Qué manera de arrancar

Dieron vuelta la taba; cambiaron la racha, y lo hicieron no en base a la suerte sino más bien al trabajo, al esfuerzo, la dedicación y la constancia. Los U-15 de San Miguel no tuvieron el mejor de los años, al menos en cuanto a resultados en lo poco que se jugó del 2021, año en el que recién las competencias estaban intentando retomar el camino que surcaban antes de la pandemia del Covid-19.

Lo único que hubo, entonces, fue lo doméstico. No Argentino de Clubes, ahora Torneo Federal de Divisiones Formativas, y tampoco Juegos Nacionales Evita. Eventos estos en los que suelen participar, entre tantos otros, los equipos de nuestra ciudad.

En Li.Ba.R., el cambio de categoría y el parate del 2020 le pegó fuerte a esta camada del Santo. Tanto que ganó poco. Títulos, ninguno. Como si fuera poco, perdió todos los enfrentamientos del nuevo clásico capitalino por el presente de ambas instituciones más que por una construcción del pasado, ante Hispano Americano. La conformación de los equipos, este año, cambió. Por obvias razones que tienen que ver con la edad de los jugadores. Con lo cual, San Miguel parecía que se iba a quedar sin la posibilidad de tomarse revancha. Por esas cosas del destino, los U-15 del Santo volvieron a cruzarse con sus viejos victimarios. Lo hicieron en el Torneo de Primera División Masculina de la Liga de Básquet Riogalleguense. Jugaron, una vez, durante la fase de grupos.

En aquel encuentro se repitió lo del 2021. Los ex U-15, y ahora U-17, del Celeste volvieron a imponerse, y lo hicieron de manera contundente.

El pasado miércoles por la noche, en el Tito Wilson, víctima y victimario, deportivamente hablando claro, volvieron a encontrarse. Fue en el primer partido de la serie de semifinales de la Copa de Plata 2022. Los U-15 del Santo ganaron esta vez la pulseada. En gran partido, emocionante hasta el mismo final, los dirigidos por Roberto Carballo se impusieron por 65 a 62. De esta manera, San Miguel Bordó se adelantó en el playoff y quedó a un triunfo de ser finalista. Esto, en lo que es su primera participación en la máxima categoría.

De no mediar problema alguno, porque en Li.Ba.R. a la hora de programar todos los días se cuecen habas, el segundo cotejo entre Hispano Americano Blanco y los U-15 del Santo, se llevará a cabo el próximo lunes. Será de nuevo en el Tito Wilson y a partir de las 22:15.

Está claro que, por la paridad mostrada en el primer juego, la serie no está definida ni mucho menos. También porque en épocas de playoffs lo que pasa en un partido queda en ese mismo partido.

En el siguiente la cosa puede cambiar. Hacerlo, además, radicalmente. También como no.

San Miguel Bordó tiene en claro que se ganó una batalla, pero no la guerra y que esto sigue y puede ser largo. A conciencia, entonces, se preparará estos días, pensando en que lo pasado, pisado.

Lo mismo pasará en el búnker de los hispanistas. Los chicos parecen haber recibido el cachetazo y no estar dispuestos a poner la otra mejilla.

Por lo que pasó y por lo que habrá en juego, el partido del próximo lunes, si es que se juega finalmente ese día, promete y mucho.

Más allá de cómo termine la cosa, los dos equipos dieron muestras este año de avances y logros. Jugando de igual a igual en un torneo de mayores y con buenos pasos en eventos nacionales y regionales.

Los U-17 de Hispano Americano tuvieron una buena participación en el Torneo Federal de la categoría, en el que cayeron en segunda ronda.

En tanto, los U-15 de San Miguel arrancaron el año ganando el campeonato federado en la Cuenca Carbonífera. Después llegaron hasta la última fase previa al Top Ocho del Torneo Federal. En el Evita, fueron campeones locales y provinciales y quintos en la final de Mar del Plata.