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D’Annibale resignificó el Evangelio instando a comprometernos con el presente

El Obispo de la Diócesis difundió un mensaje de reflexión sobre el inicio del año litúrgico. Preparación para la venida del Señor, sobre un texto de Lucas, que advierte, tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida. Lo trasladó a la vida en familia y en comunidad, y llamó a comprometernos con el presente.

  • 29/11/2015 • 07:00
Obispo diocesano, Miguel Angel D’Annibale. (Foto C.G.)
Obispo diocesano, Miguel Angel D’Annibale. (Foto C.G.)

El Obispo de la Diócesis de Santa Cruz y Tierra del Fuego, Monseñor Miguel Angel D’Annibale reflexionó sobre la palabra para el primer domingo de adviento que da inicio al año litúrgico, durante el cual la Iglesia Católica celebra a Cristo Resucitado.

El adviento son cuatro domingos a partir de hoy, que nos empiezan a preparar para la Nochebuena y Navidad, la venida del Señor, en su real sentido católico.

Destacó del texto de Lucas –evangelista de la misericordia, la contemplación, los pobres y las mujeres- para este primer domingo de adviento, en el género apocalíptico, cuando dice que habrá muchas señales en el sol, en la luna, “cuando comience a suceder esto, tengan ánimo, levanten la cabeza, porque está por llegar la liberación”.

Luego resignificó la frase: “Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes. Leo este párrafo del Evangelio y digo, es verdad, las preocupaciones de la vida a veces te toman de tal manera que te encierran, no ves ni el que pasa al lado tuyo”, dijo, trasladándolo a la vida cotidiana, en familia y en comunidad.

Advirtió que “Jesús compara la embriaguez, los excesos, que pueden ser de cualquier tipo y las preocupaciones de la vida, en el mismo lugar”, y se refirió a la venida gloriosa del Señor como el momento en que “llega nuestra liberación, nuestra paz, nuestra sanación”.

En el mientras tanto, continuó reflexionando el prelado sobre la palabra siempre tan vigente del Evangelio, en el que especialmente Lucas presenta el final de la historia en sintonía con el presente que nos toca vivir, “el compromiso que tenemos hoy”. Mientras relata el final de la historia, nos dice “comprometete con tu hoy, nos dice qué tenés que vivir hoy, no estés en los excesos, no hagas que las preocupaciones de la vida te tomen de tal manera que no puedas tener una sonrisa”, continuó diciendo.

“Más que nada, este texto que mira la segunda venida del Señor, que no sabemos cuándo, te está animando a vivir el presente con alegría, con libertad, con confianza porque de esa manera podés caminar en la presencia del Señor”, animó el prelado.

D’Annibale insistió en el mensaje de que “realmente nos comprometamos con el presente, y que todos, porque todos tenemos situaciones complicadas, difíciles todos los días, no nos haga perder una sonrisa, no nos haga perder la paz y no nos haga esperar esa venida del Señor”.

 

Liberación. En este punto el prelado reiteró un relato según el cual “le preguntan a un chico, si el Señor viene en este momento a buscarte, qué harías, quizás esperando que dijera, le pediría perdón, tengo que arreglar un montón de temas, y en cambio dijo, seguiría jugando, que venga nomás”, e instó a cada uno preguntarnos si “estamos haciendo las cosas de tal manera que si viene el Señor le puedo decir, estoy haciendo bien las cosas, estoy contento con lo que hago, que venga nomás, que ya estamos, listos para irnos”.

D’Annibale interpeló, “habría que vivir un poquito más así, de tal manera que si viene, digamos ya está, vino la liberación. Estoy con él para siempre”, dejó para pensar, con un augurio de feliz Adviento.