Policiales

No se investigaría al dueño del ADN hallado en prendas de nena que murió tras ser abusada

Ocurrió en 2007 y pese a esa prueba genética, la Justicia culpó a un menor de edad al que absolvió el mes pasado. La pequeña (7) no tendría justicia porque “no se quiso investigar” al novio de la madre de la víctima, cuyo semen fue hallado en la escena del crimen. El Dr. Carlos Muriete le pidió al Fiscal que no abandone el caso.

  • 21/05/2015 • 00:00
Carlos Muriete, insiste con el “nombre y apellido” que aparece en el expediente
Carlos Muriete, insiste con el “nombre y apellido” que aparece en el expediente

El hecho sucedió el primero de abril del año 2007, en una casa del barrio 152 Viviendas de Río Gallegos. Allí, una nena de sólo siete años fue encontrada sin vida a raíz de un paro cardiorespiratorio producto de un abuso sexual aberrante.

Cuando la niña fue encontrada por su madre llevaba ya varias horas fallecida y las primeras horas de la investigación fueron claves para que la causa nunca tomara buen rumbo.

La casa era alquilada y compartida con otra mujer y su hijo -por entonces menor de edad- a quien desde el primer momento se sindicó como el responsable del cruento abuso sexual seguido de muerte.

Sin prueba alguna (se comprobó con el fallo de absolución), el joven fue sometido a juicio dos veces a lo largo de los últimos años. Primero condenado cuando era menor y luego, el año pasado, absuelto por falta de pruebas en un hecho inaudito para el Poder Judicial santacruceño.

En estos más de ocho años la Justicia no habría indagado sobre la prueba biológica recolectada en la cama de la menor: semen sobre prendas cuya pertenencia estaría debidamente acreditada en el expediente.

Ese semen pertenecería a un sujeto que ya no residiría en la localidad y que en su momento habría tenido una relación sentimental con la madre de la víctima, sobre quien tampoco se habría puesto la mirada durante la pesquisa y era hasta la absolución de los inocentes, la querellante en la causa.

Durante estos años, desde su condena en 2009 y hasta su absolución el mes pasado, el joven acusado y responsabilizado por la justicia habría vivido un calvario: cuando menor fue institucionalizado. Sin embargo no habría habido observaciones al Tribunal Oral que integraron la Dra. Marta Dávila, secundada por el Dr. Alejandro Ruggero y la Dra. Marcela Topcic o la Fiscalía que encarnó el Dr. Ricardo Camutti.

Ayer, el abogado del joven, hoy mayor de edad y de la madre de éste que había sido acusada de cómplice junto a un enfermero a quien se denunció por “encubridor”, habló del caso en Tiempo FM y dio una explicación gráfica al respecto.

“Las personas que se juzgaron estaban en un círculo número dos, es decir en otros dormitorios, y en círculo tres, es decir que no estaban en la casa. Nunca estuvieron en el círculo número uno, es decir la habitación donde estaba la niña” que es donde “se encontró prueba, ADN, prueba orgánica suficiente para determinar quién es  el autor, con nombre y apellido. Está en el expediente” dijo Carlos Muriete.

Consultado respecto de cómo puede ser posible que teniendo a mano la posibilidad de deslindar semejante responsabilidad y ofrecer justicia a la menor malograda no se haya avanzado hacia esa prueba, Muriete manifestó con indignación que “la justicia tiene que buscarlo” porque “durante todos estos años trataron de imputar, no sé por qué causa, a las personas que estaban en el círculo número dos y tres”, que tenían pruebas que los excluían.

Pero “a las personas que permanecieron en el mismo horario de muerte de la nena en el círculo número uno nunca se las investigó, entre ellas la madre y el novio de la madre” dijo.

En este punto el abogado dejó en claro que “el Fiscal debería investigar ahora y traer a ese autor que está con nombre y apellido en el expediente. Por eso nosotros logramos las absoluciones, porque se probó que había gente en la escena que nunca fue investigada”, manifestando que “para hacer justicia por esa menor está todo en el expediente, se investiga y está”.

Consultado respecto de si acaso habían trascendido las razones por las que no se investigó al dueño del ADN que se encontró entre las prendas de la menor, Muriette indicó sin miramientos que “yo no lo conozco y no sé qué vínculo tendrá, pero que no se lo quiso investigar, no se lo quiso investigar” concluyó.