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Las bolsas de polietileno, un objeto de contaminación que se logró combatir

Mediante una ordenanza que se estableció en Río Gallegos, la cual prohibió el uso y comercialización de bolsas tipo camiseta de plástico, se  produjo un cambio que se encuentra a la vista. Quienes trabajan por el cuidado del medio ambiente manifestaron que es muy importante el resultado que se obtuvo, ya que una bolsa se rompe en pequeñas partículas, las cuales resultan toxicas.

  • 23/10/2014 • 00:00
 En Argentina se utilizaban cerca de tres millones de bolsas por año.
En Argentina se utilizaban cerca de tres millones de bolsas por año.

En diciembre del 2010, mediante una ordenanza, se prohibió en Río Gallegos el uso y comercialización de las bolsas tipo camiseta de plástico, con la intención de lograr un territorio más limpio.

Dicha ordenanza tuvo como objetivo reducir la cantidad de bolsas que se veían en la ciudad en beneficio del ambiente, y hoy, luego de casi cuatro años, algunos sectores presentan resultados favorables.

De esta forma los supermercados y comercios, quienes se adhirieron en su totalidad, debieron cambiar las bolsas de polietileno por bolsas de tela y/o cajas.

A pesar de que muchos vecinos en su momento se mostraron disconformes con la decisión ya que debían gastar dinero en la compra de bolsas, con el tiempo se fueron acostumbrando y el gasto se producía una sola vez para una causa de bien: el cuidado del medio ambiente.

Un dato a destacar es que en Argentina se utilizaban cerca de tres millones de bolsas por año, las cuales tardarían entre 200 y 300 años en degradarse. Además, reciclar una tonelada de bolsas plásticas cuesta alrededor de 4 mil pesos.

Por lo tanto, ante lo expresado, queda de manifiesto que la problemática es a nivel mundial y que hoy Río Gallegos se encuentre con dicha prohibición es algo muy importante que se ha reflejado en diversos sectores de la ciudad.

 

Cambio visible-En este sentido TiempoSur dialogó con diversas personas dedicadas al cuidado ambiental y han manifestado un gran cambio: “La ciudad anteriormente se veía plagada de bolsas. Muchas de ellas se acumulaban en un mismo sector a causa del viento y generaba mal aspecto”, resaltó uno de los consultados.

En la misma línea, otro de los dedicados a la materia, manifestó: “Las bolsas de plástico están fabricadas fundamentalmente a partir de petróleo y gas. De esta forma, una vez arrojadas en la ciudad con el correr del tiempo se va desintegrando en pequeñas partículas, las cuales resultan tóxicas”.

A su vez indicaron que otro caso alarmante es que muchas de las bolsas sueltas iban a parar al agua. Es decir que si se tiene en cuenta su toxicidad, al conjugarse con el agua puede resultar algo realmente muy peligroso para el medio ambiente.

Por último, tras recorrer diversos puntos de la ciudad se puede notar un cambio a simple vista. Un claro ejemplo es el camino que se toma para ir al Aeropuerto local. Antes se podía ver que los alambrados se encontraban repletos de bolsas, lo cual fue resuelto mediante un trabajo de limpieza y se ha podido mantener con el correr del tiempo gracias a que las bolsas salieron de circulación.

Propulsor de la medida en el mundo

Irlanda es el país pionero en la toma de medidas para combatir la problemática de las bolsas. Desde el año 2002 autoridades irlandesas implementaron el PlasTax, un impuesto del 20% sobre las compras que se aplica a los usuarios de bolsas plásticas. La medida causó efecto de inmediato ya que el consumo de bolsas cayó en un 90% y el dinero recaudado fue destinado a programas de protección ambiental y de reciclado.