Deporte

Magro empate en cero y desabrido como comida de hospital

Defensores y Boxing completaron la quinta fecha del certamen de Primera División igualando en pobre partido sin abrir el marcador. El conjunto de Carlos Padín terminó con uno menos por expulsión del volante Gabriel Burgos. Punto que le sirve al albiverde para seguir mandando en la competencia doméstica.

  • 24/04/2014 • 00:00
Desde afuera prueba el volate de Defensores, Matías Bórquez.
Desde afuera prueba el volate de Defensores, Matías Bórquez.

El roce, la fricción, la marca y el anticipo, se erigieron en los signos distintivos de un encuentro que en la evaluación previa prometía más de lo que entregaron en la agradable tarde de ayer en Francisco Ramírez y Zapiola, el albiverde y el rojo-blanco de René Muñoz,
que tuvo un sólido comportamiento defensivo en la primera mitad. 
Con dos recios y expeditivos centrales, como Jorge Alzamora y Luciano Seinoux, que alternaron sobre la humanidad del habilidoso y ex Independiente Fabián Espeche, que junto  al  galgo Gabriel Silvera constituyeron la fórmula ofensiva que al igual que sus pares de Boxing, a pesar que no llovió, llegaron con la pólvora mojada a la hora de la cita.
 
Poco y nada- Para extraer del escuálido contenido de la etapa inicial, en donde el local insinuó más de lo que realmente pudo plasmar en la red adversaria, estamos hablando, como lo refleja el marcador final del partido, con mucha lucha en la mitad de la cancha, en donde está visto que si Matías Bórquez no anda con las luces encendidas, la oscuridad colectiva se impone.
No obstante, el joven César Da Fonseca, quien en una pelota robada probó de lejos y el balón se fue cerca del palo izquierdo de Gabriel Fussey, registraba más participación ofensiva Silvera  con su habitual velocidad y peligrosidad, cuando se impone con rapidez sirvió antes de los quince un centro que no pudo conectar al gol Fabián Espeche.
 
Sobró intensidad, faltó volumen de juego- Dentro de ese contexto áspero en que se consumieron los 45 minutos iniciales en que ninguno de los dos pudo sacar ventaja. Demasiado griterío e histeria dentro del campo de juego, como el que procedía de los bancos de suplentes.
Como si esto de ganar o perder un partido
fuese una cuestión de Estado.
Cuando la visita logró zafar de ese ligero dominio ejercido por el local, asumió el esperado rol protagónico de un equipo con aspiraciones de victoria, adelantándose unos metros en la cancha e inclinándola de a poco hacia la ciudadela de Luis Gómez, arquero de Defensores.
El quite de Ignacio Montes en colaboración de Juan Caamaño, la intención de la jugada elaborada a cargo de Diego Cárdenas, más la movilidad de Brain Sosa -ex Boca- le dieron otro semblante al funcionamiento ofensivo del albiverde, que en algunas ocasiones contaba con la corajeada del zaguero central de Mauro Negri cruzando en velocidad la mitad de la cancha y sorprendiendo en ofensiva.
Fue así que en el lapso de los 25 a 35, dentro de la pobreza franciscana del juego por la falta de creatividad de ambos, fue la escuadra de Padín quien estuvo cerca de inaugurar la cuenta.
En un corner que llueve sobre el arco, se lo pierde el joven Brain Sosa. 
Fue en una veloz contra urdida por la visita, y con una defensa desmantelada del local, sin ángulo, solito y solo, se lo pierde Nicolás Amado.
A los dirigidos por René Muñoz le costaba rearmar su mejor juego, en donde el joven Rafael Ayala Ruiz tuvo escasa participación en la gestación y en consecuencia no le llegaba la pelota ni a Silvera, ni a Espeche.
Sobre el final tuvo una clara y el galgo Silvera lo fusiló con tiro cruzado al
Turco Fussey  pero éste, de gran actuación, sobrevivió a la ejecución.
Como respuesta en ataque de la visita, una media distancia de Brain Sosa derivada de una buena asociación entre el lateral Martín García, Ignacio Montes, que encontró bien ubicado al uno rojo y blanco.
 
Que se termine rápido –El tibio sol de otoño incurrió en abandono de persona cerca de las 5 y media de la tarde, y comenzó a apretar el frío.
Encima el estado de salud del partido no mejoraba.
Sobresalió la fricción sobre la creación del juego. Consecuencia de ello, un amonestado por bando: Fuentealba en el local y Montes en la visita.
Con un bodrio futbolero que se encaminaba al cero y cero y que ni siquiera lo pudieron alterar para un lado o para el otro.
Un disparo del volante boxinguista Da Fonseca; un disparo de Brain Sosa
por arriba del larguero del recién ingresado Gabriel Burgos, que dicho sea de paso vio la roja por juego brusco y
un desborde de Fabián Espeche, que nadie logra conectar.
 
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