Río Gallegos en los años '90

Nostalgia: Los rubros que fueron un éxito y tuvieron que cerrar

Parripollos, canchas de paddle o locutorios. Postales de rubros que fueron un boom y que, por sobrepoblación de oferta o cuestiones económicas, terminaron desapareciendo. El avance tecnológico también terminó afectando a muchos de ellos.

  • 07/08/2021 • 08:45
Postal de la era pre 2001.
Postal de la era pre 2001.

Corrían los años ´90 en Río Gallegos. La ciudad vivía una burbuja económica basada en la convertibilidad, donde un dólar era un peso. En aquel entonces varios fueron los comercios de moda que han llegado a la capital santacruceña, teniendo un importante auge pero que, con el correr de los años y producto del fin del uno a uno, la excesiva oferta y la crisis económica, terminaron desapareciendo.

Locutorios y cibercafés

Durante los años ´90 la forma de comunicarnos era diferente. Internet como banda ancha todavía no había llegado y lo que existía era el dial-up, la conexión a internet por teléfono todavía era un sistema caro que no llegaba a todos los domicilios. Y si a eso se le suman los altos costos, da como resultado un internet poco accesible. Para dar solución a esto –y a los altos precios de la telefonía doméstica- surgieron dos tipos de comercios que a la fecha desaparecieron casi en su totalidad. Esto hizo que florecieran dos comercios: El locutorio y el cibercafé, hoy ambos extintos. En un repaso histórico, el primero en aparecer fue el locutorio, locales comerciales con varias cabinas telefónicas para que la gente pague el precio por minuto de línea utilizada. Con el correr de los años fueron sumando servicios, siendo el de llamado de larga distancia el más utilizado. Con el correr de los años y el avance de una sociedad que se preparaba para la llegada del nuevo milenio, se fueron modernizando. La necesidad de la colocación de impresoras y las primeras computadoras con conexión a banda ancha estuvieron en estos lugares. Y fue la piedra fundamental y un prototipo de lo que sería posteriormente el cibercafé.

Estos locales en un primer momento ofrecían algo que era novedoso en aquel entonces, como las salas de chat o la creación de casillas de correo electrónico. Por más alocado que esto suene en pleno 2021, fue todo un evento de avance en la sociedad de Río Gallegos. Los primeros que aparecieron en la ciudad fueron comercios como Java o El Portal. Estos salones luego se fueron transformando en lugares de competición en las primeras escenas competitivas de videojuegos online, como así también la utilización de las primeras redes sociales o herramientas de comunicación como MSN o MySpace. En un primer momento el concepto era una cafetería con conexión a internet, pero cada vez más gente optaba por la computadora por sobre la taza de café.

A medida que se fueron haciendo más accesibles económicamente las computadoras y la conexión a banda ancha en las casas, la gente dejó de ir a estos lugares. La llegada de los teléfonos inteligentes con 3G terminó de lapidar a un negocio que tuvo su auge entre 1998 y 2009. El avance tecnológico los terminó comiendo a los dos.

Los máximos exponentes

Quizás a la hora de hablar de rubros que fueron furor y ya no existen, las dos principales referencias son las canchas de paddle y los parripollos. De hecho, ambos casos son utilizados para estudiar los fenómenos de aquellos lugares que son pioneros, surgen cientos de copias y quedan en el ocaso, obligando a sus dueños a cerrar las persianas. Ambos compartieron época y sirvieron a los analistas para observar fenómenos, tendencias y economías que posteriormente producto de agentes externos, terminaban explotando. En Argentina hubo años en que la inversión para la instalación de cualquiera de estos dos rubros iba a dar ganancias. El rubro de la gastronomía basado en pollo terminó hastiando a la gente que si bien optaba por una comida económica, terminaba con una sobre oferta. ¿Cuántas veces a la semana puede comer pollo a la parrilla una familia? Si a eso se le suma que había uno en cada esquina, dan como resultado un saldo negativo. En tanto las canchas de paddle, en un país netamente futbolero, quedaron relegadas y olvidadas, aunque de a poco en esta última década comenzaron a resurgir.

Los parripollos fueron un furor en plena década de los ´90.

 

Las canchas de paddle vuelven de a poco.

Videoclubs y salas de juegos

Una de las clásicas costumbres que se tenía durante los años ´80 y ´90 era la tradición de alquiler de películas durante los fines de semana. Todos tenemos el recuerdo de haber ido un viernes o sábado por la noche con nuestros padres, madres, hermanos o grupo de amigos a recorrer los videoclubs buscando algo qué mirar. Era realmente un ritual que unía a las personas frente al televisor y una videocasetera para ver alguna cinta, ya sea del humor argentino que estaba tan en boga por aquellos años o adentrarse en el furor del cine de horror que fueron esas décadas. El videoclub sirvió para llenar la necesidad que tenía la gente de mirar películas en la comodidad de su casa, ya sea con familiares o amigos.

La llegada pronta de internet, el DVD y la facilidad de piratear largometrajes fueron el declive de estos locales. El servicio de streaming fue la patada final. El último videoclub de Río Gallegos cerró en el año 2018.

Por otra parte, otro rubro que fue furor en Río Gallegos –y tuvo su espacio propio en este suplemento- son los arcades, las clásicas salas de videojuegos. Con un precio de ficha que rondaba entre los diez y veinticinco centavos, fueron varios los locales que pasaron por la ciudad. Quizás sean sus máximos exponentes Bumper y Sacoa, eternos rivales no solo por su ubicación (frente a frente, divididos por la vieja avenida Roca, hoy presidente Néstor Kirchner), sino también porque apuntaban a públicos diferentes.

 

Todo por dos pesos

En plena era de los noventa y a principios de los años 2000 uno de los rubros clave que cobró vital importancia fueron los locales “todo por dos pesos”. Se denominaban con ese nombre porque justamente eran bazares de productos que no superaban ese precio, ofreciendo una alta variedad. La convertibilidad permitía la importación de artículos a muy bajo precio, alivianando costos tanto para vendedores como compradores. Réplicas, “bootlegs” o simplemente “truchos” eran las palabras que definían a estos locales, que tuvieron una fuerte venta principalmente de juguetes. El rubro luego del fin del 1 a 1 se vio complicado para la importación, en una economía que quedó tambaleante para todos.

 

Venta de videojuegos

La llegada de consolas como PlayStation y SEGA a finales de los años ´90 a la ciudad hizo que creciera en Río Gallegos el incipiente rubro de la venta de videojuegos. La posibilidad de descarga y copia de videojuegos pirata permitieron que estos florecieran, gracias a los precios relativamente bajos. La llegada de los servicios digitales y la mejor seguridad de las consolas para no permitir la lectura solamente de juegos originales fueron la causa de la caída de este rubro.

 

Actualidad

Llegando a la década del 2010 y la joven década del 2020 son varios los negocios que han tenido auge y siguen vigentes. Las casas de elementos de regalaría o diseño han cobrado especial relevancia desde los años 2015 a la fecha, con varias de ellas en el centro de la localidad. A eso se le pueden sumar rubros gastronómicos como el de las hamburguesas o panchos gourmet, que lograron darle una vuelta de tuerca de calidad a una comida accesible en cuanto a precios. Se le puede sumar además la creciente tendencia de cervecerías artesanales, otro de los hits que ha pegado en la última mitad de la década del 2010 y que sigue vigente hasta la fecha. ¿Cuál será el próximo gran boom?