“Hay muchísimas cesáreas innecesarias”

Desde 2016 Santa Cruz es la segunda provincia con más intervenciones de este tipo en el país, superando ampliamente el 15% que recomienda como máximo la OMS sobre las intervenciones quirúrgicas mediante una laparotomía seguida de una incisión en la pared uterina.

Desde 2004 en Argentina que cada persona gestante tenga poder de decisión sobre el nacimiento, caso contrario sería violencia obstétrica, acorde a 25.929.

“Los protocolos en hospitales y clínicas solo esperan a aquellas mujeres que quieren parto vaginal hasta la semana 42 por la fecha probable de parto” explicó Lorena Galeano, doula de Río Gallegos. Agregó que desde la semana 38 hasta la 42 el cuerpo puede realizar el proceso solo, pero hay que respetarlo.

Trabajo de parto- Desde su perspectiva, se debe a la falta de información en materia de derechos y los procesos naturales. Alertó sobre las consecuencias psicofísicas en la salud a corto y largo plazo de estas intervenciones, cuando son una herramienta que no se usa con el objetivo de asegurar la salud de las familias que dan a luz.

Cordón corto, persona gestante muy joven o adulta, cumplir la semana 40 de gestación, bebé “alto”, edemas y fechas u horarios de conveniencia, son justificativos necesarios para una cesarea. “Muchas veces se programa por las fechas, es una forma de controlar lo inestable, pero en realidad se deberían esperar los indicios de trabajo de parto” explicó Galeano. La guardiana de los nacimientos explicó que cuando la intervención es “innecesarea” acarrea malestares posteriores como falta de hormonas propias que generan conexión con el recién nacido, el paso por el canal vaginal que posee bacterias importantes para el desarrollo del sistema inmune y el incumplimiento de la hora sagrada, que estipula un contacto sin todo lo que requiere recuperarse de una cirugía, sino de un parto natural principalmente.