Hoy puede ser un gran día y mañana también

 Citando, invocando la final, excelsa letra de Nano Serrat,

 cantautor, mentor y creador del inolvidable mediterráneo, que para los nostalgiosos y/o nostalgiosas,  despiertan inolvidables momentos vividos.

 Confeso admirador de la Argentina, de sus mujeres, del  buen vino, y  de la bombonera, por su inevitable condición de hincha fanático de Boca.

 Salvando la introducción de la ocasión y remitiéndonos al título, que creímos –al menos de mi parte— por demás ocurrente.

Para los dirigidos por René Muñoz,  hoy en la competencia propiamente dicha, viéndolos desde afuera en su condición  neutral.

Y  el lunes con el feliz hecho consumado por una victoria o solamente con un empate del dueño del circo santacruceño.

El aguerrido Atlético, en su fortaleza, que lejos de la invulnerabilidad de los resultados acaecidos en esa ciudad, será un dura escollo para el colista calafateño, ante quien Defe igualó en dos oportunidades. 

En la inauguración del grupo sin abrir el marcador.

Y  en dos tantos en su visita  a la villa  turística, en pleno hervidero humano, con motivo de la exitosa Fiesta del Lago.

 Con expulsados de por medio, que también en ese ítem coloca al popular equipo del barrio afín,  la vanguardia del top ten.

Con Alexis Navarro, en esa ocasión, producto de  la  intensidad del juego y de la forma en que remontó la desventaja inicial, el once de  Defe…  logrando rescatar del borde la derrota una unidad de suma valía.

Reforzando de esa manera su temple combativo, espiritual y todo lo  vinculado al  carácter de un equipo, que fue de menor a mayor.

 

  Y ganó nomás el último domingo, en lo que fue cobertura de este medio. Bajo la premisa de vencer, por la diferencia que sea, pero ganar la única opción para mantenerlo con chance de pasar a la próxima ronda.

En la cual, a pesar de la victoria mediante y obrante en  la escena futbolera, parcialmente dependía de sí mismo. 

En razón de quien había perdido altura en el termómetro numérico, a Atlético Santa Cruz le quedaba una posibilidad en la fecha de cierre de local, ante el calafateño, a quien de visitante había derrotado por dos a cero.

Y en lo que ha  estadística se refiere, en este triangular del Federal “C”, se transformaba ese grito de victoria de los portuarios en  la primera victoria del reducido.

 Lo que con el resultado en la mano reflejaba al unísono, dos aristas  para tener en cuenta: la paridad o mejor dicho la mediocridad y anemia de gol de los participantes.

Y  el mérito en el ganador, de ser el primero en sumar de a tres.

Que en función de  la flaqueza técnica denotada por los tres, no era un detalle menor.

 

 Un  buen marco-. Es  el que se aguarda en el ámbito portuario, de un partido de rompe y raja, en donde el local es el que más tiene que perder.

Sabiendo que el único resultado que le sirve para desbancar de la punta y clasificación al equipo de Muñoz, es la victoria.

Que seguramente, de manera equilibrada, saldrá a buscar tan pronto suene el silbato de la autoridad con injerencia en el asunto. Y  un Argentino del Sur que aparece como el invitado de piedra en el desenlace del grupo y a la vez juez de parte.

Sereno como un cielo de verano -letra y voz de Manolo Galván-, esperará ordenado con dos líneas de cuatro  sin atrincherarse. 

El adivinable aluvión ofensivo de un equipo, que por lo demostrado hace una semana atrás en el “nido de las águilas” -Francisco  Ramírez y Zapiola-, tiene con que para pegar el gran salto,  en la soleada y segura calurosa tarde portuaria.

 De atrás hacia adelante-  Un arquero seguro, pero de escasos recursos fuera del arco: Daniel Bascone.

Dos laterales que efectados al ataque han dado  que hablar.

Javier Vera, por derecha y  Juan Rodrigo,  sobre la izquierda.

Dos centrales, expeditivos y seguros: Leandro Marín y Federico Pérez.

Un dúo batallador en la mitad de  la cancha: Juan Agüero y Osvaldo Asenjo.

Un carrilero suelto, Gastón Luna –expulsado-, seguro no será de la partida.

Y  el mejor jugador de ese domingo placentero climatológicamente hablando, su número diez y organizador de juego, el habilidoso Alex Franco, que se puso el equipo a babuchas. 

Con la redonda en los pies marcó los tiempos de su equipo, generó juego y lo distribuyó de manera criteriosa.

Y  Adelante, dos inquietantes delanteros, como al menos en el mejor momento de lo portuario, lo demostraron Claudio Lemes, que tuvo una inmejorable ocasión para el descuento, pero el palo derecho de Maximiliano Gómez le dijo no.

Y su compañero de fórmulas, un tal Fernando Centeno.