Especialista analiza datos relevantes sobre el consumo de pornografía en la ciudad

Uno de los sitios web líderes en entretenimiento para adultos, ha realizado un recuento de cuáles son los países que presentan más actividad en dichos portales.

Según este, Sahara Occidental, China y las Filipinas, son los territorios donde más se consume pornografía, teniendo en cuenta siempre que son datos almacenados por el sitio en cuestión. 16 minutos y 16 segundos, 14:34 minutos y 14:22 minutos, respectivamente es el porcentaje.

En el polo opuesto, es decir, en los sectores de menor promedio, siendo de aproximadamente cinco minutos, son: Palestina, Irak y la Antártida.

Asimismo, en América del Sur, Paraguay, Colombia y Venezuela, pasan al menos 9 minutos en esta página. Mientras que el resto de los países más importantes tienen sesiones en el rango cercano a los 8 minutos: Ecuador, 8:10; Perú, 7:30; Bolivia, 8:43; Brasil, 7:56; Argentina, 8:21 y Chile, con 8:04 minutos.

El mapa de la web detalla la actividad de dos ciudades argentinas: Río Gallegos, con sesiones promedio de 8:55 minutos y Buenos Aires, donde pasan 8:56 minutos en el sitio.

 

Por qué las cifras locales- Teniendo en cuenta esto, se consultó a un psicólogo de esta ciudad capital, con intenciones de conocer el por qué de este porcentaje en Río Gallegos, el cual en la medición, se encuentra sólo un segundo menos que Buenos Aires.

A cerca de los números, el especialista expuso que “ha ganado mucho terreno a lo largo de los años la industria en cuestión y más allá de que muchas personas lo siguen tomando como un tabú cuando se sientan ante un psicólogo, que evitan hablar del sexo o de una cuestión así, queda a claras que el consumo se acrecentó”.

Igualmente, “seguramente los ciudadanos de Río Gallegos, producen ciertas hipótesis y estigmas ante estos casos sobre las causas de los números, pero la realidad es que si ambas ciudades tenidas en cuenta presentaron estadísticas parejas, es porque todo ha crecido y muchos tienen el morbo, el placer de ver lo prohibido”. En este sentido, añadió que se genera “porque hoy en día nadie ve pornografía delante de otras personas. Un joven no va a entrar a un sitio web delante de sus padres, sus amigos o un desconocido, entonces ahí está lo prohibido”, apuntó. 

Por otra parte, destacó que a su vez, el consumo de este tipo de material puede causar “falsas concepciones del mundo real”, y sin dar ejemplo de casos particulares, el psicólogo comentó: “Los números son números, pero la realidad es que un gran porcentaje también siente atracción hacia estas cosas porque ve algo fuera de lo normal. Puede ser que se genere un problema en la mente, ya que la industria plasma escenas que son casi imposibles de que pasen en la vida cotidiana de un trabajador, un estudiante, o quien fuese, por lo tanto se crea una falsa realidad que puede confundir al consumidor, que se siente frustrado al ver que no es tal cual cómo se desarrolla en los videos que vio”.

En cuanto al poder de la industria pornográfica, manifestó: “Hay quienes indican que en la época en que existieron contemporáneamente el cassette de video Beta y luego el VHS, el primero tenía mayor calidad, pero se impuso el VHS y se debe a que la industria seleccionó ese formato para sus materiales”.