Avanzarán en el galpón de piedra caliza

En abril del año 2014, Fernando Lisse, por entonces responsable de la explotación minera de YCRT, anunciaba el trabajo de maquinarias en una extensa superficie en el predio de Punta Loyola, desarrollando tareas concernientes al movimiento de suelo en una superficie de dimensiones considerables, para lo que sería “un galpón de acopio de caliza y playa de maniobras que consisten en bajar la caliza en los vagones payos, desde el muelle a la zona de acopio, y subir los bolsones los vagones hacia la usina de 240 Mw”, proyecto que se encontraba ya en ejecución también en esos tiempos. Pasaron los meses y la obra nunca inició sino hasta 2016, durante la intervención de Omar Zeidán. Durante varios meses se ha trabajado en la instalación de la estructura de hierro para la posterior base del galpón de acopio, pero el desfinanciamiento que atravesó la empresa dejó nuevamente una obra a medio terminar, momento en el que empezaron a jugar un rol importante los trabajadores de YCRT en Punta Loyola.

Los operarios reclamaron durante meses por el hormigón para los galpones de acopio de piedra caliza, inversiones en el lugar y por la defensa de los puestos laborales, en medio de la incertidumbre que generaron los despidos a principios de año y el impulso desde la empresa de los retiros voluntarios. Además, por esa fecha, los trabajadores manifestaban su preocupación ante los trascendidos que hablaban de las intenciones de la gestión Zeidán, de realizar el transporte de la caliza por vía terrestre mediante camiones, situación que metió en la discusión tambien a los trabajadores representados por La Fraternidad, el gremio de los maquinistas.

Justamente en 2017 los trabajadores del Complejo Ferroportuario denunciaron ante la Justicia Federal los daños que se ocasionaron a la estructura de hierro que montaron para construir el galpón que alojará la piedra caliza para abastecer a la central térmica de Río Turbio, originándose un quiebre definitivo en la negociación con los funcionarios de la empresa. La obra nunca más avanzó.

Hoy con un nuevo cambio en la intervención y la llegada de Aníbal Fernández, hay un recambio en las expectativas de los trabajadores, aunque prefieren ver los avances de la obra para esperanzarse. “Son años en la empresa viendo promesas”, dejan trascender desde la junta interna. Si bien ven con buenos ojos el traspaso de la obra de la central termoeléctrica a la empresa y las gestiones realizadas en este inicio de gestión, lo cierto es que entienden que se debe pensar en una nueva organización para avanzar en los objetivos fijados, ya que “hoy seguimos siendo una empresa que saca carbón, no una empresa que vende energía”.       

“Como la decisión es poner en marcha la usina de 240 Mw, este galpón de acopio volvió a tomar fuerza e interés y por eso se vuelve a la obra donde ya hay una ingeniera civil a cargo”, dejaron trascender desde la empresa.

Los materiales que habrían quedado resguardados desde 2016 servirán para la construcción de un galpón de 15 metros de ancho, 270 metros de largo, con 6 metros de altura. Tendrá dos puentes grúas que son los que realizarán la manipulación de la caliza, y va a entrar una vía al galpón donde entrarán los vagones para enviar a Río Turbio. “Es uno de los reclamos sindicales que había en los últimos años, el de volver a reflotar el proyecto para darle mayor importancia al muelle de Punta Loyola”, remarcaron. La caliza vendrá en barco y se irá en tren, como era el deseo de los empleados y operarios.

Vale la pena recordar que la piedra caliza es utilizada para bajar los índices de azufre que tiene el carbón y es fundamental para la no contaminación del ambiente.