Grasso aprovechó al izamiento para reprochar a Fadul y Gareca la homologación

La semana pasada, los ediles aprobaron un proyecto de resolución tratado sobre tablas, mediante el cual avalaban desde el Deliberante el acta paritaria que en noviembre del año pasado firmó el ex intendente Raúl Cantín, en la que se comprometió a ofrecer un 15% de aumento, siempre y cuando la provincia remitiera fondos para tal fin.

Esto, que fue solicitado por Silvia D’ Andrea, no hubiera sido posible sin el voto del concejal “oficialista”, Lucio Santucho, a quien su disidencia con la posición del FPV le costó un pedido para ser expulsado del bloque.

Consultado acerca de la expulsión del concejal Lucio Santucho de la bancada oficialista, pedida por Eloy Echazú, Grasso prefirió marcar que “en eso no me meto” porque “lo tiene que discutir  el Bloque Justicialista” y refirió que ellos “son cuatro y tenían que ponerse de acuerdo”, advirtiendo  que “más allá de si está o no está (Santucho), lo que necesitamos es una ciudad más ordenada”.

Previo a estas declaraciones, el jefe comunal y los ediles de la oposición habían tenido un cruce de palabras en el izamiento acerca de la homologación del acta paritaria, ocasión en la que “se los dije recién de frente, que  tenían que tener un acto de responsabilidad mucho más grande y no por ahí pensar en solamente levantar la mano y sacarse una soga del cuello”

Porque, en definitiva “la ciudadanía espera políticos que tengan la valentía de poder cambiar las cosas y no mentirle a los trabajadores” planteó Grasso, luego de que la homologación del acta 74 generara cierta confusión entre los municipales, que pensaron que el respaldo del Deliberante había significado la obtención del incremento salarial.

“La plata no está” reiteró el Intendente “no la pone nadie” por lo que “a la irresponsabilidad que tuvieron la deberán explicar ellos y decir que quisieron hacer” se quejó.

Por otro lado, el Intendente confirmó que en el transcurso de hoy lunes se reunirá con los responsables de Línea 7, quienes llegarán desde la provincia de Santa Fe para avanzar en las negociaciones que no significarían un cambio en las condiciones del contrato celebrado a fines del año pasado.

“Esperamos resolver la problemática de los trabajadores y ver qué le pasó a la empresa porque acá el tema es que los vecinos piden un servicio mejor” explicó.

En este punto vale mencionar que tal como lo informara TiempoSur ayer, los trabajadores habían iniciado una medida de fuerza en reclamo de un incumplimiento sobre mejoras acordadas oportunamente pero el viernes, se decidió levantar el paro y fue la propia empresa la que prohibió que salieran los colectivos para prestar el servicio de transporte público.

Circunstancialmente, el viernes autoridades municipales hablaron del tema con el secretario de Trabajo, Luis Silva, quien les habría manifestado que lo que ocurrió es que los trabajadores malinterpretaron un convenio y decidieron no salir a trabajar.

La UTA, el gremio que aquí conduce Rubén Aguilera, no respaldó la medida de fuerza de los trabajadores porque entendieron que el convenio no era exigible porque todavía corrían los plazos para ser homologado, por lo tanto, el paro no tendría legalidad.

Así, los trabajadores fueron intimados a retornar a sus puestos, pero luego la empresa, por razones que hasta ayer se desconocían, no había habilitado las unidades para el transporte de pasajeros