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D’Annibale celebra Pascuas con la comunidad de Lago Posadas

El padre Obispo de la Diócesis eligió para celebrar Pascuas Lago Posadas, pueblo que está convulsionado con su visita. Con los pastores de la región se preguntaron en el mensaje Pascual, si la prolongación de los conflictos hasta el desgaste, no es una estrategia de Gobierno. Evaluaron que la Pascua puede significar para ellos también “un llamado a resucitar con un nuevo espíritu: el del servicio y del bien común, libres de todo interés falso”.

  • 20/04/2014 • 00:00
Monseñor D'Annibale.
Monseñor D'Annibale.

El padre Obispo Monseñor Miguel Angel D’Annibale, eligió celebrar Pascuas en Lago Posadas, donde residen unos 266 santacruceños, a unos 730 kilómetros de esta ciudad capital. Allí se encuentra desde el jueves, con dos seminaristas con quienes se ha ocupado de visitar a todos los vecinos y ayer ofrecía una merienda para los aproximadamente 50 niños y jóvenes.
 
Las celebraciones de Pascuas, anoche a las 20:00 y hoy a las 12:00 en la Capilla de Fátima, son acompañadas de otros servicios como Bautismos y Comuniones.
 
Según pudo conocer TiempoSur, a través de una vecina que se comunicó con esta redacción, esa pequeña comunidad está convulsionada por esta visita, y extasiada por la humildad y simpleza que tiene el pastor de la diócesis para transmitir su mensaje sobre la palabra de Dios.
 
“No sé como explicar la emoción que tenemos, estamos tan contentos, va a hacer una merienda para los chicos, la verdad que para nosotros esto es muy, muy, muy lindo”, aseguró Carla, una vecina. “Es hermoso cómo da la Misa, cómo trata a la gente, ha ido a visitar a los enfermos, la verdad es que nos sentimos todos muy contentos” agregó.
 
Durante su estadía en Lago Posadas, pese a los múltiples ofrecimientos de los vecinos, D’Annibale reside en la Capilla, que no tiene sacerdote y a la que atiende esporádicamente, cuando es necesario un servicio, el padre Pedro de Perito Moreno.
 
Pero por estos días es el mismísimo pastor de la diócesis quien llegó para celebrar Misa, visitar a los enfermos, bautizar y dar la comunión a los fieles católicos de la comunidad de Lago Posadas, que está “revolucionada”, aseguran. 
 
El viernes hubo un “bonito” Vía Crucis, y las celebraciones han sido “algo muy especial para todo el pueblo”. Antes, D’Annibale había visitado en el día, pero esta vez decidió una visita de varios días, convirtiéndose aseguran, hasta los nacidos y criados en el lugar, en el primer Obispo que celebra Pascuas allí, donde hay distintas dependencias del Estado, SPSE, Policía, un puesto sanitario y una empresa que trabaja en las rutas.
 
Llamado al diálogo. Con los obispos de las Diócesis Patagonia-Comahue hicieron público su mensaje ante las Pascuas del 2014. En el mismo hicieron hincapié en la invitación a una vida nueva, personal y comunitaria: “a mirarnos y descubrir los caminos de una sociedad que busca y trabaja por el bien de todos”. 
 
Enfatizaron en un llamado esperanzador haciendo especial énfasis en que “sin encuentro, sin diálogo, los conflictos y problemas no sólo no se solucionan sino que se agrandan, prolongan y agravan”.
 
Ante la realidad regional, se cuestionaron “¿Cómo es posible que los conflictos se prolonguen hasta el desgaste, llevando a pensar que esto es una estrategia de Gobierno?”.
 
Se preguntan también “¿Cómo es posible que en nuestra sociedad se haya instalado el convencimiento que los únicos medios eficaces para un reclamo justo sean los cortes de ruta o medidas de fuerza extorsivas?; ¿Puede ser ese el camino normal, usual, para un pueblo que quiere crecer y reafirmar su destino común?; ¿Cómo puede ser que estemos legitimando el ilícito como herramienta necesaria de toda negociación, convirtiéndolo en un derecho? Actuar así nos enfrenta y confronta, nos divide y paraliza”.
 
Expresaron que tanto gobernantes como quienes reclaman deben repensar sus estrategias y las mismas “deben inspirarse en el diálogo honesto y la sincera búsqueda del bien común. El Papa Francisco nos da algunas claves: “la unidad debe prevalecer sobre el conflicto” (“La alegría del Evangelio” 226), y “el todo es superior a la parte”” (“La alegría del Evangelio” 234).
 
A partir de allí, manifestaron su preocupación por la educación, la salud, la seguridad, el aprovechamiento de muchos empresarios y comerciantes en el alza desproporcionada de los precios; los conflictos de lenta solución perjudican y dejan una comunidad sin “la convivencia serena en su vida cotidiana, sin niños y adolescentes en las aulas y con más pobres en todas partes”. 
 
Preguntándose si “como cuerpo social ¿No debemos descubrir los itinerarios de diálogo y encuentro entre las partes para adelantarnos, ayudando a que se solucionen los reclamos sin dejar de prestar esos servicios?”. Agregan los obispos que “esto creemos que es responsabilidad de todos”.´
 
En otro tramo de su documento afirman que existe “una responsabilidad especial que le cabe a los que gobiernan. La Pascua puede significar para ellos también un llamado a resucitar con un nuevo espíritu: el del servicio y del bien común, libres de todo interés falso”.
 
Esperan que como sociedad “logremos avanzar hacia una cultura del encuentro” planteando su pretensión de soñar y querer “una sociedad feliz, a eso tiende la Pascua de Jesús”.