Inauguraron el Banco Blanco en la UNPA

En la mañana de ayer, el campus universitario de la UNPA fue la sede de la inauguración simbólica de un Banco Blanco, el primero de la capital santacruceña. El mismo, busca simbolizar la lucha por las infancias libres de violencia al igual que visibilizar y concientizar sobre esta problemática que afecta a millones de niños alrededor del mundo.

En la ceremonia, se encontraron presentes integrantes del grupo “Yo te creo”, de Río Turbio”, una fundación que nació como una forma de ayudar y contener a aquellas personas o familiares de personas víctimas de abuso sexual. TiempoSur dialogó con Nancy Llanes, una de sus integrantes, acerca de este nuevo logro en la provincia: “La verdad que para nosotros es un granito de esperanza el decir que de esta Casa de Estudios se empiece a trabajar y a visibilizar los abusos sexuales en las infancias, adolescencias y en general. Como comunidad tenemos que replantearnos muchas situaciones que hacen a esto y muchos silencios que hemos tenido a través de los años. Tenemos la esperanza que los próximos profesionales que salgan de esta Casa de Estudios van a salir con una idea totalmente diferente de enseñar, de brindar herramientas, de defender los derechos sin tener que callar nada, absolutamente nada, de entender que el avasallamiento de los derechos no tiene género ni tiene cargo y que hay que defendernos. Es algo muy movilizante y también, además, podernos encontrarnos con otras personas que han pasado por esta misma situación y que siguen pidiendo justicia como lo venimos haciendo nosotros”, explicó Nancy.

“Yo si te creo”

Nancy remarcó que el grupo “Yo si te creo” de la Cuenca Carbonífera es un grupo integrado por madres y padres de víctimas de abuso sexual: “El grupo “Yo si te creo” surge de encontrarnos. Un factor común entre todos es la soledad en las denuncias. Uno hace las denuncias y no sabe para dónde correr. Con Claudia, otra de las compañeras que también hace a su tiempo la denuncia, nos busca y empezamos así a juntarnos con la idea de esto, de empezar a juntarnos para poder acompañarnos. “Yo si te creo” sirve para acompañarnos entre todos y poder asesorarnos a través de la experiencia: por dónde transitar, qué es lo que te sirvió, qué es lo que no te sirvió, qué puertas tocar, qué otras puertas no tocar. Una de las cosas es estar atravesado por un dolor, un dolor que tan sólo nosotros lo entendemos: el dolor de un familiar, de una madre, de un padre, un hermano que se entera lo que ha pasado es realmente indescriptible. Yo decía muchas veces “nosotros sabemos lo que es el dolor de cuando se te parte el alma”, creo que queda chico. Es poder acompañarnos en eso. Las víctimas, los que han pasado por esto, necesitan de nuestra compañía, comparten su dolor, pero yo creo que como sociedad debemos dejar de soltarles la mano, tenemos que dejar de darles vuelta la cara porque ya se ha hecho eso muchas veces”, puntualizó Nancy.

Infancias arrebatadas

“Nosotros buscamos concientizar acerca de la importancia de la prevención. Nosotros hacemos algunas cuestiones didácticas que tienen que ver con ayudar a los niños, a través de cuentos, a identificar los tipos de abusos. Es importantísimo trabajar en prevención. Trabajemos en prevención, promoción y sigamos pidiendo justicia. Exijamos que los juicios se aceleren en nuestra Santa Cruz y que exista para este tipo de delitos una prioridad. No todo es lo mismo. No es lo mismo el que roba un quiosco que el que roba las infancias, porque intenta robarte la vida. No se puede comparar”, resaltó.

Dónde recurrir

En el último informe realizado en el año 2021 por UNICEF, se contabilizó un total de 3.219 víctimas de abuso sexual entre niños, niñas y adolescentes. A aquellas personas que atravesaron o se encuentran atravesando una situación similar, Nancy recomienda que recurran “a un Juzgado, en donde los fines de semana existe una guardia. Igual existe la Defensoría del Menor, que también tiene una guardia. Nosotros tenemos el grupo de Facebook “Yo si te creo Cuenta Carbonífera”, en donde también nos pueden escribir. Hay que animarse, hay que hacer la denuncia. Hay que entender los tiempos, porque hacer la denuncia cuesta muchísimo. Una de las cosas con las que nos hemos encontrado es que te dicen “¿Por qué no denunció antes?”. Hay que entender que no se denuncia muchas veces cuando pasa, se denuncia cuando se puede”, concluyó Nancy.