Política

Consideran a Santa Cruz como pionera en “pesca fantasma”

  Científico del INIDEP dijo que las trampas centolleras que permanecen abandonadas y sin control en el lecho marino, son verdaderas máquinas de matar. Advirtió que también representan una amenaza para los mamíferos marinos y otras especies que puedan enredarse en los mismos. TiempoSur ya había advertido por el riesgo ambiental.

  • 19/08/2014 • 00:00
La pesca fantasma tiene un efecto acumulativo que es nocivo para la pesquería.
La pesca fantasma tiene un efecto acumulativo que es nocivo para la pesquería.

El jefe del Subprograma Crustáceos Bentónicos del Instituto nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), licenciado Jorge Wyngaard, se refirió al fenómeno de la “pesca fantasma” para graficar la difícil situación que viven los individuos que permanecen atrapados en las miles de trampas que fueron sembradas por los buques centolleros que operaban para la firma Yaganes S.A.y que hasta ahora la provincia no ha mostrado ningún interés por retirarlas.
 
“Las líneas de trampas que permanecen sin control en el
 
lecho marino, sin poseer mecanismos de desactivación, producen un fenómeno conocido como “pesca fantasma” (Ghost fishing) señaló Wingaard, para luego acotar que “la pesca fantasma ocurre por dos razones, en primer término debido a que los ejemplares que quedan atrapados en las trampas terminan muriendo dentro de ella y constituyen así carnada que atrae a nuevos ejemplares, este proceso se repite convirtiendo a las trampas en máquinas de matar, dado que además de la centolla puede capturarse otros invertebrados o peces”, indicó.
 
Un riesgo ambiental- Por otra parte, el científico reconoció que los cabos de las líneas de trampas también constituyen una amenaza para los mamíferos marinos y otras especies que puedan enredarse en los mismos. “En un experimento reciente en Canadá, donde se simuló ‘pesca fantasma’ con trampas de cangrejos Dungeness, se estimó que las pérdidas debidas a la pesca fantasma alcanzaban el 7% de los desembarques totales.
 
La degradación del mallero sintético de las trampas es sumamente lenta, más aún en aguas profundas, y las trampas pueden permanecer años pescando”, sostuvo.
 
Consultado sobre el estado en que podrían hallarse las
 
centollas capturadas por las trampas de Yaganes, Wingaad indicó que “los ejemplares atrapados, que no se alimenten, morirán dentro de la trampa”.
 
Además aclaró que la pesca fantasma captura una cantidad de centolla mucho menor que la producida por la pesca comercial donde se ceba permanentemente la trampa y se controla su fondeo eficiente. “En las líneas perdidas, las corrientes pueden voltear algunas trampas haciéndolas ineficientes para la pesca y además en las que quedan pescando la atracción de la carnada va disminuyendo con el tiempo”, dijo.
 
De todas maneras, el jefe del Subprograma Crustáceos Bentónicos del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, aseguró que la pesca fantasma tiene un efecto acumulativo que es nocivo para la pesquería ya que afecta a los fondos marinos y es un posible perjuicio para los buques arrastreros”.
 
Cabe acotar que desde mediados de febrero permanecen sembradas cerca de siete mil nasas al sur del paralelo 48 en aguas provinciales, y pese a los innumerables pedidos efectuados por trabajadores y organizaciones ambientales, las autoridades de Pesca de la provincia admiten que el Gobierno de Daniel Peralta no cuenta con dinero para retirarlas.