Un crimen en cuarentena: A tres años del caso Gutiérrez

Hace tres años, el medio digital señalcalafate.com al que pertenezco era aún un canal informal, que luego terminó caracterizándose por sus transmisiones en vivo y registró un explosivo crecimiento de audiencia a raíz de la extraordinaria cobertura periodística generada ante la desaparición y luego el hallazgo sin vida del ex secretario presidencial Fabián Gutiérrez.

El cadáver fue encontrado el sábado 4 de julio de 2020. Su cuerpo estaba enterrado en el patio de una casa del barrio Aeropuerto Viejo de El Calafate, a pocas cuadras de su vivienda, donde horas antes había sido golpeado y torturado hasta la muerte.

En nuestro medio, el comienzo de la cuarentena nos había planteado la posibilidad de generar un “vivo” en redes sociales, que emitíamos diariamente desde las 21:30. La propuesta comenzaba a tomar forma cuando el viernes 3 de julio nos llegó la información que familiares y amigos estaban buscando a Gutiérrez, de quien no se sabía nada desde la noche del jueves.

Aquel “vivo” debió dar un brusco giro. El tema central fue la búsqueda del empresario. El hallazgo de su teléfono celular en una obra ubicada en otro punto de la ciudad daba indicios que estábamos ante un hecho no común.

Improvisamos un móvil frente a la casa de la zona de chacras, donde la policía buscaba datos. Luego llegaron la Fiscal Mercado y el Juez Narvarte. Fue el comienzo de una cobertura en vivo de la que no había precedentes, porque las transmisiones vía internet no estaban probadas. Ese fue el momento en el que el Juez anticipó que se buscaba un cuerpo.

De madrugada, también mostramos en vivo en las afueras de la localidad la detención de un posible implicado. Al día siguiente, un dato nos alertó que uno de los detenidos estaba confesando dónde podía estar el cuerpo. Integrantes de aquel equipo en formación de nuestro medio llegaron a la dirección indicada para iniciar otra transmisión. Atrás llegaron el Juez, la Fiscal, el Jefe de Policía y uno de los detenidos.

Canales de televisión de Buenos Aires comenzaron a tomar nuestras imágenes en vivo, a pesar del descreimiento de algunos productores porteños de poder generar una señal desde el lugar, por los escasos medios disponibles. Luego vinieron días enteros de guardia fuera del Juzgado o siguiendo los diferentes allanamientos, también en vivo.

Por la cuarentena, los medios capitalinos no podían llegar a El Calafate, lo que generó que se tuviera que diagramar una cobertura para nuestro medio y desdoblar recursos para las transmisiones solicitadas desde Buenos Aires.

El contenido de la cobertura fue lo que se estila para estos casos: buscar declaraciones de funcionarios de la Justicia; confirmar rumores; saber quiénes eran los sospechosos; reunir información de la calle; tratar de hablar con personas cercanas a los protagonistas; acudir a fuentes policiales, verificar una y otra vez datos que pudieran ser parte de operativos de prensa y estrategias de algún abogado, etc. Todo se dio en una pequeña ciudad sorprendida por la noticia y sus protagonistas, con el agregado del peso mediático ya conocido que tenía el nombre de la persona asesinada.

El denominado caso Gutiérrez fue parte de un antes y un después, no solo para lo que es hoy el medio digital señalcalafate.com y sus redes. También es un botón de muestra de la forma de comunicar que dejó la pandemia donde la virtualidad aceleró sus tiempos, y para una comunidad que tres años después y a tres meses que se realice el juicio oral, todavía no sale de su asombro por las características de los hechos.

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Desde Tiempo Sur nos llegó la consulta sobre cómo fue la cobertura periodística de Señal Calafate ante la desaparición y luego el hallazgo sin vida del ex secretario presidencial Fabián Gutiérrez.

Gutiérrez fue encontrado sin vida en la mañana del sábado 4 de julio del 2020. Su cuerpo estaba enterrado en un patio trasero de una propiedad del barrio Aeropuerto Viejo de El Calafate, a pocas cuadras de su vivienda, donde horas antes había sido golpeado y torturado hasta la muerte.

Nuestro medio aun era informal. El nombre era lo que había quedado de un programa televisivo del cable local, que salió al aire el año anterior.

El comienzo de la cuarentena nos había planteado la posibilidad de generar “un vivo” en redes sociales, algo así como un encuentro de comunicadores locales para compartir impresiones y datos sobre la pandemia y sus consecuencias locales y provinciales, sin muchas pretensiones. Lo emitíamos desde las 21.30, todos los días.

La propuesta comenzaba a tomar forma cuando el viernes 3 de julio a la tarde nos llegó la información que familiares y amigos estaban buscando a Fabián Gutiérrez, de quien no se sabía nada desde la noche del jueves.

Aquel “vivo” tuvo que dar un giro. El tema central fue la búsqueda del empresario, con las pocas informaciones que había hasta ese momento. El hallazgo de su teléfono celular en una obra que se ubicaba en otro punto de la ciudad daba indicios que estábamos ante un hecho no común.

Improvisamos un móvil en frente a la casa de la zona de chacras, donde la policía buscaba algún dato del hombre. Luego llegaron la Fiscal Natalia Mercado y el Juez Carlos Narvarte. Fue el comienzo de una cobertura en vivo de la que no había precedentes, porque las transmisiones vía internet no estaban probadas. Ese fue el momento en el que el juez anticipó que se buscaba un cuerpo.

Horas más tarde, de madrugada, la detención de unos de los posibles implicados en las afueras de la localidad, también se vio al momento que sucedía.

Al día siguiente, un dato nos indicó que uno de los detenidos estaba confesando a los funcionarios judiciales dónde podía estar el cuerpo. Integrantes de aquel equipo en formación de nuestro medio llegaron a la dirección indicada para iniciar otra transmisión. Atrás llegó el juez, la fiscal, el jefe de policía, uno de los detenidos, entre otros.

Canales de televisión de Buenos Aires comenzaron a tomar las imágenes en vivo, en contra de la creencia de algunos productores sobre la viabilidad de generar una señal desde ese lugar, sin muchos medios tecnológicos.

Luego vinieron días enteros de guardia fuera del juzgado o siguiendo los diferentes allanamientos, también en vivo.

Para la anécdota quedaron las imágenes del juez de la causa Carlos Narvarte llegando a un sector del barrio Punta Soberana, haciéndolo de a pie y al trote, porque las camionetas no habían podido superar la nieve apisonada de una subida.

Al ser días de cuarentenas los medios porteños no podían llegar a El Calafate por la falta de vuelos, lo que generó que se tuviera que diagramar una cobertura para nuestro medio, y desdoblar recursos para las transmisiones solicitadas por los canales de Buenos Aires.

El contenido de la cobertura fue lo que se estila para estos casos: buscar declaraciones oficiales de funcionarios judiciales; confirmar rumores; saber quiénes eran los sospechosos; reunir información de la calle; tratar de hablar con personas cercanas a los protagonistas; acudir a fuentes policiales y judiciales, verificar una y otra vez datos que pudieran ser parte de operativos de prensa y estrategias de algún abogado, etc. Todo se dio en una pequeña ciudad sorprendida por la noticia y sus protagonistas, y con el peso mediático ya conocido que tenía el nombre de la persona asesinada.

El denominado “caso Gutiérrez” fue parte de un antes y un después, no solo para lo que es hoy el medio digital señalcalafate.com y sus redes, también es un botón de muestra de la forma de comunicar que dejó la pandemia y su cuarentana donde la virtualidad aceleró sus tiempos, y para una comunidad que tres años después y a tres meses que se realice el juicio oral todavía no sale de su asombro por las características de los hechos.