Por la inflación

Aumentos: la página para conocer los precios de referencia en cada ciudad

El referente de la ONG Consumidores Argentinos, indicó que no deberían existir suba de precios y que tampoco hay “más margen” para que se sucedan para las fiestas de fin de año. La preocupación por la relación entre salario e inflación.

  • 17/10/2021 • 10:44
“Mil pesos no es mucho dinero, pero sirve solo a veces para una comida, por eso hay que estar atentos a la especulación”
“Mil pesos no es mucho dinero, pero sirve solo a veces para una comida, por eso hay que estar atentos a la especulación”

La emisión de mayor cantidad de billetes basados en las políticas públicas que comenzó a implantar el Gobierno nacional luego del resultado de las PASO, no provocará necesariamente mayor inflación.

Así lo sostuvo Sergio Procelli, titular de Consumidores Argentinos.

“Los economistas monetaristas dicen que al haber mayor emisión, generan más inflación, pero los economistas no se ponen de acuerdo, porque esto no es tan lineal”, destacó Procelli a TiempoSur.

El referente de la ONG recordó que en 2016 y 2017 hubo menor emisión y la inflación fue superior. “La inflación tiene que ver con muchas variables y no es exactamente la emisión lo que influya exclusivamente. En Estados Unidos, que emite mucho más, tiene inflación pero por diversas políticas y circunstancias que impacta y no hay una relación directa”, abundó.

Con mayor o menor emisión de billetes, la inflación de septiembre tocó el 3,5% a nivel nacional según el INDEC, y fue superior en la Patagonia, con 3,7%. El acumulado interanual trepó a 52,5%.

“La inflación tiene otras causas que tienen que ver con la concentración de mercados, especulación financiera, primarización de la economía, y producción de materia prima porque depende de lo importado y muchas variables no necesariamente tienen que ver con las políticas de incrementar el consumo”, destacó.

Recordó además que el año pasado, no hubo mayor consumo producto de la pandemia, pero sí aumentaron los precios en general y sobre todo los alimenticios.

“Lo que sí importa es la relación aumento de salarios con la inflación, porque si suben por encima de los aumentos de precios, no hay problema, pero sí impacta cuando están por debajo del valor de la canasta básica, porque son productos que la gente no puede prescindir”, apuntó.

 

TS:¿Sirven los acuerdos de precios firmados en la semana?

Procelli: Lo que sucede con los acuerdos de precios que comenzaron en 2014 en adelante, es que no se piensan como medidas antiinflacionarias sino sobre la base de tener precios de referencias, porque en un contexto así, uno pierde contacto con el precio de los productos porque comprás algo y no sabés si lo estás pagando caro o no, ya sea por especulación o si es el precio real. Por eso el acuerdo sirve para que por 90 días haya un precio promedio, y si se cobra por arriba quiere decir que me cobran lo que no corresponde.

Después terminan siendo precios más baratos porque los demás (que no están dentro del acuerdo) aumentan y ese no.

Las medidas más macro contra la inflación tienen que ver con un estudio de trazabilidad de cada producto. Cada cadena se echa la culpa unos a otros.

 

-Si uno se guía por los precios, en Santa Cruz es común que la carne tenga un costo ahora el doble de lo que se paga en otros lugares y en relación a Precios Cuidados.

Muchos productos, como la carne y verdura son por temporada, y además influye el costo del traslado.

Hay un problema con el último programa que se implementó de Precios Cuidados porque no fue general, es decir, no fue para todos igual y así es difícil tener un control claro. Si recordamos, en 2015, cuando salió el primer programa, había un listado único que uno podía ver y estaba señalizado en los supermercados y hasta había un 0800 donde uno podía reclamar, pero hoy el único medio para saber esto es una aplicación, porque el acuerdo es por zona geográfica, el mercado es más complejo, y no es práctico, y es una de las causas por la cual fue la salida de la secretaria de Comercio de la Nación, Paula Español.

Era un sistema bien intencionado, intelectualmente bien pensado, pero no era acorde a las herramientas que tiene la gente para controlar y no estaba bien ejecutado en la práctica.

 

-¿Qué se le puede recomendar a un consumidor, en un contexto de aumentos permanentes?

Debe estar informado con lo que va a comprar. Lo que sucede es que hay mucha dispersión de precios. Por ejemplo, la yerba que cuesta entre 230 y 270 pesos, según donde se compre, o una batería de promociones con publicidades de descuentos del 30%, y eso genera dispersión porque se compra algo más caro.

Por eso mil pesos no es mucho dinero, pero sirve solo a veces para una comida y hay que hacerlo rendir, por eso hay que estar atentos a la especulación. Por ejemplo, saber cuál es el precio de referencia de la yerba para tener una noción de cuánto cuesta de acuerdo a cada ciudad.

Existe el sitio Preciosclaros.gob.ar que detecta el precio en cada zona, el más barato.

 

-¿Se debe esperar a que aumenten los precios? Es decir, esto pareciera que no va a parar

Esperemos que no, sobre todo los precios de la canasta básica, y es importante que dejen de aumentar porque se están llevando más porción de los salarios.

El dólar por ahora está estable, los servicios congelados por el proyecto de zonas frías, por lo que no debería haber motivos para que aumenten las cosas.

 

-Si no hay subas ahora, si lo habrá para las fiestas de fin de año, época en la que siempre hay incrementos.

Si, suceden, pero habrá que ver en donde aumentan los productos. La canasta navideña tiene un impacto, pero no hay margen para más. Si aumentan las cosas, caerá el consumo.

No hay forma de medir de qué manera el consumo se concentra más en algunos más que en otros. El fin de semana largo, mucha gente viajó, pero el tema es qué pasa con un sector social que no tiene ese poder adquisitivo. Hay un sector que consume más porque concentró los ingresos y cada vez más gente tiene menos.

La inflación ataca los que menos tienen y asalariados que ocupan más dinero para el consumo diario, con lo cual se deben privar de consumir otras cosas. Preocupa cada vez más la diferencia entre salario y acceder a los alimentos, porque esa diferencia es cada vez mayor.