Camino a la pandemia

Cómo se gestó del decreto que ordenó la cuarentena en la fase 1 de Coronavirus

Dos años atrás se vivían horas tensas, en la previa del decreto que frenó a Argentina. Reunión con gobernadores, mirada sobre Europa y una decisión que cambió el rumbo sanitario, social y económico para siempre.

  • 18/03/2022 • 09:00
Río Gallegos en 2020. (Archivo TiempoSur)
Río Gallegos en 2020. (Archivo TiempoSur)

Dos años atrás Argentina todavía no había sido confinada. La mirada del gobierno nacional estaba puesta en la evolución del Coronavirus en China y, principalmente, Europa, que durante toda la primera etapa de la pandemia sirvió como muestra de lo que podría llegar a ocurrir en el país. El 11 de marzo del 2020 la Organización Mundial de la Salud decretó el avance del COVID 19 como pandemia, pero todavía el mundo no imaginaba ni de cerca lo que sería el primer año de la lucha contra el virus originado en Wuhan.

Si bien el primer caso de coronavirus había sido detectado el 3 de marzo en el país por la gestión del renunciado ministro Ginés González García, faltaban días todavía para la puesta en marcha de la cuarentena. El caso fue notificado por un establecimiento de salud privado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el lunes 2 de marzo y el aislamiento fue supervisado por agentes de salud de la ciudad. Los análisis fueron llevados a cabo por la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos Malbrán”.

En la previa a la decisión que tomó el presidente Alberto Fernández, desde el ejecutivo realizaron reuniones críticas con los gobernadores y ministros. Conocían que, al decretar un estado obligatorio de aislamiento, frenaría el país, afectando así la economía total. La disyuntiva era cuánto tiempo era necesario para tratar de evitar una ola de contagios. La primera decisión –de 15 días- mirada desde hoy puede sonar hasta casi naif.

Es que desde el Gobierno Nacional, meses apenas después de asumir, tenían que lidiar con el enemigo invisible del COVID. Desde un primer momento, y en la previa de la cuarentena, quisieron dejar en claro que no había una dicotomía entre salud y economía, sino que las dos tenían que ir de la mano. La búsqueda del Presidente era poder contar con el apoyo de los gobernadores de las provincias, por lo que se necesitó de un encuentro previo con los mandatarios de los distritos en el día anterior al anuncio del decreto.

En tanto en el país, los ciudadanos estaban en vilo, empezando a vivir horas de angustia y ansiedad, solamente guiados por lo que pasaba en otros países. La palabra cuarentena empezaba a sonar como una posibilidad y los viajeros que regresaban de Europa eran vistos de reojo.

La decisión de tomar el aislamiento obligatorio fue casi como apretar un botón rojo, ordenando que todas las personas, salvo esenciales, debían quedarse en sus casas. Se frenaron oficinas de trabajo, escuelas y toda la vida en general. Las personas que estaban trabajando de manera no formal, vieron como su fuente de ingreso y actividad laboral era recortada.

 

El aislamiento

Mediante el Decreto N° 297/20, se dispuso el “aislamiento social, preventivo y obligatorio”, durante el 20 y el 31 de marzo del corriente año para los y las habitantes del país y para las personas que se encontraran transitoriamente en él. Este plazo, fue sucesivamente prorrogado a través de los Decretos Nros. 325/20, 355/20, 408/20, 459/20 y 493/20 y, con ciertas modificaciones según el territorio, por los Decretos Nros. 520/20, 576/20 y 605/20 hasta el 2 de agosto, siendo renovado, flexibilizado o vuelto a endurecer según ameritaba la situación sanitaria.

Estas medidas han permitido mitigar la expansión de COVID-19, registrándose una disminución en la velocidad de propagación en una gran parte del país y habiéndose evitado con éxito, hasta la fecha, la saturación del sistema de salud.

 

En Santa Cruz

En Río Gallegos en las horas previas al decreto de Fernández ya se vivían algunos atisbos de preocupación de la gente. En la comunidad todavía quedaba el recuerdo latente de la pandemia de gripe A –casos que hoy volvieron a verse a nivel nacional- por lo algunos escenarios de aquel lejano 2009 volvieron a repetirse. Quizás la palabra que más pudiera definir a los días antes de la cuarentena era la incertidumbre. El uso de mascarillas –hoy todavía requisito para ingresar a comercios –todavía no estaba del todo instalado. El principal inconveniente fue que miles de personas se volcaron a farmacias a la compra de la primera arma que hubo contra el Covid antes de la vacuna: el alcohol en gel. El desabastecimiento de este producto en góndolas de locales especializados y supermercados llevó a que las personas recorrieran toda Río Gallegos en búsqueda de algún frasco a la venta. Otros más aventurados, decidieron hacer el suyo propio.

De todas maneras, al 18 de marzo de 2020, todavía faltaban algunas horas para el decreto de la cuarentena y los vecinos de Santa Cruz empezaban a vivir las últimas horas de la pre pandemia. El decreto de Alberto Fernández, que tuvo funcionamiento desde el 20 de marzo, cambió completamente la vida conocida hasta ahora. Tras esto, se iban a ver imágenes casi de pesadillas y escenarios que antes del Coronavirus, eran solo posibles ver en una película. Para eso todavía faltaban dos días más.