Detrás de escena con Marilina

“La considero una de las artistas más importantes de la escena, entonces tratamos de estar a la altura” expresó Sandro Díaz, prensa de Guanaco Producciones. La fecha se organizó en conjunto con el ciclo de recitales independientes Nuevo Orden. Horas antes de subir al escenario más austral en el que alguna vez se presentó, Marilina Bertoldi dialogó con TiempoSur. La artista no tuvo reservas y habló sobre transfeminismo, política y rock.

-¿Estás contenta con que la música te haga viajar?

Estoy viajando muchísimo gracias a este solo set, mi formato con la banda entera es complicado, pero me encanta que la música me lleve, este formato es más deforme y me divierte un montón.

-Desde muchos espacios te han definido como inspiradora ¿Alguna vez tuviste esa intención?

Nunca me motivó generar algo en nadie, es para mí lo hice siempre, súper egoísta pero desde un lado muy lindo, personalmente la música siempre fue un lugar de autodescubrimiento, me obligó a conocerme de modos de los cuales nunca me hubiese conocido.

-¿Te considerás referente?

Aparece este momento histórico del transfeminismo, tan importante, un recorrido hecho, me tomo la responsabilidad y quiero hacerlo bien porque sé lo que implica. Es llevarlo al costado, no quedármelo para mí por lo que si llego a inspirar es buenisimo

-Nadie nació transfeminista. ¿Tu deconstrucción afecta la forma en la que intepretás la música?

Sí, claro que cambia. Y en lo personal hay un trayecto muy distinto, lo veo con mis amigas heterosexuales. Tuve que hacerme cuestionamientos zarpados, con dolor. Y ellas hoy se encuentran con planteos que yo ya me habían hecho. Trato de entender dónde están mis actitudes machistas y cuáles debo erradicar y tratar de motivar a que se cambien.

-¿Creés en la fusión de las artes? ¿Qué estás leyendo?

Sí. Leo mucho, entré en una etapa en la que empecé a leer por primera vez poesía, encontré la que me habla a mí, me interpela, de ser quien sos en esta época y teniendo relación con otras personas. Estoy leyendo a Silvina Giaganti y el libro de Cristina. Sea une kirchnerista o no, me parece importante leerlo por ser partícipe de este momento histórico. Que alguien como ella saque un libro así, estoy flasheando. Y tardo mucho porque leo a cuatro, cinco libros a la vez. Tengo otro concepto de lectura, más allá de entender el relato, cuando alguien escribe bien, sus palabras, tomo nota y me las quedo en las frases.

-¿Y lo trasladás a tus canciones?

Incluso a la hora de hablar, a la hora de escribir soy feliz pero no tengo tantas limitaciones. Creo que está bueno encontrar en otras artes algo que te formula imágenes y te cuestiona cómo estás haciendo las cosas.

-Entonces elegís tus palabras, pesás tus discursos. ¿Algo así sucedió cuando te identificaste públicamente como lesbiana?

Me parece importante decirlo en ciertos lugares, siempre fui de mantenerlo en privado y dije que no lo iba a decir, pero siempre lo viví libremente. Y hoy entiendo más que nunca la importancia de decirlo en ciertos lugares. Me han invitado a muchos lugares después de lo pasado con los premios. En los Gardel tenía sentido, en la industria de la música me gustaría que haya un cambio. Realmente quiero que esos premios sean de todes y empiecen a reflejar artistas nuevos. Siempre ganaron artistas que ya estaban consagrados.

-¿Por ejemplo?

Charly García ganó el año pasado. Sí, sacó grandes discos, no quiero cuestionar el artista que es Charly. Se tiene que abrir, siempre se premia al rock y al folclore a veces. Lali Espósito debió haber ganado un premio, es una artista re grande como Abel Pintos. El pop no está visto para ganar el álbum del año. Hay que cuestionarnos qué estamos premiando, si vamos a seguir sosteniéndolo en el tiempo porque sí o sí nos parece artísticamente zarpado o si estamos premiando ventas, no se entiende todavía.

-Charly García dijo que la música está hecha

Sí en el privilegio parece eso, no es algo contra los hombres. A mí me pareció bien decirlo para tirar la bomba y que se debata. Es lindo ese lugar de molestar. Al rock siempre le dijeron que está muerto hace mucho porque los estilos dentro del rock y los recursos dentro del rock dichos desde el hombre heterosexual cis, ya los escuchamos un millón de veces. Yo digo cosas, pero al pararme en un escenario siento que estoy diciendo muchas más cosas que no se estaban diciendo. ¿Qué pasa si se sube una chica trans?

-¿Qué propone el rock que murió?

Podemos seguir escuchando. Pero hay muy pocos hombres en el rock que estén hablando de la situación económica actual, de lo dificil que es vivir hoy en día. Están hablando de salir de joda, de que me robaste a la piba. No hay una problemática y está bueno para despertarlos.

Si empezamos a hablar del rock, ya no es una estética, fue el único género que rompió con todo y hablaba de quienes estaban en los márgenes. Kurt Cobain cuando empezó a hablar en los escenarios no era un chabón popular, al que le iba bien, empezó a hablar para un millón de pibes y pibas que estaban en la misma.

¿Actualmente cómo lo ves?

Hoy en día son más rockeros muchos artistas de trap que los rockeros, no tengo dudas. Y eso que el trap no está diciendo casi nada, pero ya que aparezcan estos pibes de 15, 16 años hablando del barrio no se siente mentira, son sinceros. La sinceridad me parece muy importante. El rock es no intentar gustar. Llegó a un lugar de privilegios tan alto ser rockstar; llenar estadios, vender tickets, que todos te ofrezcan drogas y quieran ser tus amigos, ya no sos un marginado. Sos contra lo que luchabas en realidad y hacés mal uso de poder. Por eso se cuestiona más al rock que otros ámbitos, abusos y violaciones han habido en todos los espacios pero es un problema porque en teoría nos entendían, eran personas como nosotres y estaban en contra del abuso de poder.

¿Cómo se traduce?

Agarrar una menor de edad, una fanática que está enamoradísima de vos porque sos un artista que le habló en momentos de intimidad que emocionó todo y hacer con eso una situación de abuso de poder me parece lo más contrario al rock. Me parece lo más gorra que podés hacer. Más dentro del indie, es inaceptable, porque levantan la bandera. Dedican su carrera entera a decirles cosas re lindas a las pibas y después te enterás cómo ellas relatan cómo son tratadas. Siempre pongo este ejemplo: Si un artista dedicó su carrera a hablar del veganismo y nos enteramos que come asado todos los días nos volveríamos locos, sos un mentiroso, no bases tu carrera en eso. ¡No mientas!

¿Se ha roto la figura del ídolo?

Completamente. Imaginate, Calamaro dice algo, se le viene toda la gente encima y está enojado porque no entiende por qué la gente lo cuestiona. Basta de hipocresía, es importante el concepto del famoso, de la figura inalcanzable e incuestionable. Eso es gracias a las redes también y no sólo el feminismo. El hecho que tengamos voz como seguidores. Si llegás a mucha gente, tenés que estar a la altura de ese privilegio. Es peligroso, pero hay casos y hay casos.

Definitivamente no se puede separar a la obra del artista, es algo que tenemos que olvidar. Esto incluso puede significar que el artista decida no hablar de política, más allá de que todo es política y lo entendimos en este último tiempo. Es muy importante quién está diciendo las cosas, hay muchos lugares de representación.

¿Todo esto que te construye, cómo te posiciona a la hora de recibir las críticas? ¿Es algo que sucede cuando llegás a mucha gente como vos ahora?

Cuando salí con “Sexo con Modelos” (2016) antes de enojarme entraba a ver el perfil de las personas que me estaban criticando. Tenemos un ideal de que la persona que critica es igual a vos, tiene las mismas experiencias y es un pibito o un señor grande que nada que ver. En algún punto me gusta caerle mal a la gente que le cae mal, es un buen lugar. No me gustaría que a mis shows viniera gente que está en contra del feminismo y no encontrara la importancia de eso, por ejemplo. Cuando decidís que no tenés que gustarle a todes las críticas las tomás diferente.

Vos misma dijiste que te gusta molestar.

Claro, lo tomo como una victoria llevarme mal con cierta gente. Cuando tuve peleas públicas con personas descubrí que hay algunas batallas que me gustan. Mucho de eso lo saqué de Malena Pichot. Es la mujer que me sacó de un lugar a las cachetadas y usó sus privilegios para hablar de feminismo. Le cerraron las puertas en todos lados y siguió hablando de eso. Ella se peleó con quien había que pelearse, gente del mal.

Parece que siempre estás pensando en lo que viene. ¿También te pasa con la música?

En este show sí. Estoy todo el tiempo armando. Tengo una estructura pero hay cosas que armo en vivo. Hay mucho de improvisación, elección de audios, algunos arreglitos. Cosas que muchas veces me doy cuenta yo y van transformando mucho la canción. Y en mi casa estoy haciendo otras canciones, tengo muchas ganas de sacar algo nuevo. ¿Qué más puedo sacar de este disco? Gané un premio, ya está.