Con la clasificación bajo el brazo

Se lo extrañaba con crese y con esa nostalgia pueblerina que por estos lares suele generar el balompié riogalleguense. Con un cuadro de situación inherente a la infraestructura que en absoluto difiere con el diseño dejado por la actividad futbolera propiamente dicha. A mediados de mayo, ante del obligado receso invernal, con un estadio desmantelado de graderías, que supo tener en tiempos de Boca, durante su gesta en el ex Argentino “B”.

La misma precariedad y calamidad de las calles  de tierra que circundan la cancha y que lamentablemente no se pueden evitar para llegar hasta Francisco Ramírez y Zapiola, con “cráteres” más que pozos que hacen parir sin anestesia al más resistente tren delantero de cuanto rodado que por allí circule. Y esto no es cuento ni nada que se le parezca.

En medio de esta desalentadora cédula de presentación de la zona, sector o barrio, en donde se encuentra enclavado el “nido de las águilas”, como en otrora tiempo se la bautizó a la cancha del albirrojo. Un partido de fútbol, el cual trataremos de informar y describir con la mayor neutralidad posible. 

Nos ilusionamos con aquel partidazo- Cuyo desenlace cambiante y espectacular conservamos fresco en las retinas, aquel enfrentamiento entre ambos equipos. En Teófilo de Loqui y Piedra Buena, el 13 de mayo último, en donde en el suspiro final con agónico tanto de Gabriel Silvera -no está más en el equipo por razones laborales- estampó el cuatro a tres final. De un cotejo que lo tuvo absolutamente todo, no solamente goles sino velocidad y dinámica. Para llegar con posibilidades de convertir de ambos lados.

Para los memoriosos en aquella tarde inolvidable anotaron Gabriel Silvera en dos ocasiones, Fernando Vergara -ayer ausente- y Facundo Contreras, para Unión… el tucumano Diego Silva- en la actualidad refuerzo del albiverde en el Federal “B”. Esteban Andrade y el lateral Germán Sosa.

La otra cara de la moneda-  Resultó el vigoroso encuentro librado entre ambos en cancha de Defe… en donde el celeste merecidamente se impuso dos a cero, con goles -uno en cada tiempo- de Nicolás Sebastianelli y el volante central Alejandro Peicovich. Permitiéndole al celeste inscribir su nombre y apellido en la venidera edición 2018 del Federal “C”. Si es que  se  mantiene el proyecto en virtud, que anda dando vueltas por allí la versión que lo adosarían  al actual formato del Federal “B”.

Lo que fue-  Aspero, trabado, forcejeado, hablado y protestado hasta el hartazgo, especialmente en  la etapa uncial, en donde el celeste resultó más ambicioso y acomodó mejor sus piezas en el campo de juego.

En base a una acertada presión, no solamente en el sector de gestación del juego,  sino también ejerciéndola  en  la ciudadela adversaria, forzando el error del fondo del albo que no lució firme como en otras ocasiones y vaya casualidad conservó a los cuatro del fondo, de aquel partidazo del 13 de mayo.

Es decir…Con Germán Sosa y Juan Carlos Cormack sobre los laterales. Siendo Gabriel  Insaurralde y Maximiliano Muñoz, los centrales.

Varió la disposición en  donde José Seijas y Miguel Angel Montes de Oca, en la función de doble cinco.

El hábil volante Juan  Juárez  y  Enzo Sandes, por los extremos de la mitad de cancha. Esteban “Huevo “Andrade y  el  otro Seijas Nicolás como las dos puntas  decididas por el cuerpo técnico del  albo. Que  por  lesiones de algunos jugadores,  le  costó encontrar el equipo titular e hizo frente  este vital compromiso con lo que tenía a mano.

Proyecto juvenil- El pergeñado por Daniel Robledo. Para una parada por demás brava y complicada, tratándose de un equipo dirigido por Claudio Leyenda, a quien casi siempre le sobran horas de pizarrón.

Apostó nuevamente por la confiabilidad que infiere bajo los tres palos: Marianao Palermo.

La Juventus de Facundo Avalos y Gonzalo Bautista.

Nuevamente Miguel Cruz y Facundo Contreras como centrales.

El chaqueño Alejandro Peicovich, solo como volante central. Teniendo como laderos sobre las calles externas del medio juego a Guillermo Carrizo y Gabriel Robledo.

Un exquisito por donde se lo mire lo demostró en varias fintas, organizando la salida desde media cancha: Matías Chiófalo. Y dos puntas que sobresalieron en tiempos diferentes.

En el primero… Nicolás Sebastianelli, avisando con un débil remate y concretando en la segunda opción. A los 24, con remate esquinado a la derecha del golero Diego Seijas.

Y el “holandés” Jean Paul Van Der Herdem, arrastrando las marcas sobre la izquierda.

Corriendo y presionando cuanto defensa saliera a  su cruce. Síntoma que se acrecentó en la complementaria, en donde no dejó títeres con cabeza en su cometido. Estando a punto de convertir en varias situaciones.

Demasiada marca, escaso juego- Arista saliente en el esbozo analítico que se puede elaborar, de acuerdo a la producción de uno y de otro.

Que dentro de esa marcada mediocridad y falta de conceptos de juego técnico, la movilidad y presión fueron los mejores atributos del ganador. Impidiéndole al albo pudiera armar su mejor juego. Salvo algunas intervenciones de buen pie de Miguel Angel Montes de Oca, que de sus pies en esa mitad inicial, nació perfecta habilitación para Esteban Andrade, quien no acertó en la definición. Habida cuenta del acertado anticipo de Mariano Palermo.

Envío cruzado del volante Guillermo Robledo, apenas desviado. Y en el retroceso, en su afán de impedir una llegada de Unión… faulea e inaugura la lista de amonestados de su equipo.

Sobre el final de la inicial el trámite insinuó sacudir el letargo y desde lejos prueba el  “holandés” Jean Paul Van Der Herdem y con los puños hacia fuera del área despeja el uno del albo.

Con otra actitud- Se reanudaron las acciones en la complementaria. Cuyo desarrollo, naturalmente como era de imaginar, se adentró entre la decisión del celeste de asegurar el partido. Y la urgencia de Unión… de empatarlo lo más pronto posible. Ante la alternativa que por reglamento admitía el encuentro, en donde si no podía ganar con la igualdad accedía a la dramática definición por penales.

Sin embargo prevaleció la tesitura celeste.

De movida sorprende el medio campista Guillermo Robledo, pero sus intenciones de convertir son malogradas por el anticipo del uno del albo.

El albo, continuaba sin reaccionar, demasiado distante entre su medio juego los puntas. A lo que les costaba un Perú generar peligro en el área adversaria.

Alejandro Peicovich, por arriba ídem el juvenil lateral Gonzalo Bautista, sumaban dos llegadas más de su equipo que no se conformaba con la exigua diferencia e iba por más.

Como respuesta ofensiva del albo, una pelota que con el pecho desvía hacia el arco de Hispano.

El volante José Seijas.

Casi de ida y vuelta- En razón de que no fueron constantes las llegadas de un equipo con relación  al otro. Interrumpidas, por el juego friccionado, protestado, dentro y fuera de la cancha, a tal punto que en una oportunidad el árbitro David Rogel advirtió al entrenador del celeste por los reclamos formulados. De lo contrario observaría el resto del partido del otro lado del alambrado.

En la cancha se seguía raspando de lo lindo.

Como lo ratificaría un tumulto en mitad de la cancha, con un intercambio verbal entre Miguel Angel Montes de Oca y el central hispanista Facundo Contreras. Afortunadamente, no pasó más que eso.

El celeste se carga el primer amonestado, el chaqueño Alejandro Peicovich.

Casi convierte el nueve del celeste Van Der Herdem, pero falla en la definición.

Solo desde lo individual-. Podía arrimar algún peligro la escuadra del albo. Demostrado en una “apilada” de Nicolás Seijas, que termina con el jugador desparramado por el césped sintético.

Sin embargo, lo hace renunciar al ataque e ir por el segundo al celeste. Lo dejaban en defensa uno contra uno, en cada pelotazo largo de Unión para llegar hasta los dominios de Mariano Palermo.

En búsqueda de mayor profundidad ofensiva, el albo mueve el tablero haciendo ingresar a Jerónimo Leyenda, por el volante Enzo Sandez.

Unión… careció de volumen de juego y apeló al pelotazo para los de arriba. Como a las acostumbradas proyecciones de sus laterales,

Germán Sosa y Juan Carlos Cormack.

Disponiendo de la más clara en la complementaria.

De un remate del punta Esteban Andrade, que levanta debajo del arco.

Penal y definición… De la clasificación del celeste, a través de un penal magistralmente ejecutado por el volante Alejandro Peicovich, acariciando la pelota a la izquierda del golero albo que elige el palo opuesto.

Dos a cero y a otra cosa mariposa. Para un equipo que en base a presión de tres cuartos de cancha hacia arriba asfixió a un adversario que no pudo resolver esa situación.

En cada contra del celeste estaba latente la posibilidad de ampliar la diferencia.

Gol anulado a instancia del asistente número dos Juan Taglioli -el uno fue Pedro Posattini- por supuesto han de Guillermo Robledo, que envió la pelota a la red con el arco vacío.

Solo para las estadísticas- Los cambios, en que incurrieron en los minutos finales, el celeste y el albo. En el primero saltaron a la cancha: Martín Chiófalo por Nicolás Sebastianelli, se retiró aplaudido por la afición de Hispano, que se llegó hasta Defensores… y el juvenil Cristian Allende, en lugar delantero Jean Paul Van Der Herdem.

En el segundo: ingresó el volante Franco Cabrera.