previsibles y, sin embargo, comunes en el proceso de integración. 

Se debe facilitar el acceso al uso de la tecnología, tratando de paliar la brecha digital a través de acciones como préstamos o donación de dispositivos, ayudas económicas, apoyo técnico para resolver los problemas del día a día, protocolos de reparación, personalización de las actividades de aprendizaje, y el conocimiento de las ayudas técnicas para el alumnado con capacidades diferentes.
Se deben desarrollar actuaciones educativas secuenciadas en relación con aspectos como la seguridad, la concienciación con los riesgos de un uso indiscriminado de las tecnologías digitales y las normas para tener un comportamiento responsable en los entornos digitales en línea. Esto requiere tener un código de prácticas y procesos para efectuar de forma segura y protegida la recogida, validación, almacenamiento, agregación, análisis y rendición de informes de los datos de los estudiantes. 
Las medidas de seguridad necesarias para la protección, confidencialidad, conservación y seguridad de los datos de carácter académico y educativo deberán estar definidas y estructuradas. Es importante asegurar que el acceso a los recursos tecnológicos (dispositivos, comunicaciones y servicios en línea) se haga siempre de acuerdo con los requerimientos legales de seguridad y protección de datos.
Hay mucho para desarrollar en este gran reto que es la digitalización,  si analizamos el nivel universitario nos dirigimos hacia ámbitos educativos sin campus, ni aulas, clases virtuales e interactivas, sin exámenes (evaluación constante), aulas invertidas y suscripción tipo NETFLIX para el aprendizaje constante, posgrados de seis meses, brindando herramientas a los alumnos para afrontar problemas que no saben cuáles van a ser en el futuro, habilidades más profundas y transversales que se trabajan de forma activa: el pensamiento crítico, la resolución creativa de problemas y la comunicación eficaz.
El conocimiento se está duplicando cada vez con mayor velocidad, teniendo en cuenta que en 1900 el conocimiento se duplicaba cada 100 años y en 1945 se duplicaba cada 25 años, hoy el desafío de la educación y la tecnología nos exige e invita a reinventarnos en forma continua,  porque el conocimiento se está duplicando ya cada 73 días.
Si nos ponemos en el año 2021, y si consideramos que el conocimiento se duplica cada 73 días, esto implicaría que en el año 2030 la velocidad de los avances tecnológicos generará la fusión entre la tecnología de 5G, sumado a la computación cuántica y la inteligencia artificial, llevando esto a que el conocimiento se duplique cada 12 horas. Esto hará que tengamos que reinventarnos para no ser analfabetos digitales y quedar marginados del mundo del trabajo, por lo que debemos prepararnos y reprogramarnos realmente para lo que vamos a necesitar en el futuro.

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