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Lo hizo descarrilar

El albiverde  dirigido por Miguel Angel Montes de Oca a la formación ferrocarrilera de la dupla Rodríguez-Olavarría,  al vencerla por dos a cero.  Ambas  conversiones en el segundo tiempo, el negrito Matías Segura  de cabeza y a poco del final,  el lateral Juan Carlos Cormack, de penal. Los dos  terminaron con diez en canchas por  expulsiones del delantero boxinguista Juan Pablo Sotelo, y el volante  visitante Angel Alfaro.

  • 30/03/2015 • 00:00

La tarde dominguera  y pueblerina distó mucho de lo que nos deparó una semana atrás en lo que a meteorología se refiere, durante la cual  los mismos once -con la salvedad de la modificación en la alineación inicial del local, el ingreso de Matías Aguilar por Germán Villarino en  el rectángulo de juego de césped sintético del celeste de la calle Mitre, daban cuenta de su clásico adversario, dos a uno.

 Con  una temperatura por demás agradable y con  viento kilómetro cero, la contracara cernida y servida sobre  la esquina de Rivadavia y Provincias Unidas.  Cielo gris plomizo,  secundado por  demasiado aire en movimiento, constituían  un combo desabrido, como régimen de recién operado.

 

Operativo Revancha– Con esa finalidad , eL   dueño de casa asumió el compromiso de  ayer,  válido por la  segunda fecha de la tercera rueda   del torneo oficial de Primera División. Habida cuenta  del revés que le infligiera entre semana el mismísimo Ferro uno a cero, con tanto anotado por  Luis Gil .

 Pero   huelga  aclarar que ese encuentro correspondía a la segunda rueda del certamen oficial de Primera División, ya finiquitada  con Boxing  ganador de la misma.

 Aburrieron  a todos-Por responsabilidad pura y exclusiva de ambos  adversarios, que priorizaron el desenvolvimiento  aérobico

-se corrió mucho, se pensó muy  poco-  el roce, la fricción, sobre el juego conceptuado, armónico, asociado y de calidad técnica,

gesto que brillaron por  su ausencia tornando  insoportable  un trámite  que se extendió más de la cuenta y  como no pasaba nada,  de un lado y del otro .

 La  mayoría esperaba ansiosamente que Carlos Ramírez, árbitro central del juego secundado por Mariano Crosignieri,  asistente número uno, y Pedro Alcucero  Posattini,  número dos,  indicaran que el parto sin anestesia de la primera etapa felizmente había llegado a su fin.

 

Encima lo erraron- Con la cereza de  que el cuerpo técnico  de la visita, por más que resulte antipática  mi consideración,  seguramente no se  contrariaran y/u ofuscarán es que sus dirigidos   denotaron  una  anemia ofensiva alarmante. Con excepción  de la jugada que pudo derivar en  la  injusta apertura del marcador, porque de los dos, fue el que menos hizo por  conseguirla,  no pudiendo capitalizar  al pena máxima que tan mal ejecutó el once   de la locomotora negra y amarilla, José Cárcamo, tirándolo por arriba del larguero que da a espaldas de la avenida San Martín.

Sólo ocupación territorial-  Liviana por cierto ejercida por la visita en  el nacimiento del encuentro, pero sin  generar peligro hacia los tres palos del joven Lucas Contreras.

Solo un  débil remate del 17 Lucas Forestier, reemplazante del  número siete Jonatan Haro  como aproximación, nada más que eso en el ítem ataque.

Cuando el local terminó de acomodar sus piezas la visita  recostó su funcionamiento más cerca de  su golero que del área de enfrente,  y a través  de una  expeditiva línea de fondo en donde   sus centrales, Cristian Lugo y Diego Robledo,  con  firmeza y fiereza   de procederes, -que para nada sobresalían por su docilidad y calidad—sacaban, alto, fuerte y lejos  los intentos ofensivos que por su sector  aterrizaran.

 

  Al menos atacó más—Nos referimos claramente al local, que de los dos fue el que más buscó el arco adversario, demostrando  mayor vocación ofensiva en procura de la apertura del marcador que en función al cuadro de situación táctica que  enmarcó los 45 iniciales,   a raíz de la falta de profundidad, precisión de sus intentos a través de delanteros que para nada estuvieron iluminados y al igual que sus colegas del otro lado, quedaron bajo la sombra  de la imperfección.

No obstante, con un Gabriel  Burgos que se olvidó de la función de volante central y se fue a jugar como diez bis al lado de Brain Sosa,  triángulo con acierto con Juan Pablo Sotello,  quien llegó hasta la raya de fondo, centro atrás y el volante por derecha, Matías Aguilar, no puede conectar.

En una de las aisladas maniobras por alterar el marcador a cargo de un  local  que siempre -y  hay que reconocerlo- trató de  asegurar la pelota a ras del piso y no dividirla en un estéril pelotazo.

Situación reflejada en la salida  prolija de Cristian Figueras, con continuidad de apuntalamiento en las salidas por sus respectivos carriles, vía  Mario Isaurralde y Juan Carlos Cormack, quien mantuvo  en el transcurso de la primera mitad un duelo personal con Lucas Nieto,  mediocampista combativo  de  Ferro.

Escaramuza que formaba parte del trámite trabado, hablado, friccionado  del encuentro en su primera mitad, que no se alteraría, por el contrario, conservaría el formato emocional del pleito a pesar de la llegada de los dos goles que le permitirían al local volver a sumar de a tres.

Sólo tarjetas—No se confunda, en absoluto estoy aludiendo a la  oferta comercial, que en amplio abanico de modalidades de  pago acepta el plástico en su amplia variedad, débito y/o crédito.

Sino a las que en varias ocasiones, cuando se iba calentando el ambiente desde los dos lados, sólo interrumpido con un tibio remate desde lejos a cargo de Lucas Forestier que en el segundo tiempo se puso el equipo a  cuestas y desde su ubicación como volante adelantado las pidió todas, e  incluso sobre el epílogo sorprendió con remate cruzado que dio de lleno en el travesaño del arco defendido por Lucas Contreras, a espaldas de Rivadavia.

 A  poco de reanudarse el partido  el delantero boxinguista Juan Pablo Sotelo, a la altura de la mitad de cancha, deja a dos hombres en  el camino pero no al tercero,  el lateral Enzo Guerrero, que lo intercepta,  a quien sin pelota lo derriba.

Sin titubear un segundo, el árbitro  Carlos Ramírez le muestra la roja,  en  acertada decisión. No sólo perdió él, sino su equipo, que se queda con una alternativa ofensiva menos en virtud de que  Montes de Oca jugó con tres puntas.

El egresado Sotello, Brian Sosa, que siempre complica por su velocidad y  un Matías Segura,  que a nuestro modesto entender por su insistencia, despliegue y naturalmente el gol que convierte,   fue el destacado de un  mediocre y  desde lo técnico ordinario  partido en que lo ganó bien el local, porque de  los dos, a pesar de la falta de brillantez de su juego, fue siempre al frente.

Lo siguió el ocho de Ferro-  En la categoría de  egresados sin diploma , el  volante de Ferro, Angel  Alfaro, al bajarlo al segundo  central del  local, Matías Aguilar,  el horno no estaba para bollos  y los ánimos caldeados, sin llegar a situaciones extremas, hacían presagiar  situaciones parecidas,.

No fueron rojas, peri sí amarillas, y como se dice en el  básquetbol, se fueron cargando los dos equipos. Continuidad en Cristian Figueras y el volante central, Gabriel Burgos; y en el lateral Enzo Guerrero, por la visita.

 

Y  la apertura llegó—Si bien no era un dominio ostensible el ejercido por  Boxing hacia Ferro, era el que más atacaba.

Media distancia a cargo de Matías Aguilar por sobre el travesaño.

Hasta que a los 25,  un servicio de esquina desde la confluencia de  las avenidas Santa Fe con San Martín magníficamente ejecutado por Brian Sosa, encuentra el salto goleador del “negrito” Matías Segura para  descomprimir  los ánimos y justicieramente adelantar en el marcador al once de Miguel Angel Montes de Oca.

 

Desde los doce pasos- Lo asegura el marcador de punta  Juan Carlos Cormack, luego de una imparable carrera por su andarivel  de su compañero de ruta en lo que hace a la custodia  de laterales,

Mario Insaurralde, que sólo lo detiene la infracción de un defensa ferrocarrilero. Claro penal que sanciona la autoridad del partido,

y que por gol cambiaría  la  precisa  y fuerte ejecución, casi al medio del arco, a cargo del mencionado Cormack, para  de una vez por todas definir el encuentro.

No conforme con la ventaja el local fue por más, con un bombazo del siete Brian Sosa, desde fuera del área; un cabezazo del diez de Ferro, Pablo Almirón a las manos de Lucas Contreras, clausurarían la actividad ofensiva de un equipo que al igual que la temporada pasada,  exhibió su  falta de potencia ofensiva.

Cuando movieron el tablero- Por el lado del local, Enzo Codero por el lesionado Cristian Figueras.

Además de los ingresos de Nicolás Amado y Juan Caamaño.

En Ferro tuvieron su oportunidad Angelo Luconi y Juan Hernández.

 

Completaron la fecha- La nueva derrota del celeste de la calle Mitre ante el xeneize, por dos a uno en encuentro de corte parejo y dominio alternado.

El flaco Coronel  y el juvenil Meana, para el ganador.

En tanto Oscar Vergara el tanto hispanista.

 

El resumen de Quinta División- En el que se destaca claramente la goleada del puntero de la categoría, Boxing, que no tuvo dificultad alguna para golear como local a Boca, 4 a 1.

Con dos tantos de Gabriel Oviedo, igual suerte corrió Hispano, que de visitante superó al local Defensores por 2 a 0.

También, haciendo gala de su poderío ofensivo, Unión Santacruceña  de visitante superó 4 a 2 a Hispano.

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