Deporte

Como en la guerra

Se dieron el albiverde y el celeste en una reedición del clásico lugareño, al que le sobraron fricciones  y expulsados pero le faltó goles. En Rivadavia y Provincias Unidas no se sacaron ventajas, y fue cero a cero.

  • 27/04/2015 • 00:00

El límpido de Cayetano  Rodríguez, golpe de puño del lateral de Boxing, Juan Carlos Cormack, nos llama la atención un jugador por demás correcto, que da de lleno en el rostro del joven hispanista Alejandro Peicovich cuando epilogaba el tiempo reglamentario de  un accidentado clásico que dejó como saldo cuatro expulsados.

Se erige en la escena más representativa de un trámite por demás ordinario y agresivo, de cero y cero, que compartieron el verde y el celeste. Cuyo calificativo le cuadra a los dos por igual, sin excepción alguna y que, a la secuencia mencionada líneas arriba la siguieron, en el transcurso del primer tiempo, el buen lateral del celeste que es Iván Barrionuevo -uno de los dos expulsados en la visita- a la altura de la media cancha, cuando lo cruzó feo al volante de Boxing,  Matías Aguilar.

Por la magnitud de la infracción, intuí que lo sacaría de competencia.

Afortunadamente nada de eso ocurrió y  luego de la aplicación de aerosol, por parte del profe Palma, siguió siendo de la partida.

La alocada carrera emprendida por el segundo marcador central del local, Juan Caamaño, hacia un racimo de jugadores en la segunda etapa que exaltados discutían, forcejeaban y hasta se pegaban, sin percatarse que cerca -atento y vigilante- el  árbitro Mario Mareco le indica con tarjeta roja en mano que su tiempo en cancha se había terminado.

Una prepoteada de uno de los cinco volantes de Hispano que en mitad de cancha presentaba el dispositivo táctico ordenado por la conducción técnica.

El número siete Leonardo Peralta lo rodea y hostiga verbalmente a un defensa del albiverde.

El holandés Van Der Hermen, uno de los laterales del celeste, lo plancha sin almidón al habilidoso conductor de Boxing Brain Sosa que, sentido, por unos minutos renguea.

En resumidas cuentas, algunas de las hostilidades de mayor o menor intensidad que signaron un clásico extremadamente devaluado. No sólo por la distancia en la tabla de posiciones entre uno y otro,

sino por estas aristas de rispideces que al igual que  el boxeo, alimentan el morbo popular, en donde abundó la pierna fuerte y hasta mal intencionada de jugadores que a pesar de su amateurismo, consideran que perder un partido de fútbol, por más de tratarse de un clásico, se tratara una cuestión de vida o muerte.

 

El partido en sí- Resultó un bodrio y aburrieron a todos al cabo de la primer mitad,

donde había un equipo decidido a ganarlo -el local— y otro a no perder.

El celeste de la calle Mitre, que sin delanteros que la emboquen, demostró por qué es el colista del certamen.

Consideración perfectamente  vinculada por el timorato esquema que en cancha ejecutó Olguín Gerson, quien expulsado, observó el partido del otro del alambrado, que separa latribuna que da a la avenida Santa Fe, del banco de suplentes.

 

A las pruebas me remito-

 

Salvo el arquero, que no ganó para sustos durante la insistencia ofensiva de Boxing en los últimos minutos, elresto de sus jugadores, incluso algún volante, se atrincheró cerca de él.

Línea de cuatro con el “pelado” Iván Barrionuevo, de gran despliegue que va a todas, siendo su compañero de fórmula defensiva, sobre laterales. El “holandés” Van Dermhen, que se encargó de controlar al ágil Brain Sosa del albiverde.

Siendo los centrales:_ Miguel Cruz y Martín Vergara.

Una concesionaria de volantes, en la mitad de cancha, encabezada por el dúo de volantes centrales: Rubén Díaz y ante Carrizo, en una suerte de enlace el diez Facundo Vergara.

Y por las bandas, Leandro Peral y Enzo Maciel.

Que dicho sea de paso protagonizó la situación más clara dentro de la anémica producción ofensiva de la visita al estrellar, a poco del final del pleito, un hermoso tiro libre en el larguero del arco defendido por el “turco” Gabriel Fussey, y que le hubiera permitido inmerecidamente —Hispano jugó a no perder y no llegó nunca- la apertura del marcador, yporque no, quedarse con el clásico y el invicto del puntero de esta tercera ronda del certamen oficial de primera división, que con aciertos y errores hizo el gasto para quedarse con los tres puntos.

 

Las razones- Seríamos exagerados en decir que lo apabulló y lo pasó por encima a su adversario.

Empero, de los dos, en función de las situaciones de gol generadas, salió decidido a ganar el partido.

Avisó a poco de iniciarse el cotejo, con un envío  de Brain Sosa.

Luego, en los pies de Germán Villarino, a quien se lo vio muy exaltado, durante la complementaria,al arquero Ruíz, casi se le mete un córner ejecutado por Brain Sosa.

Un centro al medio del arco que casi pellizca el delantero  Juan Pablo Sotello, reemplazado luego por un histórico del área y de los goles salvadores: MarianoMatus, de escasa gravitación ofensiva, no fue la tarde del delantero.

Un disparo de media distancia a cargo de Juan  Pablo Sotello que el uno hispanista manoteó al servicio de esquina.

 

Monólogo verde- En que Boxing convirtió el trámite del partido.

Dueño y señor de la pelota y del terreno, sobre el cual giraba la redonda, haciéndola rotar de  un lado a otro, pero sin poder entrarle con  claridad a una segura defensa del celeste que al pie de la letra cumplió el operativo “salvemos  un punto”.

Sin embargo, a ocho minutos del final casi lo gana con aquel sablazo de tiro libre a cargo de su número once, Enzo Maciel, que devolvió el travesaño.

Lo que hubiera sido injusto,  en razón de que conforme al esquema por demás especulativo llevado a la práctica, los dirigidos por Olguín Gerson, jugaron a no perder, y se llevaron lo que vinieron a buscar: el  empate.

 

Nada cambia- Como el título de una vieja canción para los dirigidos por Miguel Angel Montes de Oca, que se fue rumoreando la bronca y con dos hombres menos por las expulsiones de  los defensores Juan Caamaño y Juan Carlos Cormack.

En el mismo ítem, en la vereda de enfrente disminuyeron al celeste, primero el lateral Iván Barrionuevo y luego, quien estuvo poco en cancha, el joven Alejandro Peicovich, quien a su vez reemplazó  a Leandro Peralta.

Aunque de manera más estrecha, aún conserva la punta del certamen en  su tercera ronda  totalizando 11 unidades,

con  cambio de escolta. Ahora con diez lo acecha el sorprendente Ferro, que a diferencia  de lo que fue el empate en cero del clásico, en un partidazo, de visitante, superó 4 a 3, a Defensores.

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