Política

Peralta pierde aliados y no se anima a enfrentar a la militancia peronista

El Gobernador, actual presidente del Partido Justicialista, no ha convocado aún a un congreso partidario, reclamado por las bases, a las que no enfrenta desde el año pasado. Lejos de los cinco diputados alineados al oficialismo, a los que tampoco recibe, el mandatario avanza en una candidatura que aún no tiene un aval contundente por parte del partido.

  • 21/08/2014 • 00:00
El Gobernador, de campaña y con varios frentes a resolver
El Gobernador, de campaña y con varios frentes a resolver

El Gobernador, actual presidente del Partido Justicialista, no ha convocado aún a un congreso partidario, reclamado por las bases, a las que no enfrenta desde el año pasado. Lejos de los cinco diputados alineados al oficialismo, a los que tampoco recibe, el mandatario avanza en una candidatura que aún no tiene un aval contundente por parte del partido.

No son pocas las voces que plantean hoy que la falta de un congreso provincial genera rispideces, de cara a las posiciones que de forma inconsulta fue adoptando el mandatario, como por ejemplo ante el proyecto para una nueva Ley de Hidrocarburos o, su marcha atrás con la derogación de la Ley de Lemas en la que había embarcado a gran parte del arco político; incluso su tesitura de ir  por un nuevo mandato al frente de la provincia.

La semana pasada el diputado Alejandro Victoria -otrora uno de sus más acérrimos defensores- planteó a Tiempo FM su pensamiento respecto de la candidatura del Gobernador, aseverando que Peralta será “el candidato natural para algunos”, pero que ese era un tema que aún no había sido definido por el Congreso del PJ.

Antes, el concejal de 28 de Noviembre, Víctor Lavié se había manifestado en el mismo sentido, indicando que era necesario que se celebre un congreso partidario y sostuvo que, como autoridad del PJ, no se sentía representado por el esquema actual.

Fuentes bien informadas dicen que el Gobernador ha reducido significativamente su círculo de allegados, y que, de un tiempo a esta parte, ha sabido alejar a viejos aliados.

Su decisión de ser el candidato, a partir del acto celebrado en el mes de abril en su comité de la calle Alvear de esta capital lo habría dejado expuesto, ya que ese lanzamiento de campaña, disfrazado de “reunión con militantes” como se la planteó en los medios, no fue jamás discutido en el seno del partido.

Asimismo, hay quienes manifiestan que hoy por hoy, el Ejecutivo no acepta cuestionamientos y se limita al acompañamiento político del vicepresidente del PJ, Juan Carlos Batarev y a su ministra de Desarrollo, Gabriela Peralta.

De hecho, la no designación de una figura en la vacante que dejó Ariel Ivovich, es decir la Jefatura de Gabinete no es azarosa, toda vez que la injerencia de la ministra Peralta es hoy amplia dentro del Gabinete, por cuanto el mandatario no tendría intenciones ni la necesidad hoy de generar el ingreso de un coordinador en el Gobierno.

El propio Ivovich, mano derecha del Gobernador durante la segunda parte de su gestión se fue en malos términos del gabinete, al igual que  lo hiciera su antecesor, el actual senador Pablo González, dos figuras con quienes el mandatario no volvió a tener diálogo alguno, pese a haber sido interlocutores válidos de su gestión.

Acorralado por las críticas lógicas ante un fin de ciclo declarado, el Ejecutivo avanza en una campaña electoral a todas luces accidentada, en el marco de un proceso de negociaciones paritarias infructuosas y que avizoran protestas de la masa estatal, encabezadas por el sector docente y ATE.

Temas