Deporte

Con el corazón en la Boca y el doble cero en la garganta

De esta manera por demás apasionante y vibrante, clasificó el albiverde de Carlos Padín a la próxima ronda de la Copa Argentina, al eliminar a Germinal de Rawson desde el punto blanco del penal por 5 a 3. Fue tras igualar en tres en los 90 reglamentarios.

  • 30/10/2014 • 00:00
Boxing ganó y pasó de ronda.
Boxing ganó y pasó de ronda.

Como un manjar gastronómico elaborado a base de ingredientes de calidad excelsa,  y que conforme al apetito del comensal de turno, no queda nada. Sólo el brillo de la losa, confirmando la remanida y conocida frase, sin desperdicios. Salvando la especie de la comparación, así resultó el encuentro en grado superlativo apurado  entre Boxing y Germinal de Rawson, con el cual el albiverde llegaba con la sangre en el ojo y en el buen sentido de la palabra con sed de revancha por la amplia superioridad en  enfrentamiento entre ellos. Es que los del valle chubutense se habían impuesto en los tres enfrentamientos, que por el Federal “B” llevaban  disputados. Había que terminar con ese estigma, maleficio, o como quiera denominárselo.  Una sombra negra, que en esta instancia de partido único, sin posibilidad de desquite,  por todos los medios,  se debía disipar. A pesar de ese  inesperado granizo que sin permiso alguno descendió sobre la carpeta de césped sintético, en Rivadavia y Provincias Unidas.

Si no fuiste, alpiste perdiste-  De observar, entretenerte e ilusionarte con un desenlace al fin feliz para el equipo de Padín, que sufrió como una madre parturienta  en el momento del parto en la definición  por penales, en la cual, a través de sus ejecutantes,  registró ciento por ciento de efectividad.

Con otra actitud- Encaró el trámite el local. Con una alineación, que salvo el ingreso de Juan Caamaño por Jonhatan San Martín -ingresó en la etapa complementaria en lugar de Germán Villarino- y la salida del equipo del central Federico Villar, El  resto, los mismos que  perdieran uno-dos el último domingo por el Federal “B”.  Es decir una  mitad de cancha  equilibrada en donde sobresalieron al término del primer tiempo, en donde el local merced a la intensidad  y presión de su juego, especialmente en  la mitad de la cancha, obligó a replegarse a este muy buen equipo de Germinal, que luego  al igual que  su adversario de ocasión, demostró con creces tal calificación. Salvo la primera aproximación de la visita en un tiro de esquina que no logra conectar el volante Jonahatan Santibáñez  y desbarata  Mauro De Negri, Hasta la apertura del tanteador, control de juego y presencia ofensiva, fueron privativos del albiverde.

Desde los doce pasos-Su primer grito de desahogo, para un equipo que parecía hechizado ante los de Rawson,  a quien no le podían mojar la oreja, llegó a través de la ejecución del penal a cargo del rosarino Lucas Altamirano, que con gran categoría cruza el disparo a la izquierda de Denis Robert, quien había elegido el opuesto.

Aprovechó el momento- Para distanciarse en el marcador, ante el sorpresivo desacople de los zagueros centrales visitantes que se equivocaban feísimo.  Indistintamente Walter Denco y Gustavo Caamaño, que en desafortunada jugada, casi desde el área chica,  le entrega el balón al Lucas Altamirano, que solo frente al arquero define con  gran categoría. En el despertar ofensivo de la visita, casi Santibáñez, luego de una perfecta habilitación de quien la rompió en el primer tiempo, Robinson Torres,  Mauro Fuentealba anticipa y desbarata. Habían dado indicios que no estaban en una buena tarde la dupla central de Germinal a cargo de Walter Denco y Gustavo Caamaño. Especialmente este último, que tras un grosero error le entrega la pelota a Lucas Altamirano, que con maestría define ante el arquero,  a quien engaña con sutil movimiento de cintura el dos a cero, que parecería facilitar la definición del pleito. Calcular que la visita conforme a su categoría de equipo estuviera regalada resultaba un disparate, y lo terminaría de confirmar en esa saludable recuperación,  el abanderado de la misma, ex Boca, Robinson Torres. No solo porque lo logró merced a un golazo, con remate de media distancia, sobre el final de la etapa inicial. Sino porque se puso el equipo a babuchas y no solo estuvo  en la faz ofensiva en el medio y cuando apuraba el local, también dando una mano atrás. Descomunal despliegue del once de la visita. Como así también, el dueño de todas las pelotas paradas de Germinal, Damián Salinas, cuyos envíos cruzados complicaron a la zaga  boxinguista. El gran esfuerzo realizado por los muchachos de Padín, talló en lo físico, por lo cual en un  partido que ya lo insinuaba tenerlo todo, desde los goles, emociones e intensidad, con que a toda orquesta  se bajaba la persiana, a un entretenido primer tiempo en el cual quien descolló lejos en la visita como Robinsón Torres, tuvo dos situaciones antes de su gol para marcar. Una que tapa brillantemente Lucas Contreras y la otra que el larguero devuelve, con una  honda carga emotiva y de suspenso. Con un signo de interrogación se iba la primera etapa, en la cual todos esperábamos que el local hubiese mantenido la ventaja de dos goles. Lamentablemente eso no ocurrió, y sí, lo que se intuía en el reinicio del encuentro.

Germinal con todo- No sólo en busca de la igualdad, que llegaría luego de un preciso toque de Robinson Torres, que logra conectar al gol el lateral Damián Salinas, ante el estupor de todos los locales.

Dos a dos y a barajar de nuevo- Antes del empate, una llegada de Fuentealba y el disparo que se pierde cerca del palo izquierdo.El entrenador movió el tablero en el segundo tiempo, decidiendo el ingreso de San Martín por Germán Villarino. En lo personal me sorprendió, porque fue salida y llegada por  derecha.El recién ingresado pasó como lateral; Diego Jara como central y como volante por derecha Mauro Fuentealba. La visita, estimulado por la igualdad fue por más y encontró el desnivel a través de una lucida jugada en la cual el once Robinson Torres amagó en rematar y cedió el balón para Damián Salinas, que  en fina definición estampa el 3 a 2 que hacía presagiar lo peor para un local, que si bien había perdido intensidad ofensiva, de la iba a jugar.

A  matar o morir- De esa manera con mucha enjundia y entrega, se fue adelante Boxing en busca del ansiado empate que le diera aire, por la heroica, en razón que al juego le quedaba todavía mucha tela por cortar y ganó en emotividad con situaciones de gol hacia uno y otro arco. Primero Mariano Matus -de buen desempeño- se lo pierde  al no poder definir ante el achique del arquero, Después el central Mauro Negri, que le parte el travesaño al golero visitante. Hasta que al fin moja Mariano, al conectar de cabeza un certero centro de Mauro Fuentealba, y desatar la locura de un 3 a 3. Que alimentaba la posibilidad de un desenlace feliz y tremendo, por la magnitud con que se había jugado. Y por poco prescinde de los penales  el local al no poder definir Mariano Matus, solo ante el arquero, trata de picársela y éste le adivina la intención sacándola al córner.

Terminó  sufriendo- Y como en el básquetbol, el albiverde cargándose de peligrosas infracciones, teniendo en cuenta la puntería de los potenciales ejecutantes: Damián Salinas y Robinson Torres. Sobre el final, porque seguramente estaba cansado Mariano Matus dejó su lugar al joven Lukachesqui. Modificación para oxigenar una ofensiva que a esa altura de partido había intentado por todos los medios lograr el ansiado desnivel y evitar de esa manera la lotería de los penales. Cuyo premio mayor, se lo llevaría el dueño de casa.

Los que no fallaron- Anotando todos la serie de cinco. Mauro Negri, Lucas Altamirano, Darío Salazar, Maximiliano Díaz y Michael Rementería. Por el lado de Germinal, acertaron: Damián Salinas, Rubén Darío Pellejero y Blas Sosa. Lucas Contreras,  le detuvo el disparo, a Brain Garino.