Deporte

El santacruceño al que la Juve le puso el ojo

Se trata de Gabriel Sotomayor, con 13 años juega de central en Unión Santacruceña. El último verano viajó a Italia como refuerzo del Club Los Aromos de Trelew. Su actuación fue tan alta que le valió ser el mejor jugador del certamen. Aprovechando su estadía en la península pasó por Turín e intentó probarse en la Juventus. No pudo por una cuestión de papeles. El contacto quedó y el interés por que entrene en la Vecchia Signora, también.

  • 27/03/2015 • 00:00
Gabriel juega desde el 2007 en Unión Santacruceña.
Gabriel juega desde el 2007 en Unión Santacruceña.

Para muchos, los únicos que ganan son los campeones. Ese pensamiento está instalado en lo más profundo del fútbol, en todos sus estamentos, pero a veces, este concepto es erróneo. Sobre todo en las divisiones formativas, en donde hay otras cosas que importan por igual o más que el resultado mismo de un partido o torneo.

En febrero pasado, el club Los Aromos de Trelew participó del Campeonato Carnaval de Gallipoli, Copa Santa María di Leuca, en Italia. Fue el único de este continente que cruzó el gran charco y compartió experiencia junto a otros 24 equipos. Estos en su mayoría locales pero también hubo una fuerte participación de elencos de Alemania, Rusia, Ucrania y Finlandia.

En ese certamen, que ganó Inter y que tuvo como escoltas a Juventus y Milan, Los Aromos terminó en el puesto 19°. Lo que para muchos hubiese sido un equipo más dentro de la lista de perdedores que tuvo el torneo, verdaderamente el de Trelew no lo fue. Por el valor que tuvo el viaje. Para muchos de sus jugadores fue la primera oportunidad, por ejemplo, de viajar en avión. Para la mayoría, la primera vez en poner un pie en el Viejo Continente. En lo competitivo, de medirse contra los dominadores del fútbol infantil de la península itálica y sus alrededores. De vivir la competencia desde otro lado y sentirse profesionales del fútbol por unos días. En resumidas cuentas todo por ganar y poco por perder. En estas circunstancias, el resultado en cancha suele pasar a ser una mera anécdota.

El plantel de Los Aromos estuvo integrado por 15 jugadores, poco más de la mitad de estos, oriundos de distintas localidades de Chubut, el resto, con documento santacruceño. Por la capital provincial viajaron cuatro jóvenes promesas. Tres del Boxing Club (Facundo Mayorga, Joaquín Jáuregui y Lucas Aranda) y uno de Unión Santacruceña (Gabriel Sotomayor).

En tiempos de triunfalismos y exitismos, la organización del evento miró hacia otro costado y se sumó a quienes piensan en el resultado como una consecuencia azarosa del juego. Y nada más. Así fue que a la hora de distinguir a los mejores en cada rubro individual decidió premiar también a los que se habían destacado en ese rubro pero que en el colectivo la suerte no los ayudó a terminar más arriba en el clasificador. Siguiendo esta tónica, el premio al mejor jugador del torneo, Memorial “Dott. Mario Caputo”, fue para el santacruceño Sotomayor. Menuda fue la sorpresa para todos. Su mamá, Cecilia, hizo el mejor resumen. “No lo esperábamos. Pensábamos que los premios eran para los que ganaban nada más”. En algún punto, y en este torneo, Gabriel ganó. Por eso, tuvo su recompensa al final del mismo.    

 

El torneo

Durante el tiempo que duró el certamen, Los Aromos disputó cuatro partidos. Ganó dos y perdió la misma cantidad. Gabriel relató, en primera persona, lo que fue esta experiencia. “Fue increíble. La pasé muy bien. Me gustó mucho. Pudimos ganar algunos partidos pero en los que nos tocó perder la diferencia fue mucha. Nos superaron más que nada en la parte física. Eran muy grandes y fuertes los rivales”.

 

La posibilidad

Gabriel juega en Unión Santacruceña desde el 2007. En el equipo negro juega tanto en la versión indoor como en cancha grande. Para jugar con las dimensiones reducidas prefiere ir al arco. No así cuando las medidas le dan algo más de libertad. Ahí prefiere ocupar un lugar en la línea de defensa. Le gusta ser central, como Gerard Piqué o Marco Torsiglieri, dos de los jugadores a los cuales admira. El último, un amor más reciente, a partir de su llegada a Boca, club del cual es hincha.

La temporada pasada Gabriel tuvo un buen año en lo que a futsal se refiere. Participó de varios torneos afuera de esta ciudad (Río Turbio, Punta Arenas y Puerto San Julián), cosechando títulos grupales e individuales por doquier. También tuvo una destacada participación en el tradicional fútbol once. Integró el equipo del Boxing Club que hizo podio en el Mundialito de Trelew, a fines de 2014. De ese contacto con Leonardo Mata, referente del fútbol albiverde y su conexión con la entidad chubutense, surgió la posibilidad para que Gabriel viaje a Italia.

La otra parte corrió por cuenta de sus padres, Cecilia y Alejandro, quienes tuvieron que costear los gastos de traslado, hospedaje y comida. Algo que en los tiempos que corren, no es un detalle menor ni mucho menos.     

 

La Juve

Aprovechando el viaje, Gabriel tuvo la posibilidad de recorrer algo de la bella Italia. El paso por Roma y Turín fue casi inevitable. En la primera recorrió los lugares más tradicionales, llámese el Coliseo o el Vaticano. En la capital de la región del Piamonte, prefirió pasearse por algunos clubes. Fue a los entrenamientos del Torino y la Juventus. Mientras se sacó fotos con los jugadores del Toro Rosso, intentó hacer una prueba en la Vecchia Signora. Esta finalmente no pudo ser, una cuestión de papeles se lo impidió. El más importante, no contar con pasaporte comunitario. El otro una cuestión de números. Las pruebas suelen ser a partir de los 14 años y en ese momento Gabriel tenía 13. De todas maneras, el contacto quedó hecho. La posibilidad que vuelva a probar suerte, es grande, tanto o más que sus ganas.       

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