Policiales

Detuvieron en Río Gallegos a joven acusada de matar a su hijo de un mazazo en Salta

Yamila A., de 21 años, fue detenida ayer por investigadores del Servicio Especial de la comisaría Sexta, en una vivienda de calle Antonio Fernández al 2000. El pedido de detención llegó a través de un exhorto del Juzgado de Garantía Nº 1 de Salta. La joven está acusada de “Homicidio agravado por el vínculo”.

  • 16/04/2015 • 00:00
Lugar donde murió el pequeño Alan.
Lugar donde murió el pequeño Alan.

Yamila A. de 21 años, de la provincia de Salta, arribó a Río Gallegos luego de que  su hijo de cuatro meses muriera. La causa de la muerte del bebé en un primer momento fue caratulada como “Muerte dudosa”.

Pero con el correr del tiempo las investigaciones determinaron que se trataba de un crimen. Tras esa hipótesis la Justicia acusó a la madre del pequeño de haber cometido el delito de “Homicidio agravado por el vínculo”.

 

Exhorto

 

En el marco de las investigaciones el Juzgado de Garantía Nº 1 de la provincia de Salta envió un exhorto al Juzgado de Instrucción Nº 1, a cargo de la doctora Marcela Quintana, en el que solicitaba la detención de Yamila. Desde el Juzgado enviaron el oficio a la comisaría Sexta para que se encarguen de la localización y detención de la joven.

 

Investigaciones

 

Investigadores del Servicio Especial de la comisaría Sexta iniciaron las averiguaciones y en menos de 24 horas localizaron y detuvieron a Yamila, quien se encontraba en una vivienda de calle Antonio Fernández al 2000.

Desde donde salió esposada y fue trasladada a la Seccional Tercera donde hoy se encuentra detenida a la espera de ser llevada a la provincia de Salta por una comisión de policías que viajarán desde esa provincia.

Por otro lado, TiempoSur conoció que la joven vivía junto a su concubino, sus hijos de 5 años y un bebé de seis meses y una tía. 

 

Aberrante caso

 

El horroroso caso se produjo el 22 de agosto del año 2013, cuando en horas de la tarde la madre del pequeño Alan solicitó la presencia policial y una ambulancia, aduciendo que su bebé de cuatro meses se había caído de la cama y se hallaba ensangrentado en el suelo de la habitación.

Personal de la División Canes y Bomberos se dieron cita para atrapar a los perros que la misma familia albergaba en un domicilio completamente tapiado, con un solo acceso a la calle.

Cuando llegó el personal médico el niño se hallaba ya sin vida y presentaba heridas importantes en su cabeza. La mujer cambió la versión del accidente y señaló a los perros como los autores de la muerte de Alan.

Los médicos verificaron fehacientemente el tipo de lesiones que presentaba el cadáver y solicitaron la presencia de la Fiscal de graves atentados.

En su momento una fuente policial advirtió que las contradicciones y las muestras recogidas hacían pensar en más de una hipótesis y la más probable sería la de un crimen. “Podría ser realmente espantoso”, dijeron entonces. Por ahora, solo es una muerte dudosa, sin detenidos.