Deporte

El santo se trajo cuatro títulos de Punta Arenas

 Finalizó el Torneo Federado de Divisiones Inferiores de la Liga de Punta Arenas. Fue el pasado fin de semana. San Miguel participó en cuatro de las seis finales que se disputaron, ganando todas. Las categorías campeonas fueron U-13 y U-15 de ambas ramas. Para el santo esta primera experiencia fue positiva. Pudieron jugar y mucho. Ahora analizan, tanto de un lado como el otro, repetir en el 2015.

  • 20/11/2014 • 00:00
Los cuatro equipos ganadores con sus respectivos trofeos.
Los cuatro equipos ganadores con sus respectivos trofeos.

El año arrancó con una premisa para el club San Miguel, jugar más. Con ese objetivo comenzó a trabajar en este 2014, y antes también. A fines del 2013 los dirigentes del santo cruzaron la frontera y mantuvieron contactos con sus pares magallánicos, pensando en sumar a la competencia Federada de Básquet de Divisiones Inferiores, en Punta Arenas. Estos encuentros se prolongaron hasta los primeros meses de este año. Después de varias charlas, los representantes de ambos lados llegaron a un acuerdo. Se confirmó entonces la inclusión del bordó, también de Hispano Americano, a la competencia chilena. Esta sería la primera vez que esto suceda, tras la desaparición de la recordada, y añorada Liga Patagónica. Hasta acá los equipos de la Patagonia Sur de ambos países sólo se habían enfrentando en encuentros amistosos, o bien en algún que otro torneo realizado para la ocasión.

La posibilidad de jugar con los trasandinos le aseguraba a San Miguel tener una cierta cantidad de partidos al año. Además formar parte de un torneo anual, reglado y competitivo.

De entrada nomás la meta había sido alcanzada. Ya estaban adentro del certamen del vecino país, esto le aseguraba una buena cantidad de cotejos.

El evento comenzó allá por el cuarto o quinto mes del año y se extendió, con alguna interrupción, hasta el undécimo.

En ese lapso San Miguel realizó cerca de cuatro viajes. Además fue anfitrión de una fecha.

El pasado fin de semana el elenco de Río Gallegos coronó un gran año, el cual todavía no terminó, al obtener un póker de títulos. El bordó salió campeón de esta competencia y lo hizo por cuadruplicado. Ganó en U-13 y U-15 de ambas ramas. En todos los casos su víctima fue Inacap. Los universitarios venían de tener un gran 2013, con una cosecha importante de medallas, pero no pudieron repetir esta temporada. Se encontraron con la mejor versión de los riogalleguenses y se rindieron a sus pies.

Las chicas U-13 fueron las que más sufrieron y en donde se notó la mayor paridad. En esta categoría el santo se llevó la victoria tan solo por un punto.

En lo que respecta a las otras divisiones el triunfo fue algo más cómodo. Tranquilizador. Las diferencias entre una institución y otra llegaron a ser mayores a 15.      

Entonces el balance fue más que positivo desde todos los aspectos. Vale la pena recordar que además de estas categorías, también jugaron las dos correspondientes a la U-18. En estas, el santo no pudo pasar la fase clasificatoria. Quedaron a la puerta de los playoff, instancia a la que clasificaron sólo los dos primeros. En el femenino el ganador fue Sokol, que venció en la final a Hispano Americano. En varones el celeste sumó su única presea dorada, derrotando a Cordenap.   

El minibásquet también formó parte de este intercambio. Los chicos menores de 12 años tuvieron la posibilidad de relacionarse con sus pares chilenos, de vivir la experiencia de un viaje, más bien varios, de la convivencia y la competencia. Los partidos de estas divisiones se jugaron a manera de encuentro. Es decir, básquet en el más puro de los sentidos.  

 

Afuera también ganaron

Los triunfos en la cancha se deben, principalmente, al éxito del trabajo afuera de la cancha. En este caso el de los padres y dirigentes de San Miguel. Jugar esta competencia implicó un gasto enorme. Este fue costeado por los propios chicos y por el club. El traslado, el hospedaje, la comida, los árbitros, el alquiler de la cancha y otras cuestiones llevaron el presupuesto a cifras grandes.

El costo por jugar era alto, pero había que asumirlo para poder cumplir con el objetivo planteado a principios de esta temporada. Desde el seno de la institución capitalina se hicieron varias actividades tendientes a recaudar fondos. En todo esto la tarea de los dirigentes y los padres fue gigante. Muchos viajaron a lo largo de todo el campeonato acompañando a la delegación, alentando a los chicos en los distintos partidos, pero también dando una mano en la organización. El verdadero trabajo en equipo que le dicen. La clave, sin dudas, de semejante éxito. Uno de los que formó parte de este grupo de incansables obreros, como papá de un jugador y dirigente, fue Alejandro Roldán. Este analizó desde su doble rol la temporada: “Como papás estamos muy contentos de haber terminado esta competencia como lo hicimos, jugando y con varios títulos. Fuimos a buscar lo primero y nos encontramos, además, ganando en cuatro de las seis categorías. Fue algo impresionante. Los padres vivieron este torneo tanto como los chicos. La mayoría participó de todos los viajes. Estuvieron ahí, acompañando la actividad y ayudando en lo que sea necesario. Esta liga implicó un esfuerzo enorme desde lo económico y lo humano. Pese al cansancio, estamos felices de lo conseguido, en todos los aspectos. Quiero agradecerles a todos los que colaboraron para que esto sea posible. También a los dirigentes y clubes de Punta Arenas que nos permitieron entrar a su competencia. Ojalá se repita en el 2015”.  

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