Fotografía

La óptica diversa de Pablo París

El santacruceño está marcando tendencia en redes sociales y en emprendimientos locales que quieren una imagen fresca y diferente. Desde su hogar, produciendo más que nunca, dialogó con TiempoSur sobre sus inicios, sus proyectos y cómo captura a Río Gallegos y su gente a través de una cámara.

  • 07/08/2020 • 08:29

Pablo nació hace 24 años en la capital de Santa Cruz, que describió como una bella y caótica ciudad. Autodidacta y autogestivo, hace 8 años que dispara por el Sur para reflejar sus paisajes. En 2018 se lanzó a la práctica profesional de la fotografía.

TS- ¿Cómo comenzaste a mostrar tu contenido?

PP- En redes sociales. Creo que con ellas tenemos una oportunidad y una ventana para expresar lo que queremos más allá de lo pagano. Fue un click, me dije a mí mismo que no quería mostrar más qué estaba comiendo o fotos de otras personas, sino contar historias. Crecí en una cultura de internet y tenía muchos referentes. Vi a mucha gente que subiendo distinto contenido fue ganando entidad y hoy puede dar mensajes, opiniones y tener una voz.

TS- Cuando conversamos sobre fotografía los que saben hablan de lentes, equipos, herramientas, pero tus primeros pasos fueron con un celular. ¿Cómo fue?

PP- Hay gente que me habla y comenta que al no tener la cámara que yo tengo ahora no puede crear y trato de señalar que pensar así es un error. Si bien la herramienta te da amplitud y más posibilidades, soy partidario de hacer. Lo que quieras contar es más importante. Cuando arranqué con mi celu escuchaba todo el tiempo que Gallegos es feo y mi intención fue mostrarlo hermoso, como creo que es. Hay que saber ver. Mi primer laburo fue mostrarle a la gente que la ciudad tiene sus bellezas, quizás un poco oculta, pero está. Trataba de capturar momentos de mi cotidianeidad.

 

TS- ¿Con qué modalidad trabajás hoy?

PP- Venía con books individuales y marcas. En los dos espacios me han dicho que trabajo de manera diferente. Cuando laburo con una persona, considerando que la mayoría de mi clientela viene de Instagram, en general se trata de gente que nunca modeló y yo trato de romper el hielo. Charlamos, caminamos, paseamos hasta generar una confianza que permita que se suelte la persona y que yo pueda dar direcciones sin que se sienta incómoda.

Por otro lado, en indumentaria con Calavera No Chilla, en la estética de Laura Hernández y con Daniela Fredes de la escuela de baile FAMA, estoy agradecido porque me abrieron las puertas y me dejan trabajar como quiero. La pandemia al principio me perjudicó, paré todas las sesiones, con la flexibilización lo empezamos a hacer de nuevo con distancia, guantes y alcohol en gel. Y voy a seguir, adaptándome de forma en la que podamos cuidarnos entre todos.

TS- ¿Hay algún estilo de fotografía que disfrutes más que otro?

PP- Creo que los paisajes por cómo inicié y cuando empecé a trabajar, me enamoré también de los retratos. Igual no me cierro, me interesa experimentar con la fotografía abstracta y narrativa. Hace poco empecé a combinar fotos con textos míos. Escribo desde 2016 y tengo historias, catarsis con palabras a las 4 de la mañana, mucho material. Tenía la idea pero no había empezado a trabajar. Me di cuenta que estaba dando una imagen muy estricta y laboral a juzgar por mi perfil de Instagram. Entonces en esta situación caótica decidí combinar estas cosas que me gustan tanto y de paso expresar mis sentimientos. Pensé que eran cosas que quizás pensaba o me pasaban sólo a mí y me encontré con feedback re lindo. Empecé a darle contexto al texto y a hacer sesiones más para mí.

 

TS- ¿Cómo serían las sesiones para vos?

PP- No es muy común que el fotógrafo sea su propio modelo pero me animé. Yo sé cómo quiero que salgan las fotos y ponerme a prueba es parte del juego. Quiero expresar y que se entienda. Quiero tocar temas que me interesan, uno es el de los cuerpos. Hay cuerpos que existen, que son diversos, que no son depilados ni con medidas perfectas. También quiero planear proyectos que incluyan minorías que no siempre se muestran. Como son temas que me importan, tardo mucho en organizarlos porque quiero hacerlo bien, que expresen en lenguaje correcto. Además entiendo que las imágenes puedan tener un resultado algo perturbador, pero es un riesgo que quiero tomar.

TS- ¿Charlás con la gente que te sigue?

PP- Sí, claro, y la gente me empezó a ver más cuando me empecé a mostrar más. Quise que la gente vea que yo tampoco estoy dentro de los estándares. Siento que en un punto pude mostrar que por más diferente que sea, todos podemos expresarnos. En el caso de la comunidad LGBT hay chicos, chicas, chiques, que me hablan, que me cuentan que están transicionando, que saben que no están solos. Hablamos de cómo sentirnos cómodos en nuestra piel también, el autoestima. Y es re lindo que la fotografía me haya dado el pie. Son situaciones muy comunes, y en muchos casos, sólo cuando las compartimos nos damos cuenta.