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Campaña

Día Mundial de las Aves Migratorias

Se conmemora anualmente cada 9 de mayo y tiene como objetivo concientizar a la sociedad sobre la necesidad de proteger a las aves migratorias y sus hábitats en todo el mundo.

  • 09/05/2022 • 10:52
Gaviota Capucho Café (Chroicocephalus maculipennis) – Ambiente Sur/Emanuel Tiberi
Gaviota Capucho Café (Chroicocephalus maculipennis) – Ambiente Sur/Emanuel Tiberi

El Día Mundial de las Aves Migratorias (DMAM) es una campaña anual de sensibilización que recalca la necesidad de la conservación de las aves migratorias y sus hábitats. Resalta las amenazas a las que se enfrentan las aves al momento de migrar, la importancia ecológica de las aves y la necesidad de cooperación internacional para preservar la vida salvaje.

Lanzado en 2006, el Día Mundial de las Aves Migratorias (WMBD), coordinada por ONU Enviroment, que se celebra anualmente tiene como objetivo inspirar la conservación de las aves migratorias y sus hábitats en todo el mundo.

Desde el año 2018, el Día Mundial de las Aves Migratorias unió dos de las campañas más grandes del mundo para la sensibilización y la educación acerca de las aves, el Día Internacional de las Aves Migratorias y el Día Mundial de las Aves Migratorias, el primero de ellos dirigido por Environment for the Americas (EFTA), y el segundo por el Acuerdo sobre la conservación de las aves acuáticas migratorias de África y Eurasia (AEWA) y la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS). A través de una nueva asociación que une sus esfuerzos de manera formal, las tres organizaciones tienen como objetivo colaborar para aumentar la sensibilidad acerca de la situación penosa en la que se encuentran las aves migratorias en todo el mundo y resaltar la necesidad urgente de su conservación. A partir de 2018, la nueva campaña conjunta adopta el nombre único de “Día Mundial de las Aves Migratorias”.

Las aves migratorias se desplazan entre las áreas de reproducción e invernada utilizando rutas o corredores migratorios que siguen fielmente año tras año. A grandes rasgos se pueden definir tres rutas, orientados en sentido norte sur. Según la especie, durante los vuelos de ida y vuelta pueden utilizar una misma ruta o combinar diferentes. Unos pocos humedales, ubicados estratégicamente a lo largo de este recorrido, pueden soportar las grandes concentraciones de individuos que forman durante la migración y ofrecerles el alimento suficiente para completar la siguiente etapa. Allí se alimentarán intensamente para acumular debajo de la piel reservas de grasas –la manera más efectiva de almacenar energía– que serán utilizadas como “combustible” durante el vuelo. Algunos de estos humedales distan miles de kilómetros unos de otros, separados por barreras ecológicas y geográficas donde no existen las condiciones adecuadas para detenerse y alimentarse.

Algunas aves, como el Playero Rojizo que migra desde al Ártico hasta Tierra del Fuego, deberán volar trayectos de hasta 4.000 kilómetros sin detenerse y llegar casi exhaustas hasta el siguiente punto de reabastecimiento. Estos humedales son imprescindibles para que puedan completar con éxito su viaje. Para lograr superar semejantes distancias es necesario tener una condición física óptima como el buen estado de conservación de los sitios de alimentación y descanso.

La vida tan particular de las aves migratorias requiere del diseño de estrategias y políticas de conservación específicas, que apunten a proteger los sitios de reproducción, alimentación y/o descanso, corredores migratorios y áreas de invernada. Para las especies migratorias de largas distancias, éstos suelen ubicarse en diferentes países, lo que hace necesario coordinar esfuerzos internacionales para su protección. Con este fin se ha creado la Red Hemisférica de Reservas de Aves Playeras que protege los sitios de mayor relevancia para estas aves.

En Argentina existen registradas 1087 especies de aves, de las que se considera que 458 especies y subespecies tienen migraciones comprobadas o suficientemente justificadas; que incluyen 206 especies no paseriformes (aves) y 252 especies paseriformes (pájaros).