Historia de vida La revolución de Manuel No soportó la situación del país, controlar que no hubieran saqueos, lo que compraba la gente y reprimir marchas de opositores. Este ex oficial de Aviación Naval venezolano, ahora desertor, debe empezar de cero en Río Gallegos. (Por José Antonio Villanueva) 17/12/2017 • 10:26 “Cuando se arregle Venezuela me gustaría volver”. (Foto: C.R) Detener audio Escuchar El miércoles 7 de julio, el ex oficial Manuel Hernández (24 años) recibió en su casa, en Valencia, en la República Bolviariana de Venezuela, una “solicitud de comparecimiento” por parte del General de Brigada José Rafael Silva Aponte. Ese día, Manuel estaba, como ahora, en Río Gallegos y nunca tuvo en sus manos el documento original de esta exigencia de la Aviación Militar Bolivariana. El Licenciado en Ciencias Navales dejó su tierra en enero de este año. Cruzó la frontera por Colombia, fue a Chile y vivió allí casi tres meses sin antes efectuar la solicitud de refugiado. Luego pegó el salto hasta la capital de Santa Cruz, para visitar a su hermana que vive aquí desde hace dos años. “Vine a visitarla en su cumpleaños y me quedé”, cuenta. Aquí, el desertor, hizo lo mismo en la Dirección Nacional de Migraciones. Manuel se fue, por un motivo simple: no podía garantizar alimentos, remedios, ni lo básico para vivir a su familia en una Venezuela convulsionada cada vez más. “Huí de la situación actual”, explicó. Incluso le tocó supervisar que “la gente no saqueara los supermercados”, pero además controlar lo que compraban. En el país vino tinto, la escasez de productos es normal, y conlleva que para adquirir lo elemental de la canasta básica, se deben hacer largas filas desde el día anterior en cada supermercado. Se compra por número de cédula (lo que en argentina sería el DNI) y el dinero literalmente no alcanza. “Cuando me fui el dólar estaba mil bolívares, ahora esta cien mil”, advirtió. Ir al mercado del barrio para comprar pan, pollo, carne es imposible en su país. Existen productos pero son importados, y solo un mínimo porcentaje de la población puede adquirirlos. El año pasado, sus superiores le encomendaron una tarea a él y sus compañeros de Aviación Naval, escribir un informe sobre el país, la revolución. “Ese informe que debíamos escribir era para mantener vivo el espíritu revolucionario”, dijo. “No sé mentir”, aclaró y no lo redactó. Su imagen cambió. Ahora lo investigaban. Manuel lo previó y se fue solo. Después sería el turno de su esposa e hijo de 3 años, que ahora viven en Chile. Su suegro abandonó Venezuela en septiembre de este año. “Cuando me fui, Estados Unidos me dio 5 mil dólares para salir de Venezuela”, explicó y luego sonrió, pero lo hizo como cuando alguien cuenta un mal chiste. Manuel está capacitado: dictó clases en la Universidad. Pero ahora debe empezar de cero. Analiza varias posibilidades: una, estudiar Ingeniería en la UTN, debido a sus conocimientos ya obtenidos; la segunda, Recursos Humanos pero en una Universidad privada, pero el dinero es un problema, es que en su oficio, realizó tareas administrativas; y la tercera, estudiar para docente. Ahora da clases particulares de Matemática y Física. Manuel se fue, pese a que su condición de militar lo hacía acreedor de “beneficios” que otros no tenían. “Tratan de tener a los militares de la mejor forma posible para que ellos lo sigan apoyando. Lo que digo es relativo a lo que es una realidad a ciencia cierta de un ciudadano común”, disparó. Manuel estudió y se preparó para ser piloto. Superó todas las pruebas y exigencias físicas, como intelectuales. Tuvo 89 horas de vuelo más 25 simuladas, pero por obvias razones, no finalizó el curso. (Nota completa en la edición impresa de TiempoSur) Temas historia Migrante aviación naval Lás más leídas en Info General 1 El Gobierno frenó más de 2.000 obras públicas y se agrava el desempleo en la construcción Santa Cruz 2 Cómo impacta el aumento del boleto del colectivo al bolsillo de las familias de la ciudad Santa Cruz 3 La desocupación en Trelew-Rawson es la segunda más alta de la Patagonia Santa Cruz 4 ANMAT prohibió un aceite de oliva: qué marca no hay que comprar Santa Cruz 5 Se realizará la construcción de una granja de algas en Santa Cruz Santa Cruz
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