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Entre el enojo del hospital y de Tomás, los derechos de Luz

Tomás es un padre que hace un año va y viene para que su hija llegue al Garrahan. Luz tiene hidrocefalia y ayer descubrieron que la derivación era apócrifa, que un médico lo había engañado para dejarlo tranquilo. Tomás en terco, carga con una realidad muy dura pero ayer desde el Ministerio de Salud adujeron que sólo busca hacer dinero con la discapacidad de su hija. A continuación, el caso.

  • 05/09/2015 • 11:01

Tomás Maya es el padre de Luz, una pequeña con discapacidad severa con la que ayer se encadenó para pedir una derivación al Hospital Garrahan y que generó que desde la Dirección del Hospital y el Ministerio de Salud le salieran con los tapones de punta.

Hace exactamente un año que es, de tanto en tanto, entrevistado por este medio. La primera vez que habló con Tiempo FM fue el 25 de agoto del año pasado, cuando se hizo noticia luego de que los vecinos alertaran que hacía al menos dos días se encontraba en el Hospital Regional junto a su hija sin ser atendido.

Tomás y Luz residen en Pico Truncado. Ella entonces tenía 4 años y él denunciaba que su rehabilitación se veía obstaculizada porque no podía acceder a comprarle unas rodilleras, una faja, una prótesis y un elemento que le mantiene erguido el cuerpo a la pequeña. Ella no se mueve ni se sostiene en lo más mínimo.

Tras la nota en la radio, aparecieron varios vecinos riogalleguenses mostrando su solidaridad, e incluso, aparecieron las cosas. Pero la rehabilitación es un sueño, un imposible. Cualquier intento que Tomás haga es lamentablemente insuficiente para la condición médica de Luz. Su estado es hoy irreversible.
Quizás sin poder lidiar con eso. Quizás tampoco lidiando con el hecho de que la madre de la nena los haya dejado cuando Luz tenía 4 meses. Tomás se hizo un hombre de malas maneras. Es tosco, prepotente. Demanda, exige y nada de eso cae bien en el Regional donde lo conocen y dicen que los profesionales y el equipo de salud no le tienen empatía.

Semanas atrás, Tomás fue noticia en la vecina provincia del Chubut, precisamente en Puerto Madryn donde arribó y fue el centro de atención de varias almas caritativas que le acercaron elementos, comida, abrigo y dinero.

En esa ocasión, Tomás dijo que su idea era llegar al Garrahan pero que no le dio el dinero para seguir, que lo habían bajado del colectivo. Sin embargo, Luz tiene un carné provincial de discapacidad. Esto quiere decir que ella y un acompañante pueden viajar a cualquier lugar del país de forma gratuita. Nadie lo bajó. Tomás eligió hacer pie en Madryn.

Cerca de la dos de la madrugada de ayer, el padre peregrino llegó al hospital riogalleguense y sin mediar palabras con nadie se encadenó en una fila de sillas de espera con las que pretendió bloquear la rampa de ascenso al primer piso.

La policía intentó sacarlo pero se negó. Tomás se había apostado allí con el peso de su hija en los brazos, en una actitud de protesta desesperada con la que dejó de lado los derechos de la menor.

Más tarde llegarían los defensores. La Dra. Claudia Tejedor por Luz y el Dr. Raúl Guerrero por Tomás. Entre ambos lograron establecer una discusión certera con la Dirección del Hospital e incluso lograr que se constituyera una junta médica para revisar a la menor.

Fue recién entonces que Tomás conocería que su reclamo no tiene asidero. Que el médico que lo atendía en Caleta Olivia y que antes se había desempeñado en esta capital le había mentido. Que la derivación que tenía en sus manos no era más que un papel que se firmó para dejarlo tranquilo. Para que no insista. Que no había una derivación.

Luz tiene hidrocefalia. Su estado no mejora, no empeora. Su estado solo puede mantenerse y para ello los profesionales del Regional o de Caleta Olivia son suficientes.

Todo este tiempo de peregrinaje y el enojo de Tomás tiene un responsable, entendieron ayer las fuentes consultadas por TiempoSur. La mentira del médico en la ciudad del Gorosito.

Las fuentes consultadas por este diario y que participaron de las reuniones dijeron que no hay motivos para creer que Tomás utiliza a su hija, pero de todas maneras el Ministerio de Salud eligió tomar ese camino y ayer, en un duro comunicado alertaron a la población sobre la existencia de Tomás.

Para ello, hicieron que Claudia Galcerán, directora de Discapacidad, saliera a aclarar la situación, la postura oficial e incluso adujera que Tomás usa a su hija para pedir dinero. “Nuestra preocupación es que este papá no está cumpliendo con sus deberes de padre, protegiendo realmente a su hija, sino que todo lo contrario, la expone a situaciones de riesgo” dijo la funcionaria.

Galcerán fue más allá al asegurar algo que desde la Justicia indicaron que era sólo un rumor, sobre que en Puerto Madryn, Tomás “juntó mucha plata, exponiendo a la menor, y una vez que tuvo todo el dinero él dijo que volvía a Truncado, pero en el Garrahan no tenía turno y hay muchas cuestiones en las que él no dice la verdad”, apuntó.

Galcerán no aclaró que Tomás había sido víctima de una mentira. El no inventó la derivación, sino que la documentación que le dio un médico era apócrifa.

Vale mencionar que en las reiteradas entrevistas que Tomás solicitó a este medio, siempre tuvo presente que afortunadamente cuenta con asistencia de la cartera social de su localidad y de la provincia. Que la casa que habita con Luz, que la silla de ruedas especial, que el subsidio, que la tarjeta de discapacidad. El problema, la derivación apócrifa fue la base del reclamo de Tomás.

Información a la que tuvo acceso este diario, da cuenta que por la Defensoría del Menor se avanzará en las averiguaciones para establecer, fehacientemente, en qué perjudica a su hija el accionar de Tomás.