Argentina

Violencia policial: dirigente trans denunció abusos tras ser detenida

La militante del Frente de Diversidad Sexual del Movimiento Evita, Michelle Mendoza, realizó una presentación formal contra tres agentes que la agredieron el sábado pasado.  

  • 30/06/2015 • 00:00

La referente relató que sufrió golpes y vejámenes, además de múltiples irregularidades mientras estuvo privada de su libertad en la comisaría 18. “Te llevamos por zurda”, le dijo uno de los uniformados.
 
Durante la jornada de ayer Michelle Mendoza, referente del Frente de Diversidad Sexual del Movimiento Evita, formalizó su denuncia contra los tres policías que el último sábado a la madrugada la agredieron salvajemente junto a otros dos militantes. En comunicación con el programa “Esto Recién Empieza” (Radio Del Plata Rosario) dio detalles del grave episodio, contó que sufrió golpes, abusos y que la obligaron a desnudarse en un patio. Además, le robaron 1.500 pesos y destruyeron su celular en el que había filmado la brutal secuencia.
 
Acompañada por la abogada del Movimiento, Alejandra Fedele, realizó ayer por la mañana la presentación ante el Ministerio Público de la Acusación. Mendoza asegura que la detuvieron y golpearon por su condición sexual y su militancia, y ratificó que puede identificar a todos los efectivos involucrados.
 
Ilegalidades
 
La militante por los derechos de la comunidad trans relató que en las primeras horas del sábado –cerca de las 3.30- iba en un Twingo azul propiedad de Fedele junto a dos jóvenes -compañeros del Evita- por Francia al 5300, detrás de la Jefatura de Policía. En ese momento un móvil del Comando Radioeléctrico les hizo señas de luces para que detengan la marcha, orden que obedecieron.
 
Fue entonces cuando dos agentes varones y una mujer comenzaron a pedirle los papeles del auto y a discutir con el grupo. A la fuerza, sacaron a uno de los muchachos del coche de los pelos y, según señaló Michelle, le apuntaron con un revólver en la cabeza.
 
“Les dije que eso era ilegal, que los iba a denunciar. Los empecé a filmar y pedí que se identificaran, pero se negaron”, recordó la dirigente de 33 años.
 
Golpes
 
Allí fue cuando la atención de los oficiales giró hacia ella. Le quitaron el teléfono -con el que hablaba con Fedele, pidiéndole asesoramiento-, se lo rompieron para evitar que circulen las imágenes de la terrible secuencia y la bajaron del auto a fuerza de golpes. “Me pegaron entre cinco. Me pisaron las manos, los tobillos, me dieron la cara contra el piso, me escupieron”, detalló Michelle sobre la salvaje agresión a la que fue sometida.
 
Finalmente la llevaron hasta la comisaría. En todo momento, Mendoza les recordaba sus derechos que estaban violentando los policías, pero ninguno –señaló– reaccionó. “Cuando pregunto por qué me van a llevar detenida la respuesta fue: «porque tenés dos calzoncillos y un tupper en el auto». Eso significa «te llevamos porque queremos»”, reflexionó. Sumado a esto, afirmó que uno de los policías le dijo que la detenían por “zurda”.
 
Detenida
 
La dejaron entonces en una habitación de la comisaría 18°, sucia, regada de orín, fría y llena de ratas, de acuerdo a la descripción de la dirigente que no se calló en ningún momento: exigió que la llevaran a otro lado y que le dejaran usar el teléfono. Sin embargo –apuntó– los oficiales no hicieron nada de eso e incluso la obligaron a desvestirse y salir un patio desnuda. Allí le pidieron que muestre sus genitales. Luego tiraron sus ropas por el suelo húmedo y la obligaron a volver a ponérselas.
 
Mendoza contó que allí dentro perdió noción del tiempo y destacó que no era la única allí a la que habían dejado incomunicada. Hacia el amanecer la llevaron al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez donde le sacaron placas de sus tobillos y cabeza, muy golpeados. Ya cuando le pegaban –advirtió– anticipaba lo que se venía: una acusación falsa. “Los oficiales tenían que justificar los golpes”, indicó, al revelar que los uniformados adujeron que tenía la réplica de un arma en el auto.
 
“Puto de mierda”
 
 
Respecto de los motivos que motivaron la agresión, la militante trans reflexionó: “Pienso que lo que me pasó es algo habitual, que lo hacen todos los fines de semana con todos los chicos de los barrios y más cuando les piden que se respeten sus derechos. Y pienso que mi identidad de género es un agravante, porque además de decirme «puto de mierda» a los pibes les decían «¿Vos te la cogés? ¿Por qué la defendés?», cuando uno de ellos quiso cubrirme de los golpes”, cerró
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