La famosa bisabuela runner participará de la Corrida Atlética “TiempoSur”

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Se trata de una mujer que ha alcanzado la popularidad por sus importantes logros deportivos y por el ímpetu y vitalidad que transmite a quienes la conocen y saben de sus cualidades. Este jueves, en diálogo con el programa “La sobremesa” que se emite por Tiempo FM 97.5 contó su historia y las expectativas que le genera participar de este evento deportivo donde, a la fecha, ya hay más de 400 inscriptos.

“Toda mi vida hice deporte, primero vóley, luego tenis y a los 72 años que conocí el running”, cuenta. Llegó a esta disciplina cuando se enteró a través de su hija de un grupo que iba a correr a Villa La Angostura y dadas sus ganas por conocer el lugar, decidió embarcarse en la travesía de las personas que corren. “Me impactó la parte social, la amistad que se vivencia. Entré a un grupo de jóvenes y me hicieron sentir una amiga de siempre. Entonces ahí dije; yo sigo con esto”.

Elisa tiene 85 años, 5 hijos, 11 nietos y 5 bisnietos. Pasó su infancia y juventud al aire libre, entre el lago y los Alpes Italianos de Como, la ciudad al norte de Italia donde nació. “Me crie en ese ambiente, por eso me gusta la carrera de aventura y no tanto la calle”, sostuvo.

Ha recorrido distintas partes del mundo corriendo maratones. Participó en más de 50 carreras en Reino Unido, Río de Janeiro, Italia, Ushuaia, San Luis, Jujuy, Salta y varias veces participó del cruce de los Andes. Su historia de vida es tan inspiradora que ya tiene un libro y una película basados en su experiencia.

“El cruce de Los Andes se hace en cinco días, por lo que caminaba más de 30 kilómetros por jornada, después hice carreras de 21 k, de 15K. Ahora ya estoy haciendo menos, no corro. Camino rápido o troto”, confió.  

Ahora llegará a Río Gallegos, una ciudad ventosa que no la atemoriza. Jocosamente señaló que “pondrá piedras en sus bolsillos si es necesario” y pidió que algún integrante del equipo del diario TiempoSur la siga en este nuevo desafío: “Espero que alguien me acompañe”, instó.   

De espíritu aventurero, en esta práctica encontró una manera de vivir y disfrutar la vida, de conocer gente, de estar en contacto con la naturaleza y de fortalecerse no solo de manera física sino también mental.

“Ojalá llegue con mi ejemplo a mucha gente. Entreno todos los días de ocho a nueve de la mañana. Es una forma hermosa empezar el día, así y volvés con otra energía mental. Espero que el viento se guarde ese día y que sea un día hermoso para que disfrutemos todos y puedo conocer esa parte de la Argentina”, concluyó.