Automovilismo

Lo tiene casi listo

Respetando los tiempos y las formas de la cuarentena, en Río Turbio, algunos pilotos/mecánicos están trabajando en el armado de los autos que utilizarán una vez que se levanten las medidas de aislamiento y se ponga en marcha el certamen. El que avanzó en este aspecto fue Miguel Mangifesta que ya tiene casi listo a su nuevo Gol. Vale la pena recordar que este experimentado corredor había arrancado el año para participar del campeonato de Fiat 600 pero algunas cuestiones organizativas lo llevaron a desistir de la idea y fijar nuevas metas y objetivos.

  • 19/04/2020 • 08:57
La cabina del nuevo auto de Mangifesta está lista.
La cabina del nuevo auto de Mangifesta está lista.

No está siendo un año fácil para el automovilismo deportivo. En general. Y en particular para el de la Cuenca Carbonífera, tampoco. Si algo le faltaba a este 2020, y a los amantes tuercas, era el Coronavirus. La declaración de la pandemia y la posterior puesta en cuarentena del mundo, primero, y de nuestro país, después, terminó siendo la gota que rebalsó el vaso. Sin acción en pista, uno podría de imaginar que la misma se trasladaría a los talleres. Pero no fue así. Es que las reglas del aislamiento hicieron imposible esto. Al menos para algunos. Otros, con mayor suerte y los permisos del caso, pudieron meter mano en sus autos. Tal cual fue el caso de Miguel Mangifesta. En un principio la idea de éste era correr en la categoría Fiat 600. Siguiendo esta decisión propia, y también de su equipo, se hizo de todo lo necesario como para armar el auto. Con el correr del tiempo, y viendo que la categoría tenía algunos puntos flojos en cuanto a su organización, Mangifesta pegó el volantazo y cambió de meta y objetivo. Inmediatamente, entonces, vendió todo lo adquirido y empezó a armar de cero un Gol. “En enero lo metimos al taller y empezamos a trabajar con el chasis nuevo. El proyecto está bastante avanzado. Iniciamos con la parte de soldadura y después con la jaula, quedamos parados un tiempo cuando nació mi nene pero avanzaron los chicos. Hoy está casi terminado. Ahora tengo un motor, estamos en un 80% con el auto listo”, dijo el rioturbiense. Lo que falta de trabajo se hará mientras se pueda durante lo que reste de la cuarentena y sino ya una vez que finalice la misma. La idea es poder poner el auto en pista para cuando se retome la actividad. Algo que por ahora no se sabe cuándo ocurrirá.

El Panky también cambió

Otro que parecía tomar un camino y sobre la marcha decidió volantear e ir por otra dirección fue Danilo Guichaquelén. Éste tenía un auto para correr en rally, al menos esa era la idea inicial. Tanto del propio corredor como de su equipo. Sin embargo, los últimos acontecimientos y las incertidumbres generadas a partir de éstos, entre otras cosas, llevaron a Panky, como se lo conoce en el ambiente tuerca de la Cuenca Carbonífera, a cambiar de parecer. Y no sólo eso, sino también de rumbo. Por lo que optó el también rioturbiense fue por dejar el campo traviesa y pasar a un circuito cerrado. La competencia de pista, como se la conoce generalmente. Claro que para eso, necesitaba hacer cambios en su auto. Porque cuando en un primer momento se inclinó por participar del campeonato de rally lo hizo con el posterior armado de un auto. El factor presupuesto también fue determinante a la hora de optar por el cambio. Decisión que fue más allá de la misma y llevó a un trabajo mayúsculo. De todos. Es que había que cambiar casi radicalmente el auto. “Estaba listo en un 95% para correr en rally. Con lo cual, para nosotros cambiarlo a las exigencias de la pista nos significó algo así como armarlo de nuevo. La jaula se modificó por completo. Tiene caños nuevos. Le falta hacer muchas cosas todavía. Queremos tener un auto completo, que sea competitivo”, contó Guichaquelén.  

El experimentado piloto aprovechó la oportunidad para hablar de la categoría y del campeonato más específicamente. Se refirió a la baja cantidad de inscriptos que había tenido la fecha de apertura del certamen. Motivo éste que derivó en una primera suspensión de la prueba. “Yo creo que pasa mucho por lo económico. La realidad es que los precios de todo se fueron por las nubes. Los chicos no pueden correr el campeonato completo. Sí algunas fechas. Para poner un auto en pista, por ejemplo, entre el seguro y el cambiarle algo y otras cosas, cuesta entre 15 y 20 mil pesos por fecha”, finalizó Panky.

 

Encontró dueño

En marzo pasado, Franco Sanhueza había publicado en redes sociales su intención de alquilar su auto de carrera. Éste, apto para participar de la categoría 1600cc. No era una unidad más sino el Gol con el que el piloto de la Cuenca Carbonífera obtuviera el título del 2019. Después de un tiempo de haber estado publicado el auto y tras una rápida negociación, Sanhueza le encontró nuevo dueño al Gol. Los que se hicieron momentáneamente del auto fueron Néstor Pereira y Armando Guardia, quienes lo prepararán ahora y lo alistarán para cuando retorne la acción. El primero lo usará en calidad de piloto titular mientras que el segundo lo hará como invitado en alguna de las carreras especiales del calendario.

 

Todavía sin acción

El campeonato válido para este 2020, debía de haber arrancado en febrero pasado. Fueron varios, y de distinta índole, los problemas con los que se encontró la Asociación de Volantes de Río Turbio. Los dirigentes no pudieron lidiar con ninguno y en todos los casos los inconvenientes terminaron por ganar la pulseada. A tal punto que fueron suspendidas las dos primeras carreras del año. La segunda, prevista para mediados de marzo, quedó atrapada en medio de la cuarentena y sin posibilidad alguna de llevarse a cabo.

Lo mismo pasó ahora con la tercera jornada, que había sido programada para este fin de semana. La extensión del aislamiento hizo que la AVRT tuviera que suspender nuevamente su actividad. En principio, la cuarta fecha está programada para el próximo 9 y 10 de mayo. Al ritmo de los acontecimientos, la misma se encuentra en duda. Grande ésta, por cierto. (Fuente: Te Paso la Pelota)