Info General

Peligro de derrumbe en viviendas de Caleta Olivia

Crece la preocupación de decenas de vecinos que habitan la zona alta del barrio Mar del Plata. Las familias viven atemorizadas en el medio de dos bombas de tiempo: de un lado tienen el mar, que continúa socavando el terreno sobre el que están construidas sus viviendas, y del otro la Playa de Tanques. Piden que alguien las escuche.

  • 24/11/2014 • 00:00

Ricardo Amaya y su esposa Sandra Cruz, mostraron a este medio las condiciones en las que viven y un patio que está prácticamente inutilizable, debido al peligro que representa acercarse a ese sector que se va desmoronando a medida que pasa el tiempo.

El vecino contó que actualmente son once las personas que residen en la vivienda de dos habitaciones; el matrimonio con sus cinco hijos de 22, 20, 19, 17 y 11 años de edad, junto a una nuera y tres nietos de 5 y 3 años, además de un bebé de 7 meses.

“Hace un tiempo me inscribí en el municipio para ser beneficiario del Plan Techo Digno y me dijeron que por la forma en la que vivimos tenemos prioridad para que nos den una casa, pero me dijeron que en total son 40 las que van a entregar y que hay 1.300 familias esperando, así que realmente nuestro destino es una lotería”, indicó Amaya.

También dijo que previo a ello había realizado la solicitud de un terreno “pero me criticaron cómo iba a hacer para construir la casa, porque yo soy albañil y mi señora trabaja para la provincia en la Subsecretaría de Trabajo, pero eso es problema nuestro y de alguna manera nos vamos a arreglar para poder construirla y salir de este lugar”, expresó.

CUEVA DEBAJO DE LA CASA

Al mismo tiempo señaló que cuando realizó los trámites para la solicitud de una vivienda se acercaron trabajadores sociales “para ver las condiciones en las que vivimos y aun así no han hecho nada. Yo no pido que me regalen las cosas, sólo quiero condiciones de vida dignas para mi familia”.

 

Por otra parte dijo que ha tenido que realizar sendas reparaciones en el baño, ya que cada vez que hay movimientos bruscos de la marea vibra toda la casa. Incluso ello hizo que se formara una cueva que ingresó más de diez metros por debajo del terreno y llega hasta el comedor, por lo cual debió ponerle mallas al piso para que no se derrumbara.

 

En tanto, su esposa contó que hace nueve años que viven en Caleta y seis en la casa 80 del barrio Mar del Plata. “Nosotros nacimos en Mendoza y decidimos venir porque nos dijeron que la vida era mejor acá. Teníamos pensado estar sólo un año pero decidimos quedarnos”, agregó.

 

“TUVE QUE PAGAR UNA COIMA”

Al retomar la palabra, Amaya contó indignado que “hace unos meses me metí en un terreno de la Zona de Chacras que me habían dicho que nunca había sido ocupado ni cercado. En ese momento aparecieron todas las autoridades del municipio y de la Policía para sacarme y me dijeron que si quería un terreno lo tenía que pedir; pero hace años que me anoté y todavía estoy esperando”.

Además indicó que “ya van a ser dos meses que no tenemos agua y hace tres años debimos soportar todo un invierno sin luz ni gas. Los chicos eran chiquitos y debían ir a dormir a la casa de otros familiares porque el frío que hacía acá era insoportable”.

“Cansado de vivir así fui a la Municipalidad y empecé a patear puertas hasta que me escucharon. Para corroborar la instalación de gas vino un matriculado de Servicios Sociales del municipio y me dijo que estaba todo mal hecho y que iba a tener que mandar a otra persona para que lo hiciera bien”, añadió.

No obstante, dijo que llamó a otro gasista matriculado particular quien le aseguró que la instalación estaba bien realizada. “Tuve que darle, en ese tiempo, una coima de 1.000 pesos al gasista municipal para que me firmara los papeles y además pagar una deuda de luz del dueño anterior de 1.400 pesos para que pudieran reconectarla”.

 

ALARMA DE TERMAP

Por otra parte, recordaron cuando el domingo 8 de junio de este mismo año se activó erróneamente a las 2:00 y 2:30 la alarma para advertir situaciones de contingencia de la playa de tanques de Terminales Marítimas Patagónicas (TERMAP).

Cruz relató que “nos asustamos mucho, estábamos descansando y cuando la escuchamos nos invadió el temor, no sabíamos que hacer. Mi marido decidió salir afuera y fue ahí cuando se dio cuenta que no pasaba nada y que se había activado por error”.

(El patagonico)