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La cultura del café: el diálogo queda relegado y la tecnología se apodera de la escena

Esto se pudo concluir tras observar el comportamiento de los clientes en una cafetería. Quienes se encontraban solos utilizaron todo el tiempo su notebook, mientras que en las mesas compartidas, tanto parejas como una mesa de 12 personas, utilizaron constantemente el celular y dejaron de lado el diálogo, de lo más preciado en la cultura del café tiempos atrás.

  • 24/10/2014 • 00:00
Clave de internet junto al servilletero.
Clave de internet junto al servilletero.

Si hay algo que históricamente reunió una gran cantidad de amigos a lo largo de la historia, fue el café. Allí se debate y debatieron miles de temas, pasando por la política hasta acontecimientos deportivos, sociales o personales, entre otros tantos.  

Muchos grupos aún se siguen reuniendo hoy en día, pero otros tantos han abandonado esa costumbre, y si hay un hecho que se confirma al divisar el interior de una cafetería, es que actualmente ha cambiado considerablemente la denominada “cultura del café”.

Reseña histórica- La cultura del café tiene sus orígenes en las cafeterías del siglo XVI en Arabia, en donde los hombres se reunían para conversar y jugar. En la medida en que el café se extendió hacia Europa, Asia y América, también lo hizo la cultura del café, que puede diferir dependiendo del lugar del mundo en el que uno se encuentre.

Otros tiempos-La cultura del café actual, que se puede ver  en las cafeterías, difiere mucho a las pasadas y se puede notar incluso, antes de entrar. Una calcomanía lo demuestra y la misma expresa: Wi-Fi.   

Tras observar por un tiempo prolongado el comportamiento de quienes acuden a una cafetería de Río Gallegos se pudo sacar diversas conclusiones respecto a los cambios.

Cuando el cliente se sienta en la mesa, ya se observa una segunda diferencia en cuanto al tema en cuestión, ya que el servilletero contiene un papel con la clave de internet inalámbrico.

Otro aspecto a destacar es que hubo tres personas solitarias. Dos de ellas hicieron su pedido, y mientras lo aguardaban, colocaron su notebook, la cual utilizaron todo el tiempo, al igual que cada unos cuantos minutos miraban su celular. Asimismo, vale aclarar que uno de ellos se colocó los auriculares centrándose en su computadora. Y en el caso de la mujer, que se encontraba sola igual, durante la hora que permaneció en el lugar no despegó el celular de su mano.

Menos diálogo, más tecnología-Otra de las conclusiones que se pudo sacar, es que la tecnología ha llevado a la pérdida del diálogo. Esto no es dicho sin argumentos, sino que, quienes se encontraban en la cafetería compartiendo el lugar con otro, constantemente mantenían un diálogo al mismo tiempo que miraban el celular, o hablaban mientras su vista se posaba en la pantalla del móvil. De igual manera se producía el silencio, estando los dos compenetrados en su celular.

Por otro lado se había formado una gran mesa de 12 personas, algunas con acento extranjero. Sentados en una gran ronda se los veía conversar entre risas, pero la tecnología volvió a dominar la situación: Mientras comían lo solicitado, varios de ellos utilizaron el celular y en ciertas ocasiones lo compartían con otro mostrándoles su pantalla. Y también tuvo lugar lo más común de hoy en día: la foto. En aproximadamente 15 minutos realizaron cuatro fotografías grupales.  

Vale aclarar igualmente que no es una generalización, ya que aún perdura quienes mantienen la tradición. Pero, finalmente quedó de manifiesto que la cultura del café ha cambiado en comparación con otros tiempos. Anteriormente el café era un momento preciado en el cual predominaba el diálogo. Hoy en día y tras el análisis de las acciones en el lugar, se pudo percibir que predomina la tecnología, relegando el habla entre las personas, algo impensado para algunos ancestros.

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