Deporte

Seba Gómez quedó afuera por un toque en Mendoza

Lo impensado no es patrimonio exclusivo de una pelota, también de motores y mecánica. Cuando el santacruceño disfrutaba de un buen fin de semana, el cual pintaba para podio.

  • 16/09/2014 • 00:00
Mala suerte para Gómez.
Mala suerte para Gómez.

Si el periodista nacido en Rosario, Dante Panzeri, viviera y hubiese sido testigo de lo sucedido en el autódromo mendocino, bien podría volver a redefinir su idea del deporte. En especial de algunos. Su definición del fútbol como dinámica de lo impensado tuvo una gran incidencia en el modo rioplatense de ver ese juego. Tanta fue la aceptación de lo que dijo, y se encargó de justificar, que llegó hasta nuestros tiempos. Y se cree que perdurará aún más. Al menos, hasta que otro iluminado de la tinta se anime a refutar esta idea o imponer otra. Lo cierto, es que esa visión de Panzeri, bien podría haber servido, en aquel momento y ahora, para cualquier deporte. Por ejemplo, el automovilismo. Y lo que le sucedió a Sebastián Gómez es una muestra de esto. Lo impensado no es patrimonio exclusivo de una pelota, también de motores y mecánica. Cuando el santacruceño disfrutaba de un buen fin de semana, el cual pintaba para podio, se encontró con una situación no esperada. Una complicación en el Kía Cerato y un toque artero desde atrás lo dejaron con las manos vacías. Justo en una carrera, la novena fecha del Campeonato Argentino de la Clase 3 del TN, en donde pudo haberse llevado muchos puntos. De los buenos.

 

La carrera

 

El inicio del domingo fue de confirmaciones para Gómez. Este empezó la segunda jornada de la carrera, en Mendoza, como terminó la primera. Entre los puestos de arriba. Algo que buscó mucho en este último tiempo pero sin suerte. El arranque de la final fue perfecto para el santacruceño. Defendió su posición de la horda de autos que venían empujando desde atrás. La primera vuelta lo tomó a poco más de un segundo del hasta ese momento el líder, Pablo Piumetto. De ahí en adelante, el Kía Cerato se mantuvo regular. Constante. Al menos hasta la vuelta número seis. Después, el imprevisto. El auto número 10 empezó a perder velocidad, al parecer un problema en la planta impulsora. Este inconveniente lo hizo retroceder un lugar en la fila. Unos metros después, el problema se agravó. Una supuesta pérdida de aceite, originado por este desperfecto mecánico, hizo que Adrián Oubiña se lleve, literalmente, por delante a Gómez. No pudo frenar, en parte por la velocidad que traía y también por el líquido en la pista, y le pegó de atrás a la máquina del equipo GR Competición. Es importante rescatar, que antes de este encontronazo con el santacruceño, Oubiña había tenido otro con Mariano Werner, sin consecuencias para ninguno de los dos, más que algunas chapas dobladas. Pero el segundo impacto fue el final. Para ambos, en la carrera. Gómez y Oubiña quedaron enterrados en la tierra, al costado de la pista. Esto obligó a los Comisarios Deportivos a mandar al Pace Car a la pista para que haga su trabajo. Una vez que se despejó y limpió el asfalto, el auto de seguridad volvió a guardarse y la carrera prosiguió. Fue con poco más de la mitad de la carrera por disputarse. Piumetto fue el ganador. El podio se completó con Matías Rossi, segundo, y Diego Mungi, tercero. La próxima carrera, la décima, tendrá lugar el venidero 19 de octubre en el autódromo José Muñiz de esta ciudad.