Cultura

Con sentido de pertenencia, literatos llevan adelante un arduo trabajo en silencio

El escritor local, Pablo Lorenzo, indicó que autoeditan sus libros, lo cual es un gran trabajo que no se ve y demanda mucho tiempo. Además, resaltó que aquí no hay venta ilegal de libros ya que la mayoría escribe historias propias de Santa Cruz, por lo tanto el mercado es más acotado. Señaló que hay muy buenos escritores en la provincia, y falta difusión.

  • 26/04/2015 • 00:00

Tiempo atrás, luego de analizar el comportamiento de los clientes en un café de esta ciudad capital, quedó de manifiesto el cambio de su cultura a causa de la tecnología, dejando de ser plenamente un lugar de encuentro.

Teniendo cuestiones a favor y otras en contra, la era tecnológica se ha apropiado de diversos espacios, como por ejemplo lo ha sido la literatura, en cuanto a formatos, ofreciendo facilidades, pero también cuestiones como las copias ilegales.

Con la intención de conocer la percepción que tiene sobre esto un autor local, se consultó a Pablo Lorenzo, quien comentó:

“Se hace mucho más difícil la edición de libros acá, porque generalmente todos los escritores se autoeditan, pero la ilegalidad dentro del espacio de escritores locales, el cual es acotado, no da pie para que sean copiados, que tenga una edición paralela o las obras sean plagiadas, lo cual sucede con tiradas muy grandes”.

Asimismo, siendo entrevistado por TiempoSur resaltó que “el problema con las ilegalidad vienen dado cuando ya tienen un merchandansing anterior, a nivel novela, recién ahí salen tiradas clandestinas, lo cual solo es redituable para el que lo lleva a cabo”, y subrayó en este sentido que los literatos locales “son muy abocados a la zona, mayormente se escribe sobre cuestiones relacionadas a la ciudad, o de la provincia, historias propias”.

 

Cambio de costumbre-En relación a los libros virtuales, Lorenzo contó que, quienes leen textos físicos “no ha adquirido el formato de internet, es decir los pdf o e-books que se pueden comprar o bajar de forma virtual”.

A lo dicho, añadió “que el formato libro no se debe tomar como una costumbre, se lo puede llevar a cualquier lado, pero ahora con los teléfonos y notebooks, también se puede, más allá de que el formato físico sigue conservando la norma y el modelo”.

En lo personal, dijo que lee algunos libros digitalmente “cuando me resultan interesantes, o autores me lo envían por cuestiones de distancia, para lo cual sirve realmente”, y amplió: “Hay libros que han salido en el formato inverso, por ejemplo ´Más respeto que soy tu madre´, éxito en Buenos Aires, “en un principio fue publicado en un blog, y luego se hizo libro, siempre termina en el modelo físico, todavía sigue siguiendo la marca de la lectura, y por ahora no corre peligro el formato”.

 

Talentos propios-Por otra parte, al ser consultado sobre los escritores locales, Lorenzo expresó que “hay muy buenos, cuando no se ven están trabajando, porque es difícil autoeditarse, hay gente que escribe muy bien y se está dedicando de lleno”.

De esta forma, indicó que por ejemplo, Jorge Curinao, poeta referente de la región que estará presente en la Feria del Libro. Sobre esto, Lorenzo agregó que “no se pone mucho el foco cultural en los escritores, sino que no se hace un seguimiento y una difusión más importante de ellos, creo que esa es la falencia”.

         

Trabajo y efectos-el, ha editado cinco libros, y al expresar las sensaciones que provoca el hecho, dijo que “es la culminación de un gran esfuerzo, produce alegría y desahogo, ese mito de que el escritor es un poquito vago está muy lejos de ser cierto” ya que se está constantemente elaborando textos, corrigiendo, y en el caso de autoedición se debe diagramar y buscar la imprenta”.

Además, para producir un libro, no hay un valor de tiempo “porque uno está muchos años elaborando una novela, construyendo esquemas, buscando documentación, y el tiempo de escritura puede ser de diez días, mientras que otros libros donde la historia es más sencilla al parecer, se tarda años, es relativo”, finalizó.