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Acusado dio a entender en el juicio que fue otra persona la que mató a Pilquiman

Sergio Pereyra de 21 años, comenzó a ser juzgado por el crimen de Adolfo Pilquiman quien fue asesinado de cuatro disparos en un hecho ocurrido en el mes de octubre del año 2012 en la estancia “La Porfiada” ubicada a 130 kilómetros de la villa turística. El acusado declaró: “Cuando la víctima fue asesinada, estaba en el dormitorio y no en el comedor”, donde fue encontrado Pilquiman –boca abajo-. Pereyra apuntó que fue otra persona el que lo habría matado.

  • 02/10/2014 • 00:00

En el mes de octubre del año 2012 Adolfo Quilpiman, de 65 años, fue encontrado muerto de cuatro disparos en su casa de la estancia “La Porfiada” ubicada a 130 kilómetros de la villa turística. Por su crimen fue detenido Sergio Oscar Pereyra quien en ese momento tenía 19 años –hoy tiene 21- quien comenzó a ser juzgado por los jueces provinciales de la Cámara Oral de la Primera Circunscripción. La causa que fue elevada a la Cámara Oral con la calificación de “Homicidio criminis causae y portación de arma de fuego ambas en concurso real”.

 

Testimonio

La audiencia inició con el testimonio del imputado quien les relató al Tribunal Oral, el cual está constituido y presidido por el doctor Joaquín Cabral acompañado de las jueces Rosa Núñez y Valeria López Lestón –en carácter de subrogante-, que el sábado 30 de septiembre del año 2012 viajó desde la localidad de Piedra Buena –desde donde es oriundo- hacia al “cañadón” para ver las jineteadas, evento al que lo invitó un amigo de apellido Vargas. A ese viaje además fueron otros dos amigos de Vargas.

En este contexto siguió relatando que estuvieron en las jineteadas donde tomaron bebidas alcohólicas, finalizado el evento Vargas y sus amigos regresaron a Piedra Buena, no así Pereyra quien le pidió a un hombre de apellido López que conoció en el evento si se podía quedar junto a otros dos conocidos, como López vivía en la zona le dijo que sí.

Ya el día lunes llegó al lugar Pilquiman quien compartió con ellos y después les pidió si lo podían acompañar hacia la estancia “La Porfiada” para darle de comer a los animales. “Le dijimos que sí, nos fuimos en su camioneta, con López, Vera, Santana y yo. López manejó porque Pilquiman le tenía confianza”, aseguró.

 

Estancia

Más adelante, manifestó que al llegar a “La Porfiada” Santana se puso a cocinar y Pilquiman se fue a darle de comer a los animales”. En este sentido, agregó que horas más tarde se pusieron a cenar todos menos Pilquiman “solo se quedó con nosotros tomando”. En este marco, además contó que la víctima sólo hablaba con López, no con ellos.

 

Suceso

Luego de cenar, Santana, Vera y el imputado se fueron a dormir, quedando en la cocina López y la víctima, quienes “mantuvieron una discusión por plata”, al ser consultado por el juez Cabral por qué discutían, el acusado, manifestó que se peleaban por quien tenía más plata, agregando que Pilquiman le quería pagar $1.5000 a López pero desconocía de qué era la deuda o por qué le quería pagar. “Situación que los llevó a pelearse, en ese marco se escuchó un golpe y minutos después cuatro disparos”, contó el imputado.

Tras escuchar los ruidos, el acusado manifestó que se levantó a ver qué sucedía y se encontró con el cuerpo de Pilquiman cerca de la puerta –boca abajo- y López estaba afuera “pero no lo vi con arma”, aseguró. En este sentido, relató que cuando lo vio a López “estaba apoyado contra la pared, me amenazó y se fue para el costado de la casa”, agregando que se asustó “se subió a la camioneta de Pilquiman y volví a Piedra Buena”.

 

Detención

Pereyra contó que al regresar a Piedra Buena en el ingreso se cruzó un móvil de la Policía, a pesar de ello continuó su marcha y se dirigió a un pub donde momentos más tarde ingresaron 15 policías  y lo detuvieron.

 

Tras el relato del imputado, los jueces, la fiscalía a cargo del fiscal Gabriel Giordano, la querella a cargo del doctor Víctor Robles y los defensores de Pereyra, Raúl Andrade y Fernando Tanarro escucharon el relato de al menos 25 testigos, por la cantidad, el juicio se realizó en doble jornada donde además declararon los especialistas del Cuerpo Médico Forense quienes explicaron las causas que provocaron la muerte de Pilquiman.

 

Homicidio Criminis Causae

En el primer párrafo de la nota se informa que la causa llegó a juicio con la calificación de “Homicidio criminis causae y portación de arma de fuego ambas en concurso real”, el agravante de “criminis causae” es el homicidio en conexión ideológica con otro delito. Se mata “para” o “por” otro delito. Es decir en la figura tipificada por el artículo 80 inciso séptimo se encuentra con un agravamiento del homicidio con motivo de la flagrante intencionalidad de cometer el injusto y la presencia manifiesta del elemento cognitivo de criminalidad del acto por parte de su autor, de modo tal que no deja lugar a dudas que se trata de un accionar consciente del infractor a la norma punitiva.

Es de destacar que no es la coexistencia o concurso de delitos lo que fundamenta el agravante, sino la intencionalidad o el aspecto subjetivo de la transgresión, el previo concierto de la estrategia delictiva.

Tal lo expuesto, se puede identificar que la motivación del infractor en el acto criminal se encuentra en la comisión del mismo “para” preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o “para” asegurar su resultado o procurar la impunidad para sí o para otro, o “por” no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito.

 

Caso

El jueves 5 de octubre, cerca de las 14:00, personal de la subcomisaría La Esperanza les informó a sus compañeros de El Calafate sobre la existencia de un cuerpo sin vida en la estancia La Porfiada, distante a 130 kilómetros de la villa turística. Inmediatamente una comisión se dirigió al lugar donde efectivamente encontraron el cuerpo de Adolfo Pilquiman de 65 años.

 

Robo

En el marco de la investigación la Policía conoció que a Pilquiman le habrían sustraído la suma de $8.000 en efectivo y  su camioneta Ford F-100, de color azul, con el techo pintado de blanco. Motivo por el cual se libraron órdenes de localización y detención para la camioneta y su ocupante a las demás unidades operativas y dependencias cercanas a El Calafate.

 

En Piedra Buena

Fueron policías de la localidad de Comandante Luis Piedra Buena quienes lograron encontrar la camioneta  estacionado cerca de un bar en esa ciudad.

Por este motivo, efectivos de la Seccional Primera se comunicaron con sus pares de El Calafate y le informaron el hallazgo. Cuando lograron encontrar al ocupante del rodado, fue detenido, alojado en la dependencia y al día siguiente fue trasladado a El Calafate donde fue indagado por el juez Narvarte en tres oportunidades.

Según pudo saber TiempoSur, en la camioneta de la víctima se secuestró un rifle calibre 22, 10 cartuchos del mismo calibre que estaban guardados en la guantera como así también se levantaron manchas rojizas que hicieron presumir que el detenido estaría involucrado en el hecho. 

 

Autopsia

El cuerpo de Quilpiman fue trasladado a la morgue judicial donde los forenses le realizaron la autopsia. Según fuentes policiales consultadas por este medio, el hombre falleció por una severa hemorragia producida por los cuatro impactos de bala que recibió, uno en el rostro, otro en la garganta y en la base del cuello.

Los proyectiles que los médicos sacaron del cuerpo, como así también las prendas de vestir que llevaba puestas, fueron recibidos por los peritos en Criminalística, quienes realizaron los correspondientes estudios. 

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