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"Jauja", de Lisandro Alonso, divide aguas en San Sebastián

La nueva película del argentino, protagonizada por Viggo Mortensen, se presentó en la competencia por el premio Horizontes Latinos y recibió aplausos de aprobación y algunos silbidos al término de la su proyección.

  • 23/09/2014 • 00:00

Precedida del caluroso recibimiento que un nutrido grupo de admiradores le dio a Mortensen en la entrada de la sala Kursaal 2 de esta ciudad, la proyección de "Jauja" provocó reacciones dispares entre aquellos que disfrutaron del viaje hipnótico propuesto por Alonso y otros que se vieron ajenos a su propuesta.

 

De muy buen humor, casi como si fueran los protagonistas de un espectáculo de "stand-up", Mortensen y Alonso respondieron preguntas y, teniendo claro que su filme no necesariamente será del agrado de todos, el cineasta aseguró: "No me interesa demasiado lo que pueda pasar con la película. Para mí lo más importante fue filmarla y la gran experiencia que tuvimos en el rodaje".

 

Con guión del propio Alonso y del escritor y poeta argentino Fabián Casas, "Jauja" mantiene el ritmo pausado y contemplativo que el director convirtió en su marca de estilo en "La libertad", "Los muertos" y otras tantas películas, pero esta vez apela mucho más a los diálogos para hacer avanzar una narración de tintes oníricos.     

 

"Es una película que me reinventa como cineasta y me abre un montón de oportunidades inciertas, pero que quiero abrazar", afirmó Alonso, quien llegó a Donosti luego de ganar el Premio Fipresci de la crítica internacional en la sección Una Cierta Mirada del último Festival de Cannes.

 

El título de esta película filmada en distintos lugares de la geografía hostil y escarpada de la Patagonia argentina remite a un lugar mítico que -según reza una leyenda introductoria- los antiguos llamaban Jauja y "la creían una tierra de abundancia y felicidad", pero tan difícil de hallar "que los que la intentaron encontrar se perdieron en el camino".

 

Si bien podría tratarse de "el sueño de una niña, un perro o un soldadito de madera", tal como lo señaló Mortensen, la película transcurre en algún momento impreciso de fines del siglo XIX y sigue los pasos de un militar y geólogo danés que pierde a su hija adolescente e inicia un peligroso viaje para intentar encontrarla.

 

En esa inmensidad desértica y solitaria, donde la aristocracia y el ejército argentinos están realizando el último tramo de una campaña de exterminio de los pueblos originarios, este capitán danés emprende un periplo enloquecedor, cercano a un sueño, donde incluso un misterioso perro le indica el camino hacia una mujer que vive sola en una cueva, sobre una montaña.

 

"Lo importante en el arte es hacer muchas preguntas y no dar respuestas. Esta película puede ser el sueño de una niña o de un perro, pero eso no importa. Yo no tengo una interpretación propia, cada espectador puede imaginar una explicación que más le guste", afirmó Mortensen, quien desplegó una bandera de San Lorenzo que daba cuenta de su reciente triunfo en la Copa Libertadores.

 

Después de "Todos tenemos un plan", escrita y dirigida por Ana Piterbag en 2012, esta es la segunda vez que Mortensen realiza una película en Argentina, donde residió durante su infancia y donde dice sentirse como en casa.

 

Este segundo proyecto es fruto de la amistad y colaboración con Alonso quien junto a Casas escribió el texto de un guión con tintes fantásticos que consiguió entusiasmar al famoso actor, al punto de lograr que se implicara también como productor e incluso compusiera la banda sonora del filme.

 

En ese sentido, el actor afirmó que "es una gran película, ya van a ver, y en ella hay que reconocer sobre todo a la gente  que se juntó para hacer posible nuestra aventura", añadió en referencia a los coproductores de Argentina, México, Holanda, Francia, Dinamarca y Estados Unidos que hicieron posible el filme.

 

"Esta película es una cosa  extraña, porque es tan argentina como danesa, y eso es muy difícil de hacer", aseguró Mortensen, y añadió: "Yo siempre había querido trabajar en danés, el idioma de mi padre. Me hubiera gustado hacerlo con Lars Von Trier, pero al final me tocó hacerlo con Lisandro", bromeó.

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