San Julián: Le pidió a su hermano que le cuide la casa y éste se la usurpó

Raquel es una empleada provincial que hace tres años desempeña labores en Río Gallegos, lo que la obligaba a, permanentemente, tener que viajar desde San Julián a esta capital. Hace seis meses  decidió realizar un permiso en el IDUV para que su hermano quedase como cuidador de la vivienda que le fue adjudicada hace 15 años y cuyos pagos afronta mes a mes.

Durante varias semanas Raquel intentó comunicarse telefónicamente con su hermano, pero éste no la atendía, hasta que eventualmente debió regresar a su localidad y grande fue su sorpresa cuando, al llegar a su casa, la esposa de su hermano le asegura que no iban a permitirle entrar a la morada.

Frente a esta situación la mujer revocó el permiso que había certificado ante el IDUV, donde además llevó adelante las gestiones para la recuperación de la casa que, según manifestó su hermano además habría puesto en alquiler una construcción anexa.

“Tanto mi hermano como su esposa usurparon mi propiedad, abusaron de mi confianza, tomando ocupación de forma violenta, quedando el hecho en evidencia ante la policía el 14 de enero, día en que ingresé a mi vivienda y me sacan por la fuerza” sostuvo a través de un escrito en el que además denuncia al Juez de San Julián por “inacción y abuso de poder”, ya que “cuando fui citada a su despacho,  me agredió verbalmente y me degradó como persona con palabras que no son propias de un hombre de bien”, dijo respecto del magistrado, a quien ayer un grupo de vecinos le pidió la renuncia ante diversos casos de inseguridad no resueltos.

Durante varios días la dueña de casa debió dormir “junto a mis hijos en el piso de la casa de una amiga en San Julián” pero luego, ella y los menores ingresaron subrepticiamente al anexo de la casa que entonces estaba alquilado, donde permanecieron un día y fueron testigos de “como los usurpadores entraban y salían de la casa, se cruzaban saludos afectuosos con los policías y vivían la cotidianeidad con total holgura”, relató.

Ante la ausencia de su hermano y la mujer, Raquel ingresó nuevamente a su propiedad, pero “por miedo al accionar de la policía me descompensé”.

El 5 de febrero su hermano junto a una comisión policial retiran todos los bienes de la casa, ocasión en la que “un policía me golpeó con brutalidad causándome varias heridas en el cuerpo, llegando además a someter a mi hija menor” continúa el relato, que además cuenta que luego “fui detenida con violencia mientras los usurpadores entraban a mi casa a sacar las cosas”.

Tras salir de la detención, en donde estuvo “incomunicada” y le aplicaron “oxígeno y sedantes”, la mujer dio una entrevista a una radio local, lo que generó que el Fiscal de la localidad de Piedra Buena decidiera intervenir y sacarla con custodia policial.

Entre las diferentes irregularidades que fueron denunciadas, se relata cómo tras aquellos episodios y haber recuperado su hogar, sujetos no identificados intentaron ingresar nuevamente por la noche, ante lo cual “llamé a la comisaría y me decían que llame a Canal 9, en reproche a la presencia en los medios de comunicación”, pero además, que el médico policial se negó a constatar los golpes que evidenciaba e incluso, que habiendo designado un abogado, a éste no se le permite el acceso al expediente.