Se realizó nuevo debate de Usinas del Pensamiento Nacional

Hace unos días la presidente de la Nación Cristina Fernández, hizo la diferenciación de momentos y de realidades con un suceso de 1992 en Estados Unidos, definiendo qué es lo central en la discusión de la actualidad: “Es la política, pavotes”, dijo.

Poco antes de las elecciones de 1992, Bush era considerado imbatible por la mayoría de los analistas políticos; su popularidad entonces había llegado al 90% de aceptación, un récord histórico. En esas circunstancias, James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton, señaló que éste debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas. Con el fin de mantener la campaña enfocada en un mensaje, Carville pegó un cartel en las oficinas de campaña con tres puntos escritos:

-          Cambio vs. más de lo mismo.

-          La economía, estúpido.

-          No olvidar el sistema de salud.

Aunque el cartel era sólo un recordatorio interno, la frase se convirtió en un eslogan no oficial de la campaña de Clinton, que resultó decisivo para derrotar a Bush, algo impensable poco antes.

Hoy la Presidente parafraseó aquello y puso negro sobre blanco una verdad que estamos viviendo desde el 25 de mayo de 2003.

Volvió la política, la militancia, el colectivo por encima del individualismo: “La militancia es un acto de amor”. Es cuando un hombre o una mujer le quita horas a su ocio, a su descanso, a su familia, para dedicarlas a pensar una vida mejor para los demás. Sabiendo tal vez inconcientemente que sólo con esa dedicación ya se está creando una vida mejor para sí mismo.

La lucha por la recuperación de la democracia nos llevó años de angustias, dolor, clandestinidad, exilios y miles de compañeros muertos y desaparecidos, y cuando lo conseguimos, desde el primer día, el 10 de diciembre de 1983 volvimos a la esperanza y la alegría, aunque fue sólo a partir de la presidencia de Néstor que empezamos a ver lo que podíamos hacer.

No es la democracia en sí misma la que puede transformar la realidad, es la democracia con contenido, la democracia con inclusión, la democracia con desendeudamiento popular, la democracia con igualdad. Estos son conceptos y valores con los que tenemos que llenar la democracia para que sea tranformadora y revolucionaria.

Esta democracia que empezamos a construir en 2003 es la democracia que no tenemos que dejar que se nos vaya de las manos. Es la democracia conducida por la política. Con Alfonsín conducía el voluntarismo y las ganas de vivir en democracia, con Menem la condujo la economía capitalista neoliberal y así nos fue, con la Alianza la conducción fue de los medios que hicieron renunciar al Chacho Álvarez y lo hicieron reponer a Cavallo al frente del ministerio de economía y a partir de Néstor Kirchner y después con Cristina al frente del Modelo Nacional y Popular la que conduce los destinos de la Patria es la política.

Pasaron 31 años  y se viene un momento de decisiones importantes. Dice Rodolfo Walsh que en momentos de crisis el pueblo se repliega hacia lo que reconoce como su retaguardia afectiva y esos somos nosotros, la retaguardia afectiva de los santacruceños es el kirchnerismo, el movimiento que nos hizo vivir los momentos más felices y la Corriente de Liberación Nacional (Kolina) y el Frente para la Victoria Santacruceña, los bastiones sostenedores y guardianes del Proyecto Nacional.

En unidad y organización con todos los compañeros del mismo espacio, preparémonos para consolidar el proyecto, contener políticamente a los santacruceños y avanzar en la consolidación de la Santa Cruz que todos queremos. Empecemos de nuevo.