El discurso de odio y el permanente ataque a la Democracia

Según la descripción etimológica de la palabra, los discursos de odio son las acciónes comunicativas que tienen como fin el promover y alimentar una opinión dogmática y destructiva hacia un grupo de individuos históricamente discriminados o perseguidos. Se trata de un término que se ha puesto en la agenda pública tras el intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Fernández.

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Nadia Astrada, secretaria de Estado de Derechos Humanos de Santa Cruz, dialogó con TiempoSur y expresó que los discursos de odio son “muy preocupantes, por fomentar la violencia y las faltas de respeto al sistema democrático y a las figuras institucionales. La sociedad merece vivir en un sistema de respeto de derechos y del voto popular y que ese sea el piso en el que podamos construir el presente y el futuro. Nos ha costado mucho recuperar la democracia tras una dictadura atroz como lo fue la de 1976, ya que costó mucho el volver a consolidarla después de prescripciones y bombardeos e infinidad de atropellos a los derechos humanos".

En este sentido, la funcionaria povincial indicó que "necesitamos que todas las fuerzas políticas se puedan parar desde un lugar de madurez social y política para construir sus ideales y que respeten el sistema y las diferencias de ideas al igual que las figuras institucionales y que sea el pueblo que decida a través de las urnas cual sea el Gobierno que quieren que decida los destinos del país y no a través de la persecución política, judicial o los discursos de odio incitando a la violencia”.

Atentado a Cristina Fernández y las consecuencias en la democracia

El día 1 de septiembre, Fernando André Sabag Montiel intentó asesinar a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, con un arma de fuego: “El intento de asesinato a una de las personas de un movimiento político que reúne la gran parte de los votos es importante, ya que Cristina Kirchner –no sólo por sus políticas de estado o sus modelos económicos de distribución de riquezas- es quien concentra un gran caudal del voto popular del voto argentino, y por eso se la persigue constantemente tanto desde lo político como judicial y también con los discursos de odio”, señaló Astrada.

 Comparó el intento de magnicidio con la persecución a la figura de Eva Perón durante el mandato de Juan Domingo Perón y destacó que la preocupación principal es el “poder elegir que el piso sea el piso de la democracia, que sea el piso de respetar las garantías constitucionales y las distintas fuerzas políticas e ideas y no violentar y demonizar a la figura de una vicepresidenta o un movimiento político”, finalizó.