Niñez, adolescencia y familia apuesta al fortalecimiento familiar

En ese sentido, Alfredo Jaramillo, titular del área, precisó que “particularmente una de las líneas de trabajo del área de infancia para este año plantea atender la ley de protección, 3062, que tiene que ver con el fortalecimiento familiar, con reforzar capacidades parentales y con dar respuestas; por ejemplo, pautas de crianza, puesta de límites, etc. Para nosotros configura una política pública que las familias puedan tener espacios donde puedan fortalecerse en estos temas”, apuntó.
Jaramillo precisó que la “línea de fortalecimiento, a través del proyecto Familias Protagonistas, este año se ha ‘territorializado’ porque estamos atendiendo a la gente con un espacio dedicado a la familia en el Cenin 7, los miércoles de 15 a 17 horas; y en el Lucho Fernández, los viernes, de 15 a 17 horas. Esos son espacios para escucharnos y fortalecer las capacidades parentales”.
También, Jaramillo explicó que la iniciativa “es llevada adelante por el Área de Promoción de Derechos, espacio donde participan profesionales de la psicología social y de acompañamiento terapéutico”,  precisó.
Por su parte, Mariana Figueroa, psicóloga social, e integrante del área mencionada por Jaramillo, contó que trabaja en el barrio Evita, donde se encuentra a cargo del ETP (Equipo Territorial de Participación) de ese barrio. Figueroa precisó que “a partir de la ley 3062 surge a necesidad de crear un espacio para fortalecimiento familiar donde podamos explotar las capacidades parentales de quienes están a cargo de niños, niñas y adolescentes. Los días martes tenemos un espacio de escucha de 14 a 15 horas, y los viernes un espacio grupal con diferentes familias intervenidas o no, en el horario de 15 a 16.30 horas”.
Figueroa resaltó que “brindan herramientas o técnicas a las familias, dando prioridad al diálogo con ellos, aconsejando que compartan las experiencias que vivan diariamente. Y a través de técnicas de la psicolgía social, intentamos  dar herramientas para tocar temas que tienen mucha importancia en la familia pero que por ahí cuesta abordarlos”.
La profesional reconoció que “hay que trabajar mucho en la convocatoria de las familias, si bien son espacios gratuitos, voluntarios y confidenciales, cuesta mucho que las familias se abran y permitan esta ayuda que les damos, pero también es cierto que los que asisten lo hacen con muy buena predisposición”, puntualizó.