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Las imágenes que confirman la destrucción del templo de Bel, el más emblemático de Palmira, a manos de EI

El templo de Bel era el más importante y mejor conservado del conjunto arqueológico de la ciudad siria de Palmira, una joya de 2.000 años considerada Patrimonio de la Humanidad.

  • 01/09/2015 • 18:20
Foto: BBC Mundo
Foto: BBC Mundo

Pero ya no existe. La estructura, considerada una síntesis de los estilos arquitectónicos típicos del antiguo Medio Oriente y del mundo grecorromano, fue destruida por el autodenominado Estado Islámico.
 
Solamente dos columnas quedan el pie, segúnimágenes de satélite con el antes y el después del último ataque del grupo en contra del patrimonio histórico de Siria.
 
El lunes el Departamento de Antigüedades del gobierno sirio aseguró a la BBC que la estructura básica del templo y sus columnas seguían en pie, aunque reconoció que sus funcionarios no habían podido acercarse lo suficiente como para saber cuál era el alcance de los daños.
Pero Unosat, el programa de satélites de Naciones Unidas, desechó esa versión. "Desafortunadamente, las imágenes que obtuvimos muestran que el edificio principal del templo fue destruido", explicó este martes Einar Bjorgo, el director de Unosat, a la BBC.
 
Eso ya lo habían advertido los residentes, quienes informaron que la noche del domingo tuvo lugar "una explosión que hasta los sordos hubieran podido oír".
 
"La destrucción es total", aseguraba Nasser Zaer, un vecino de Palmira, a la agencia de noticias Associated Press. "Los bloques y las columnas están por el suelo", agregó.
 
Unas imágenes similares confirmaron el lunes la destrucción de otra estructura bimilenaria en Palmira, el templo de Baalshamin, por parte de EI.
 
Esta era una de las estructuras más completas de la histórica ciudad siria de Palmira, construida en honor al dios de la lluvia y la fertilidad en el año 131 después de Cristo y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980.
 
A mediados de mayo los milicianos se hicieron con el control de Palmira, situada en un oasis a 215 kilómetros al nordeste de la capital Damasco, y desde entonces están cumpliendo con su amenaza de acabar con los restos arqueológicos que tachan de "símbolos de idolatría pagana".
Así lo hicieron el Siria, y también en Irak, el otro país en el que están estableciendo su "califato".
 
Además, el pasado 18 de agosto los yihadistas decapitaron a uno de los principales arqueólogos sirios, Jaled Asaad, de 81 años, después de haberlo tenido retenido durante un mes.
 
Los militantes de EI "no podrán silenciar la historia", dijo la directora de la Unesco, Irina Bokova.
 
Pero, por el momento, siguen borrando las huellas.
 
BBC Mundo
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