Opinión

Impuesto sobre Bienes Personales, una solución cortoplacista

El CEO de Estudio Lisicki, Litvin & Asoc, Cesar Litvin, dialogó con TiempoSur para analizar las modificaciones sobre el proyecto de Bienes Personales que, tal como informáramos, tendrá un rápido tratamiento. La intención del oficialismo es sancionar la ley el próximo miércoles 29. Hay escepticismo en los inversores cuando necesitan previsibilidad. 

  • 24/12/2021 • 08:15
Cesar Litvin
Cesar Litvin

Tal como publicáramos en el día de ayer, el proyecto de ley de reforma del Impuesto de Bienes Personales, aprobado en la Cámara de Diputados y refrendado por la Comisión de Presupuesto del Senado el pasado día miércoles, eleva el monto mínimo no imponible a partir del cual se abonará el tributo, junto con un incremento en las alícuotas para los patrimonios superiores a 100 millones de pesos. La iniciativa impulsada por el Frente de Todos, que podría ser sancionada el próximo miércoles 29 en la Cámara Alta, establece “elevar de 2 a 6 millones de pesos el monto mínimo no imponible a partir del cual se abonará el tributo; incrementar las alícuotas para los patrimonios superiores a 100 millones de pesos: la alícuota para los patrimonios comprendidos entre los $ 100 millones y los $ 300 millones pasa de 1% a 1,5%, y los mayores de 300 millones de pesos verán incrementada su cuota al 1,75%; Incorporar una cláusula que mantiene en 2,25% (la alícuota) sobre los bienes en el exterior.

En relación a este proyecto, el tributarista Cesar Litvin, recordó a TiempoSur que Bienes Personales "es un impuesto que se creó en 1991 por nueve años y ya cumplió treinta”, situación que sostuvo, “genera escepticismo, falta de confianza en los contribuyentes, ya que donde cada vez que se impone un impuesto transitorio es notoriedad queda en permanencia”. También en este aspecto señaló la ley de solidaridad del 2019, “creada por dos años, una alícuota a bienes en el exterior, pero pasaron los dos años y la voracidad fiscal hace que vuelvan a insistir, pero ya en forma permanente con esta cuota para bienes en el exterior”, y opinó: “Eso me parece mal porque los efectos económicos de cada impuesto que se crea o aumenta, es lo que incide en la actividad económica”.

En otro tramo de la entrevista, explicó que “hoy todos los países están buscando competitividad, atraer inversiones a través de sistemas tributarios que sean estables, Argentina no lo es, y a través de sistemas tributarios con tasas razonables. Hay una competencia entre países para atraer inversiones post pandemia y Argentina está en el camino inverso, el de seguir aumentando impuestos, seguir gastando. No hay señal para bajar el gasto público en lo que no es esencial para la población”.

Si bien señaló que “hay algunos pocos ganadores “, en el tramo que va entre los 2 a los 6 millones de pesos, el mínimo no imponible en 6 millones “tiene sabor a poco, como mínimo debe ser 20 millones de pesos”.

Litvin confía en que “el efecto sea más recaudación en el corto plazo, pero menos recaudación en el mediano y largo plazo”, y continuó: “El 2,25 es confiscatorio. En nuestro estudio hemos visto que en muchos casos absorbe toda la renta y muerde parte del capital”. Indagado sobre soluciones, manifestó que “lo primero que hay que hacer es una simplificación porque 11 de los tributos generan el 90% de la recaudación, están sobrando mucho más de 100”, y comentó: “Cuando vienen inversores a preguntarme como es el sistema tributario en Argentina, verdaderamente me da pudor decirles que hay 170 tributos, pero además una presión fiscal elevada y no hay estabilidad. El inversor quiere conocer las reglas de acá a una década, cual es el costo y cuál es la rentabilidad. En esto estamos equivocados”.

Otra parte de la solución, según el profesional, quien expresó que el oficialismo "está presionando un poco a los gobernadores" para lograr la extensión de esa alícuota, "con el argumento de que, con más recaudación, se distribuye más sobre las provincias", es la modificación de la Ley de Coparticipación Federal, “que es del 80, que es ya una ley obsoleta y estamos incumpliendo por 25 años consecutivos una manda constitucional que nos obligaba en dos años unificar la ley, de coparticipación, plazo que venció en 1996. Estamos repartiendo la torta de la recaudación con una norma obsoleta”, reforzó.

Por ultimo dijo: “Hay que reformular el sistema tributario, hacerlo más simple, con una presión fiscal más adecuada y hay que imitar a los países que en los últimos 10 años han bajado la presión fiscal y le aumentaron la recaudación, porque hubo más inversión, actividad económica, generación empleo y movimiento interno”.