Retrato -con zoom- de una pasión

El deporte es pasión. El fútbol lo es. Pero a veces, esto es sólo el medio para poder sacar de adentro vínculos con los que uno tiene un apego especial, por distintas razones. Como lo es la fotografía para Oscar Martín Casarini. Un joven de 27 años nacido y criado en Perito Moreno. Un hombre, a esta altura, en busca de su verdadera identidad. Y quizás este descubrir tenga algo, o mucho, que ver con esto de las pasiones y de dejar que las mismas fluyan. Hoy por hoy trabaja en Vialidad, pero es sólo eso, un trabajo. Su alma y su corazón están puestos en otro lado: en la fotografía.

De a poco este santacruceño está rompiendo algunas barreras; derribando mitos y dejarse ser. Desde hace un tiempo que Oscar es feliz. Muy feliz. Eso se lo debe a la fotografía. Y a él mismo, por permitirse hacer lo que le gusta, hacerlo con mucho sentimiento y, principalmente, con vocación. Por ahora de amateur. En algún tiempo, quizás, como profesional.     

Su relación con la cámara

Desde chico se sintió cercano a la fotografía. “Siempre me gustó. Con mi hermana me llevo cuatro años de diferencia y me acuerdo que cuando ella iba al jardín, yo le sacaba fotos en los actos. En el último tiempo tuve una cámara común, digital, con la que sacaba fotos en reuniones familiares o eventos en la ciudad, pero se me rompió y no me quedó otra que ponerme en campaña para comprarme otra”, contó Oscar.

Lo que pareció ser una tragedia, más bien fue la puerta grande a otra dimensión. Y la llave para traspasar la misma la encontró en su círculo íntimo. “Le compré la cámara a mi primo, me hizo precio. Venía con el zoom común. Gracias a mi trabajo pude comprarme uno más grande para poder sacar mejores fotos”, dijo.

Embajador de su ciudad

Hace un tiempo que le ronda por la cabeza una idea. Esta, impulsada desde su condición de estudiante de Turismo, promocionar a su querido Perito Moreno. Ahí le encontró otra veta a la fotografía y una excusa más como para poder hacer lo que realmente le gusta. Inmortalizar todo en imágenes y darle la posibilidad que su lugar o sus vecinos trasciendan los límites de esta. Orgulloso que así sea y con la intención de poner a dicha localidad del noroeste santacruceño en el mapa, no sólo de la provincia, sino también del país, la región y, por qué no, el mundo. 

Fútbol con zoom

De chico jugó al fútbol, aunque su relación con la pelota fue efímera. Lejos de lo que se pudiera especular, su pasado deportivo no estuvo ligado con el club San Lorenzo, sino con el que por ese entonces era su clásico rival. El hoy ya desaparecida Escuela de Fútbol Infantil Tehuelche. Pero su vínculo con el fútbol no merece más que una simple mención. No significó, dicho por él mismo, gran cosa en la vida de este santacruceño.

El último fin de semana, se reencontró con el fútbol. Aunque ahora desde otro lado. Mientras los jugadores hacían lo suyo adentro de la cancha, él también sacaba a relucir su mejor forma, pero del otro lado de la línea de cal.

Recorrió más de 120 kilómetros, de ida y vuelta, para que se conozca un hecho que para Perito Moreno y su gente era histórico. El club San Lorenzo de esa ciudad recibía a Ferro Carril del Estado de Comodoro Rivadavia por la última fecha de la primera fase del Torneo Federal C. Si bien el cuervo fue local, este tuvo que jugar en Los Antiguos, por no tener habilitada su cancha para esta competencia. El día finalizó con los deberes hechos. Sacó fotos y lo hizo en grandes cantidades. Después lo que cosechó con su trabajo dio frutos rápidamente. Ofreció las imágenes a distintos medios de la zona. Algunos tomaron la obra de Oscar y otros por ahora no. El diario Crónica fue uno de los que se hizo eco de las fotos. Las usó como para ilustrar lo que el periodista que cubrió el partido vio y tradujo en palabras. “Sentí una emoción tremenda. Fue un orgullo porque el equipo y mi ciudad pudieron conocerse un poco más”, señaló.

La vuelta a la ciudad, a la rutina fue diferente. Lo trataron casi como a un héroe. Ya no era más Oscar, era quien llevó al deporte, al fútbol, a San Lorenzo y a la ciudad a superar las barreras geográficas. Tanto que los jugadores, hinchas y hasta dirigentes del cuervo le agradecieron lo hecho. Y lo invitaron a seguir la campaña del equipo hasta donde dé este sueño llamado Federal C. Aunque ahora ya no como freelance sino más bien como uno más del club. El Presidente le cursó una invitación para que así sea. Será parte de la delegación y defenderá a los colores azul y rojo desde el costado mismo de la cancha. Donde haya algo que retratar, ahí estará él para hacer click.   

Sus sueños       

Todo empezó con, casi, el origen mismo de su vida. Aunque tomó mayor importancia hace poco, cuando se dio cuenta que con una cámara era feliz y podía hacer lo que más le gusta. Ahora que está disfrutando de este buen momento, sus metas cambiaron. 

“Me gustaría poder capacitarme para poder agarrarle un poco más la mano a la cámara. Quisiera hacer algún curso, no sé, por internet, para que las fotos salgan perfectamente encuadradas. También para que no se vean como movidas y algunas otras cuestiones que diferencia a una buena foto de una mala. Sueño con que algún medio nacional publique una foto mía”, finalizó Oscar.