Raúl Becerra en Colón: “No puedo creer a donde llegué”

Su personalidad, compromiso, perseverancia, trabajo y talento es la realidad de su injusta incredulidad. Un orgullo del Hispano, al cual él nunca olvida.

Volviendo de un nuevo entrenamiento su voz a la distancia emociona porque se lo nota sereno, convencido, contento y feliz por este nuevo paso en su ascendente carrera futbolística. “Hace dos semanas que arreglé con Colón de Santa Fe, está todo acordado, estoy muy contento por esta posibilidad”, destacó desde la ciudad santafecina, la cual le hace recordar a su añorada Río Gallegos “por la sencillez de la gente, porque no hay muchos edificios... me gusta”; un lugar donde lo empezarán a querer por su talento deportivo y por su calidad de persona. Allí está junto con su pareja Mariana Vedoya “ella es galleguense” y juntos disfrutan este presente y sueñan…

Todo muy rápido…

…Así se definió su pase a Colón, hubo propuestas de otros clubes, llamados internacionales, pero por una cosa u otra las puertas se fueron cerrando hasta que se abrió esta inigualable chance de jugar en una de las instituciones más importantes de la provincia de Santa Fe y del fútbol nacional. “Se dio todo muy rápido, el entrenador Diego Osella me quería llevar a Patronato de Paraná cuando él dirigía allá, ahora apareció esta chance, fue difícil, yo no quise desaprovecharla hasta que al final pude firmar. Estoy muy contento”, destacó el delantero santacruceño.

Un lindo desafío…

Por ser un club con mucho prestigio se está armando de tal forma para conseguir el objetivo de volver a la Primera división en diciembre. “Tenemos un plantel muy bueno, todos nos ilusionamos con estar festejando en el mes de diciembre pero el Nacional B es un campeonato difícil, con grandes equipos y tendremos que ir partido tras partido. Pero estoy conforme con el grupo que se conformó”.

Su casa Celeste…

Cada vez que viene a la ciudad de Río Gallegos siempre se da un tiempo para pasar por el Hispano Americano, entrenar en la cancha de césped sintético, saludar a los amigos, a las personas que tanto lo aprecian y a las que él tanto aprecia. “En el Hispano pasé los mejores momentos, aprendí muchas cosas que me ayudaron en la vida como la amistad, el compañerismo, la lealtad, los buenos gestos. Siempre cuando puedo voy, porque me gusta estar, es mi casa”.

A los chicos que hoy llegan al club con el mismo sueño que tuvo Raúl, él les dice “que nunca hay que aflojar aunque pensemos que las distancias son grandes porque estamos lejos, hay que ser constantes, tener ganas y con la mente en positivo que se puede lograr. Hay que entrenar, dejar todo porque siempre una posibilidad va a aparecer”.