Laboratorio Craveri

Crece la posibilidad de alimentarnos con “carne cultivada”

Se trata de un proyecto denominado B.I.F.E (Bio Ingeniería de Fabricación de Elaborados) perteneciente al Laboratorio argentino Craveri. El año pasado se llevó adelante la primera degustación de estos productos que emplean técnicas de cultivo celular para desarrollar un sustituto de la producción de carne tradicional.   Cambalache , que se emite por Tiempo FM dialogó con Josefina Craveri, responsable del desarrollo de este negocio.

  • 07/12/2022 • 20:26
Josefina Craveri dio detalles sobbre carne cultivada.
Josefina Craveri dio detalles sobbre carne cultivada.
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B.I.F.E. nació en 2016, de la mano de la División de Bioingeniería de Laboratorios Craveri. Es la primera compañía argentina que se encuentra desarrollando tecnología que permita obtener carne animal a partir del uso de técnicas de cultivo en un laboratorio.

 

Josefina Creveri, responsable del desarrollo de este negocio, explicó que “se trata de carne cultivada o limpia, que se crea mediante un proceso por el cual se toma una muestra de un animal vivo. Con esta muestra se recrea todo el proceso que sucede en el animal, pero dentro del laboratorio. Provocamos que las células se reproduzcan y generen una masa que sirve para producir alimentos procesados”.

Sobre si la denominación de “carne” para el producto que fabrican es correcto, la profesional explicó que “es una discusión conceptual, entre quienes consideran que la carne proviene de un animal que debió morir para ser procesado o, si se enfoca en la estructura de la célula del animal, para elaborar un producto con las propiedades nutritivas necesarias alimentarse”.

 

Sobre el sabor y la textura, explicó que “producimos algo similar a la carne picada con la que procesamos alimentos como Nuggets, paté, albóndigas, empanadas. Esto es porque captamos células satélites que cumplen la función de formar la fibra muscular solamente. Un corte de carne viene con células adiposas (grasa) con sangre y nervios, lo que le da otro color y sabor. Incluso el cuerpo del animal le da forma, nosotros como no utilizamos al animal, elegimos una estructura distinta donde la célula se desarrolla en anillos”.

Este producto aún no está en el mercado. “Hemos hecho una prueba de concepto a través de una degustación. Es decir, verificamos que fuera posible el proceso científico. Ahora estamos en lo que es sabor y textura. Y el escalado, que es necesario para la venta masiva. En el mundo solo se comercializa en un restaurante en Singapur, como parte de un menú que ofrece pollo cultivado”.

Cabe señalar que las células debidamente alimentadas se reproducen solas en los biorreactores sin la necesidad de aplicar hormonas o medicamentos, denominándose “carne limpia”.  En cuanto a la duración del proceso, desde que se toma la primera biopsia se demora entre 3 y 4 semanas para llegar a la hamburguesa cultivada.

En materia de sustentabilidad, el aporte de B.I.F.E es enorme ya que consume un 45% menos de energía, 99% menos de terreno, 96% menos de consumo de agua y un 96% menos de generación de gases de efecto invernadero.